Nadie puede dudar del poder que tiene la Iglesia Católica, sobre todo cuando se trata de manipular los medios de comunicación o comprar jueces y políticos, para evitar que algún escándalo que los involucrara salga a la luz pública.
Los pontífices romanos, que habían usurpado el poder sobre varias iglesias, fueron particularmente severos con los bohemios, hasta el punto de que les enviaron dos ministros y cuatro laicos a Roma, en el año 997, para obtener reparaciones del Papa.