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Juana la Papisa, y la estatua de marmol

Escrito por  Alexander Cook
Publicado en Juana la Papisa

Estatua de la Papisa en la iglesia de Siena. La estatua de mármol y la calle de la vergüenza. Si estos autores no añaden peso a la veracidad de esta historia, puede hacerlo a mi entender, la imagen, que se levanta entre las demás imágenes de los papas, en la famosa Iglesia de Siena en Italia, y que es vista allí hasta este día; a la que el obispo de ese lugar no se angustiaría en desfigurarla en la pasada reparación de esa iglesia, aunque los jesuitas mucho le urgieron hacerlo.

Por otra parte, no estaba allí desde la antigüedad, para temor, o para el aplauso, una Silla de Servicio (o perforada) en la cual los papas se sentaron en su posesión, como prueba de su humanidad? No estaba su imagen de mármol levantada como monumento de ella, en el lugar donde ella malparió en una de las principales calles de Roma, y que se levantaba como monumento enseñoreándose para ser visto, en esos años, no más allá del tiempo de Pío Quinto. Finalmente, acaso esto no fue escrito por hombres de entre ustedes, que todos sus papas cuando van en procesión, rehúsan pasar por esta calle en aborrecimiento de ese hecho, sino que van por los alrededores. A esto los romanistas responden, que no es por aversión a algún hecho supuesto, sino que toman la vía más corta hacia la Iglesia Laterana, porque esta calle es angusta et aufractuosa, "estrecha y sinuosa", y por lo tanto inadecuada para tan grande séquito que ordinariamente acompaña al Papa para cruzarla ordenadamente, tal como Unupbrius, Bellarmine y Remundus han observado. Pero si esto es verdad, porque Philippus Bergomenfis, registró que esta observación es falsa, eo omisso, dice él, hablando que Juana parió, sin el favor de una cama abrigada, comadrona, criada o bebida caliente para su comodidad, Declinat ad diverticula vicosque, et sic loco detestabili postergato reintrantes, iter perficiunt quos caperunt; Esto es, "saliendo de la vía, ellos giran por sendas y por calles, y tan pronto como están atrás de ese detestable lugar, retornan a su vía otra vez, continuando así en su refinada procesión." Ahora, si por evitar esta calle, ellos entran por sendas, etc., y habiendo pasado ese odioso lugar, regresan otra vez; la razón por que la evaden no puede ser debido a su estrechez y sinuosidad, pues fuera de ella sin duda aquellas sendas si son estrechas. Y de su giro y retorno otra vez a la misma vía, ellos sin aliento dentro y fuera como si fueran a lo largo de la misma calle, pienso que esto fue muy torcido. En confirmación de esto Platina, quien conoció muy bien Roma, y que estuvo lo suficientemente deseoso por cubrir la desnudez de los papas en este hecho tanto como el pudo, con alguna honestidad, confesó el hecho, como suficientemente probable.

La Estatua de mármol en el sitio. Pio V la hunde en el río Tíber. Los papistas reconocen su existencia, pero niegan sea de ella.

De la imagen de mármol erigida in perpetuam rei memoriam. El odoricus de Niem, en otros tiempos secretario del Papa, dice, adhuc vetus Statua marmorea illic posita figurative monstrat hoc factum, "hasta este día una vieja imagen de mármol erigida en ese lugar, mostrando el asunto bajo una figura." Ahora observe la estrecha evasión que los romanistas hacen uso, admitiendo que allí estuvo tal estatua, pero en lo mínimo, era semejante a una mujer teniendo un chico esculpido en ella, no como un niño en envoltura de bebé, sino como un niño de algunos años.

Esta réplica es por un fin menor, porque esa época era ignorante, iletrada, una edad simple, quizás no había más el tallado, la escultura, la pintura, y &lian menciona, que ellos fueron forzados a escribir, sobre o bajo las pinturas, Hic est Bos; ille Equus; hec Arbor: "esto es un toro, esto es un caballo, esto es un árbol;" estos hombres podían conocer que criatura fue pintada en ella. &neas Sylvius, apunta a un más ingenioso tiempo que el de la Papa Juana, condenando de lo mismo a pintores y escultores, como estropeadores tapagujeros, diciendo, "Si nosotros podemos, demos una vista a los grabados o imágenes pintadas hechas doscientos o trescientos años atrás, usted los encontraría pobremente tratados, no como por hombres, sino como monstruos y espantajos." Probablemente tal artista había manoseado la estatua de la Papa Juana, y difícilmente enmarcado como estaba Pio Quinto (1566-1672 NT ), pensó que estando esta levantada, sería descubierta, más si él lo conocía, entonces la removió y la hundió en el Río Tíber, no debido a esto afrentaría la calle, sino ut memoriam illius aboleret, que él "no podía extinguir la memoria de esa vergonzosa acción;" y esto, no solo es atestiguado por los viajeros que estaban en Roma, sino por Elias Hassenmullar, un antiguo miembro de la fiera orden de los jesuitas.

La Silla horadada. Prueba del sexo de los papas o, ¿prueba de su humanidad? Testimonio de los mismos papistas.

Bellarmine en lib. Rom. Pontif., no permitirá esa Silla de Servicio (perforada), porque dice él, que no hay mención que esta era para probar el sexo del Papa, Onuphrius declara que era solo un juguete, y que es, una fatuidad ociosa de gente desocupada; A pesar de esto, Filippus Bergomenfis, un hombre de gran instrucción y estimación en su tiempo (como lo asegura Thritemius), lo registra como una verdad innegable, tal, que allí estuvo tal cosa; sobre su mención hecha de la historia de la Papa Juana, Ad evitandos similes errores Statutum fuit(dice él) ne equis de Cutero in B.Petri collacaretur sede priusquam per perforatam sedem futuri Pontificis genitalia ab ultimo Diacono Cardinale attractarentur: "Para evitar error semejante en el futuro, fue decretado que ningún hombre deba sentarse como Papa, hasta que el más joven Diácono Cardenal haya encontrado por palpamiento que él era hombre, mientras estaba sentado en la Silla de Servicio (perforada)"; lo que es testificado del mismo modo por Laonicus Chalchondilas; que sobre una relación de esta historia procede así, Qua propter ne decipiantur iterum sed rem cognoscant neque ambigent Pontificis creati virilia tangunt et quit angit acclamat; Mas nobis Dominus est: "esto es lo menos que ellos deben hacer para no ser engañados, hacen la prueba de virilidad del Papa por el palpamiento, y el que lo toca lo hace conocer clamando, Nuestro Señor y Maestro es un Hombr. "Y Sabellinu escribiendo sobre la misma materia dice, "Allí está para ser vista en este día, en el palacio del Papa, una Silla de Mármol, en donde el nuevo Papa en breve para su elección es sentado, y así como se sienta, el más joven de los Diáconos, puede hacer la prueba de su virilidad por tocado o palpamiento."

Lo mismo puede ser leído, en William Brewin, quien vivió en el año 1470. Porque en la Capella Salvatoris, dice él, en el Santuario de nuestro Salvador, hay allí dos o más sillas de mármol con huecos en ellas, en donde (como he oído) ellos allí hacen la prueba si el Papa es o no Hombre.

Los romanistas confiesan que allí está tal silla, pero nunca para intentar el uso antes citado; porque (dicen ellos), él no se sienta allí en un rincón, si no en la gran Iglesia de San Juan Laterano, donde un vasto concurso de gente viene a gratificarse con él y donde es atendido por todo el Colegio de Cardenales, con muchos embajadores de reyes y príncipes; mientras que un lugar cerrado, fue arreglado para ese propósito y ellos pueden haber hecho más convenientemente la prueba de su virilidad en el Cónclave donde él era escogido, así es como a ellos les parecía; porque actualmente en su elección, antes que le declaren Papa, ellos lo sientan en una silla en su Cónclave, como usted lo puede eer en el Libro de las santas Ceremonias, dedicado a Leo Décimo; por lo que usted puede ver como habla ociosamente 18  Bellarmine, (si yo puedo ser tan atrevido para hablar así de tan grande cardenal) quien hablando de él para aclarar el punto, nunca dijo de su sentada en la silla del Cónclave, sino solamente, de ese acto en otras sillas de San Juan Laterano, sin embargo como él ha estado sentado públicamente y no en privado, y como ha dicho suficientemente del punto en cuestión dice, que en público no había tal prueba de conclusión con el Papa en tanto que esta era tratada en secreto. Ahora, usted debe preguntarse, con qué fin él se sienta en tal silla públicamente? Le garantizo que la réplica será, que por esta razón, que él pueda recordar que no es Dios sino hombre: considerando que él soporta la necesidad de una banca cerca, tanto como otros; así dice Florimundus, y de veras pienso que él necesita recordar esto. Pero sin embargo algunos papistas vergonzosamente niegan esto, aún por ahí andan papistas parásitos, quienes tienen en claro llamar al Papa (como Santo Tomás lo llama, Cristo, Job. 20: 28) su Señor y Dios; Y aún hay quienes le dan títulos que solamente pueden ser dados a Dios, arrebatando de Dios algunas cualidades de su poder, para abarrotárselas en él.

Ver, Satapleton princip. fid. doctrin. Prwfat. Ad Greg. 13. Plane supremun in terries numen.

Pero, al parecer ellos no necesitan tenerlo sentado en tal Silla, para tal empresa, sino que por su propia necesidad, lo compelían a sentarse habitualmente en ella cada día; y su Toilette Portable sirva para recordarle de su suficiente humanidad: Así, Antigonus el anciano elder (como Plutarco relata), fue convencido que era un hombre y no un Dios. Además a mi entender, ellos no deben haber intentado tal misterio para la ceremonia; pues al fin y al cabo, lo sientan en eso antes que esté en su Pontificalibus, hasta que sea mitrado, sea coronado, hasta que reciba las Llaves, lo que denota su poder para atar y desatar; y una caña que significa su poder para castigar; digo y pienso, que allí, no debe temer olvidarse de sí mismo. Nuevamente, no ha sido mejor que usted medite, en que dispusieron de una indicación, para que un muchacho venga cada mañana a la puerta de la cámara papal, para llamarlo fuera de su cama, e invitarle a recordar, que era mortal.

Al fin logran desfigurar la estatua de la Iglesia de Siena. Confusión de las imágenes y retratos.

Y ahora se factura cuan agenciosos son los romanistas, para empeñarse en borrar o remover cualquier cosa que asista a la continuación de la memoria de la Papa Juana; porque como Pío Quinto lanzó al río Tíber la imagen de mármol de Juana, la cual estaba de pie en la calle donde ella parió, así Clemente Octavo por la sugestión del cardenal Baronio desfiguró su imagen en la Catedral de Sienna, ahora, si el actual Papa, quema también los libros en los cuales está escrito de la Papa Juana, entonces todas las evidencias estarán totalmente perdidas, y sería fácil para ellos probar, que nunca estuvo allí una tal Pontifica Mujer.

Ay¡, (dice el papista) pero qué, si su imagen hubiera permanecido allí? Hay algún sentido, debido a tal imagen, que nosotros estemos obligados a creer que allí estuvo esa tal Papa? Yo le respondo, si creemos a pintores y escultores ciertamente debemos hacer un trabajo fino, y tanto, por cierto, que ciertamente sí creeremos a los pintores y escultores, pues nosotros encontramos la Trinidad pintada por ellos con el parecido de un hombre de tres caras; algunas veces como hombre con dos cabezas teniendo una paloma entre ellas; ambas con un estilo de pintura de la trinidad, que es monstruoso en la opinión de Bellarmine. Encontramos nuestro CRISTO Salvador pintado con cabello largo como si él hubiere sido nazareo por voto y cuya presunción es controlada por el santo Escrito. Nosotros lo encontramos sentado en una nube inclinada, en la parte superior del Templo de Jerusalem, como si el Templo hubiere tenido un campanario rematado como nuestros, lo cual es falso, Encontramos a la Virgen María, pisando sobre la cabeza de la Serpiente, pero que las Escrituras predicen al Cristo mismo haciéndolo¡ Nosotros la encontramos ricamente ataviada con un traje largo de manufactura dorada, cuando incuestionablemente su hábito era miserable y ordinario, y con un par de adornos en su mano, cuando mil años antes de Cristo, los adornos no eran usados en el mundo. Adicionalmente, sus pintores nos recomendaron un Santo sobre el lomo de un caballo, a quien llaman Jorge, y otro a pie, como un gigante, a quien llaman Cristofer, y a una santa mujer en una rueda, a ella le llaman Catherine, y un cuadro en cuarto, dibujado en piezas por caballos, apodado Hippolatus: Mientras en toda la antigüedad no hay mención hecha de ninguno de tales Santos. Así ve usted, que escasamente hay razón para creer en las Pinturas y Esculturas, pero, si el Libro de pruebas o la Tradición que concurre con ellas, nosotros les daremos algún crédito. Pero el mismo ellarmine es de la opinión, Que allí no puede estar un Error en substancia, considerando que (además el Libro-prueba) allí están los monumentos de piedra o de latón para prueba de algún antiguo reporte. Así que, si él habla Palabras de verdad, a verdad está con nosotros.

Contundentes testimonio de eminentes papistas ratificando el papado de Juana (antes de la Reforma).

Pero además de los monumentos de piedra, tenemos los Testimonios de muchos auténticos escritores; entre quienes, Carranza un español, de quien Florimundusdice que desmiente la historia de la Papa Juana, antes de él mismo emprender la plática, pero él le cree; porque estas son sus Palabras, Johannes VIII. Papa 105. sub Petro sedit An.2. Mens. I. Dies 4. De hoc ferunt,quod malis artibus Pontificatum adeptus est quoniancum esset fwmina, sexum mentitus est; et postea a servo comprenssa, doloribus circumventa, mortua est: En Inglés (Español) así. "Juan el Octavo, Papa de ese nombre, y el Papa 105 de la silla de San Pedro, se sentó dos Años, un Mes y cuatro Días. Ellos reportan de su persona, que alcanzó el papado por medios malvados, porque fingió ser hombre, mientras a la verdad era mujer, quien acto seguido engendro un niño con uno de sus sirvientes, cayó en el viaje y murió en ese lugar."

Krantius, quien es recomendado por Pontanus, como un famoso historiógrafo, el cual escribió antes del tiempo de Lutero y por consiguiente el menos sospechoso de parcialidad, dice así, Johannes Anglicus ex Maguntia mulier, mentita sexum, etc. "John Inglés, una mujer de Metz, fingiendo su sexo, siendo rápida de ingenio y lengua voluble, y alguien que pudo hablar escolásticamente, ella se ganó el corazón de todos los hombres, tanto que llegó a la dignidad de Papa, ningún hombre conocía, ningún otro, que ella era hombre, salvo uno de sus sirvientes, quien acto seguido concibió con ella un hijo, ellos dicen que parió cerca del Coliseo, antes ella se hubo sentado dos años completos."

Mantuano, quien es alabado por Trithemius como un excelente teólogo, un conocido filófofo y famoso poeta, un hombre único en toda Italia en su tiempo, tomó esta historia en su descripción del Infierno, describiendo que clase de personas que estaban allí, diciendo:

Hic pendebat adbuc sexum mentita virilem,
F&mina, cui triplici Phrygiam diademate, mitram Extollebat apex etpontificalis adulter..., etc.
Aquí cae una Mujer, quien una vez pasó por hombre,
Quien trocó por calzones, enaguas y abanico.
Por gran rol, ganó ella mucho renombre,
La Mitra Phrygiana de triple Corona.
Aquí asoma esa lujuria, por quien esto es dicho,
La Papa Mujer perdió su himen,
y en la calle sin partera arañó el suelo.

Archilles Gassarus, en su Sumario de todas las Historias y Crónicas coleccionadas de los mejores historiadores, escribe así, Juan el Octavo, por patria Inglesa, por Convocación Papa, todavía por sexo una mujer, vergonzosamente sentada como Papa dos Años y Seis Meses.

Ravifus Textor en su Officina, escribe así 28NT, Scitum ex Chronicis et a majoribus scriptum Johannem Anglicum ab Ephebis sexum verilem simulasse, et tandem fato nescio quo, aut fortuna certe certé volente, ad Ponficatum pervenisse, in quo annos circiter duos sederit, post Leonen quartum, neque prius innotuerit facti veritas, quám a quondam ex domesticis impregnata tandem emiserit partum. "Esta es cosa bien conocida por las Crónicas, y escrita por nuestros antecesores que Juan Inglés, desde joven, se comportó extensamente en cada aspecto como hombre, pero no sé porque destino y por muy grande fortuna, llego a ser Papa, y se sentó por dos años después de Leo el Cuarto, nadie conoció esta falacia y decepción hasta que ella tuvo un niño con su lacayo doméstico, y así concibió un niño": Y Fulgosus, quien fue un noble e instruido hombre, y algunas veces Duque de Génova, afirma la misma historia como verdad, diciendo que Juan Octavo,fue extensamente distinguido como hombre.

Laziardus, es de la misma opinión, así también Hartmannus Shedel, un doctor en Física, pero no un ignorante de las santas Escrituras, ni de inclinación atea como es común en aquellos, no obstante es acusado por Florimondus, de ser uno de la hermandad de los Hussitas, y viviendo en Nuremberg, cuando esa ciudad era infectada con la herejía Hussita, entonces gustosamente persuadiría a su partido a dar crédito a lo aportado por él, porque cualquier cosa que escribiera del papado de Juana la Mujer era parcializado. En respuesta a esto, mejor dicho creo, que Florimundus es uno de la hermandad de los abominables Mentirosos. Porque Hartmannus Shedel, nacido en Nuremberg, fue Estudiante en Padua, hecho doctor en Física, por el gran Matthiolus, y estaba tan lejos del pensamiento Hussita, que en el mismo libro, citado en el margen, ha insertado, un capítulo completo, De H&resi

Hussitarum, et ejus Origine, "De la herejía Husita y sus orígenes." Volateran, historiógrafo de buena constancia, no duda de la realidad de la historia; Trithemius, Abad del Monasterio de San Martín en España, un reverendo, bien leído, y un hombre muy instruído, escribe así, En el mismo año que el Papa Leo murió, Juan Inglés le sucedió por dos años y cinco meses. Ahora, algunos dicen que fue mujer, que era conocida tal por uno solamente y quien era su sirviente, del cual hace mucho engendró un niño, así parió en una calle abierta. Por este motivo algunos no la contarían en la cuenta de los papas, por desagrado a su acción villana: con quien, de hecho, coincide Sabellicus, un hombre de gran estimación en Venecia, reconocido por los más famosos en su tiempo, en toda forma de conocimiento; cuyos libros, Pio Tercero, declaró apreciar tanto, como Alexander a la Ilíada de Homero.

Wernerus Roleunick, quien es reconocido entre los más famosos de la orden de los Cartusianos por Paulus Langius, y alabado por Trithemius como un hombre de profunda instrucción y singular devoción, en confirmación de lo antedicho, escribe así: "Este Juan Apodado el Inglés, por su tierra de Mentz, es reportado por haberse sentado como Papa por ese tiempo: y ella era una mujer, pero se movía con apariencia de hombre. A tal punto sacó ventaja en divinidad que no tenía semejantes, y tanto, que fue escogida como Papa; pero después de corto tiempo, estando embarazada con un niño, cuando acudía en procesión pública, ella alumbró y murió. Este parecía ser el el sexto Papa hasta ése día, el cual fue llamado santo y probó ser una total ruina: Y entonces fue plagado por Dios, como el resto antes que él fueron plagados, nada está de ella en el registro de los papas." De aquí que algunos dicen porque era alemana, y que a un alemán no le es permitido ser elegido Papa, pero esta es una declaración falsa; pues desde entonces varios alemanes han avanzado en el papado.

Mattheus Palmerius, un Italiano, y uno de los hombres escogidos que estuvieron en el Concilio mantenido por Eugenio IV, en oposición al Concilio de Basilea; Pontifex 106. Johanes Anglicus, (dice él) sedit An, 2. Mes. 3. Fama est hunc Johannem fwminam fuisse, et uni soli familiari cognitam, qui eam complexux est, et gravis facta peperit Papa existens; quemobrem inter Pontifices non numerant quiden, ideo nomini numerum non facit; esto es, "Juan, fue una mujer, pero no conocida como tal, sino por uno de sus servidores que se acostaba con ella, por lo que quedó embarazada en tiempo de su papado, y por alguna consideración no está entre los papas, y por ella no hay mas Juanes, es como si ella nunca hubiera existido."

Los ridículos argumentos para negar su existencia.

El reporte que da B. Platina de esta instruida Ramera, (o como el Señor Fox la llama, Ramera de Babilonia) es contradicho por algunos, que suponen que nunca fue dicho por el mencionado autor, sino que es un engaño, tal como Bernartius conjetura, y para confirmar su infundada suposición, nos dice Antonius Hetweeld, un hombre de buen reporte, y regidor de Lovaina le dijo, que Engelbertus Boonius, un reverendo Alemán y Deán le ha mencionado a menudo, que ha visto muchos de los antiguos manuscritos de Platina en el Vaticano en Roma, y dando seguimiento diligentemente, no ha encontrado alguna mención de esta Papa Juana.

Seguramente este reverendo Deán ha tenido la suerte de iluminarse de tales antiguos Manuscritos, como el Regidor de Lovaina le ha informado a Bernartius, pero como viene esto!, puesto que ninguno, Onuphrius, el Cronista Platina, Bellarmine, o Baronio, quienes teniendo como nadie libre acceso en la Biblioteca Vaticana, nunca pudieron ser iluminarlos por esos manuscritos, y como así a él? Cómo es que ninguno desde Bernartius pensó tan bien, para excluir de esa manera a Platina? El reconocimiento de aquellos dos pilares de la Iglesia Romanista, Bellarmine y Baronius, junto con Onuphrius, es que esta historia es originaria de Platina, lo que induce a creer, que Bernartius, creyó al Regidor, o el Regidor creyó al Reverendo Deán, o el Deán hizo un tonto del Regidor, haciéndose tonto él también. Incuestionablemente que estuvieron allí tales Manuscritos, alguno de ellos lo habrían encontrado, para hacerlospúblicos limpiando esa infamia, que más que escasamente permanece sospechosa. Pero ellos están contentos que la higuera apenas eche hojas para cubrir su desnudez, al mismo tiempo que tales manuscritos puedan ser producidos por ellos.

No dudan en desprestigiar a Platina con medias historias, para justificar sus mentiras.

Ahora, puesto que es evidente que Platina escribió la vida de esta Dama Errante, Juana, quien vino desde Atenas y llegando a ser en Roma un agusanado Papa; los romanistas se han empeñado en encontrar otro hueco que trepar, negando que él escribiera por Pública Autoridad, y que no tomara su historia de los Registros Públicos de la Iglesia. Esta creencia es un error y también una grosería, puesto que el mismo Platina declara que escribió por mandato de Sixto Cuarto (1471-1484); y Onuphrius confiesa que él siguió a Damasus, Anastasius, y tales historiadores han escrito antes sobre la misma materia. Pero dice Florimundus, que Platina lo reportó únicamente para exponer sus lecturas, antes que pensara si estas eran ciertas, porque dice él, que Platina habría imaginado esta verdad, la exageró y hecho lo peor sobre esto, logrando con esto vengarse de los papas, con los cuales estaba penosamente indignado. Porque Paulo II (1464-1471), (conocido por todos los hombres, continua él), le torturó y le despojó de todas sus Dignidades, echándolo en Prisión mientras vivía el papa. A esto respondo, es verdad, que él fue torturado y encarcelado por Paulo Segundo, pero los motivos dados son falsos; porque Tritemius acusa al papa de hacerlo con crueldad.

Ahora suponiendo que todo fuese verdad, y siguiendo la lógica de Florimundus, puesto que Paulo Segundo agravió a Platina, por lo tanto Platina odiaba a todos los papas? Porqué entonces Sixto Cuarto (1471-1484) lo gratificó de muchas maneras, poniéndolo en libertad y restaurándolo de sus dignidades? Entonces Platina amaba a todos los papas por esta causa? Si un hombre bondadoso no pudo obrar con amor hacia todos, no es probable que un hombre duro deba engendrar odio o un corazón irritado contra todos; Así, no obstante, es correcto pensar que Platina escribió razonando, y antes bien por eso, porque en las palabras siguientes declara que tales cosas pudieron probablemente suceder.

La prueba de la virilidad papal lo aceptan solo en latín pero no en griego. Sus argumento infantiles.

No no puedo dejar de mirar como deficiente la producción de los anteriores testimonios, pero la posterior prueba de esta historia me permite inferir algo más; de entre nadie común, observe lo que dice Chalcochondelis, "Es bien conocido, que cierta mujer fue hecha Papa en razón no conocer su sexo. Debido a que (casi) en todas en las partes occidentales de Italia, se afeitaban la barba. Ahora, cuando ella estaba embarazada de un niño, acudió afuera para solemnizar un día o por decir un servicio; y cuando estaba en el oficio, alumbró un niño a la vista de toda la gente. Por lo que ellos deben haber salido decepcionados, de tal suerte que desde entonces, ellos hacen una prueba de su virilidad por Palpamiento, y quien lo toca proclama, NOSOTROS TENEMOS UN HOMBRE POR NUESTRO PAPA."

Pero estas palabras son permitidas por ellos por estar en la traducción en latín, pero Baronius no las admite en griego; porque, (dice él) su intérprete Clauserus añadió en su traducción esta historia, la misma que no es encontrada en la copia en griego: Y para que los hombres se convenzan y crean (dice él), que Florimundus ha descubierto tan excelentemente la relación de Clauserus, porque comparando su traducción en Latín, con una traducción sobre el mismo asunto hecha por un francés en su lengua materna, encuentra que la ficción no está en Chalcochondilas, pues no hay una palabra de la fábula en la traducción francesa. Y pero porqué, yo imploro, los franceses no la incluyen como lo hace Clauserus; es que esto puede ser objetado, la verdad no sé cómo este francés fue un traductor fiable, y atreverse a no incluirla si él la encontro en griego, como Florimundo advierte? Y porqué no podemos sostener como Clauserus, y creer a un intérprete como el francés. Y sí, más fiable, siendo que el francés era un papista? Porque los papistas creen que es legal en materia de traducción omitir materias ofensivas, cosa que los protestantes no lo hacen. Si Florimundus o Baronius pudieron habernos informado, donde un hombre pudo haber visto una copia en griego en la que no se encuentre esta historia, pero no, ellos han dicho algo con el fin de desaprobar la historia, sencillamente por la traducción de una de sus propias criaturas, arguyen ridículamente y si alguno de ellos contradice que en las partes occidentales de Italia, todos (casi todos) no se afeitan su barba, como algunos han hecho esta vana objeción, esta es fácilmente respondida:

Y debían afeitarse cabeza y barba, por orden del Papa

Por los canones del Papa los sacerdotes italianos, sí, todos los sacerdotes de la Iglesia Occidental debían afeitarse; Así dice (Pontacus, Hic Papa (Anicetus) Clericos comam et barbam radere in signun clericatus jussit. “El Papa Anicetus ordena al clérigo afeitarse su cabeza y su barba, en señal de que eran parte de la clerecía." Y, Occidentalis ecclesie clerum, ab ipsis ecclessiw Chistianw primordiis barbam radendi morem tenuisse, asserit Gregorius VII. “El Papa Gregorio Séptimo, atestigua, que desde los días de los Apóstoles los clérigos de occidente afeitaron su barbas, de quienes subscribe Durandus, quien vivió por el Año 1280. Porque él conoce que antes y en su tiempo ellos, eran afeitados, probando la legitimidad de esto aparte de Ezequiel, y mostrando los misterios que son traídos por esto. Johannes

Pierus Valerianus, atestigua lo mismo, imputando el error de la elección de la Papa Juana al habitual afeitado de la barba, porque por esta causa alguien difícilmente distinguía un hombre de una mujer, costumbre que es vergonzosamente revivida en esos tiempos fanáticos entre nuestra aristocracia, los cuales afeitándose a ras sus macilentos semblantes, no diferenciaban a una antigua gentil-mujer a no ser por su larga cabellera, que parecía esconder aquellas imperfecciones que concurrían en la época.

Leer 4645 veces Modificado por última vez en Lunes, 10 Diciembre 2018 13:46
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