Harold Lee Lindsey, más conocido como Hal Lindsey, murió el 25 de noviembre del 2024, dos días después de cumplir 95 años. Le sobreviven su esposa, tres hijas, nietos y bisnietos.
Fue tal vez el predicador evangélico más destacado entre el pueblo cristiano, por sus interpretaciones apocalípticas de las Escrituras expuestas en su libro La Agonía del Gran Planeta Tierra, el que fuera uno de los éxitos de ventas más grandes en el mundo entero, y más tarde, en sus presentaciones en video. En su libro explicó de manera clara el significado del Rapto de los Cristianos, antes de la tribulación y el apocalipsis en los últimos tiempos.
Conoció y aceptó al Señor Jesucristo como su Señor y Salvador mientras trabajaba como capitán de un remolcador en el río Misisipí. Asistió al Seminario Teológico de Dallas durante cuatro años y mientras estuvo allí, se sintió atraído por el estudio de la profecía. Sus enseñanzas se basaron en la teología dispensacionalista premilenial, que expone la diferencia entre los tratos de Dios con Israel y la Iglesia.
Vio la fundación del estado moderno de Israel como un cumplimiento de la profecía bíblica, y junto con el doctor David Weber fundador de la Southwest Radio Church, fueron los primeros en enseñar, que el estado de Israel sería refundado un día y que los judíos volverían a habitar el territorio de Canaán en donde reinarán por mil años después del retorno de Cristo.
Esta enseñanza escatológica se convirtió en una parte fundamental de la iglesia cristiana fundamentalista en el mundo. Estaba convencido de que los cristianos abandonaran la Tierra antes de la Segunda Venida de Cristo mediante un rapto instantáneo, durante el cual desaparecerán y se unirán con el Señor en el aire. Enseñó que el rapto iniciaría un período de tribulación de siete años que concluirá con el fin apocalíptico del mundo. Consideraba que el rapto y el regreso de Cristo eran inminentes, aunque algunos cuestionaron sus puntos de vista escatológicos.
Su libro más recordado La agonía del gran planeta Tierra, se publicó en 1970, el que para 1980 había vendido más de 10 millones de copias. El periódico New York Times lo declaró el mejor libro de no ficción de esa década. Le siguieron otros éxitos de ventas, que explicaban con más detalle sus interpretaciones de la profecía bíblica. Entre 1994 y 2005 presentó en vivo su programa semanal profético a través del Canal Daystar, de la red de televisión Trinity Broadcasting Network.
¿Cuál fue su legado al mundo cristiano y a la cultura estadounidense en general? Su exposición clara de la teología dispensacionalista del fin de los tiempos contribuyó a la expansión del Evangelio literalmente en el mundo entero.
Harold Lee Lindsey, más conocido como Hal Lindsey, murió el 25 de noviembre del 2024, dos días días después de cumplir 95 años. Le sobreviven su esposa, tres hijas, nietos y bisnietos. Fue muy conocido en el mundo cristiano por sus interpretaciones apocalípticas de las Escrituras, expuestas en su libro que fuera uno de los éxitos más grandes en el mundo, y más tarde, en presentaciones en video. En su libro La Agonía del Gran Planeta Tierra explicó de manera clara el significado del Rapto de los cristianos, antes de la tribulación y el apocalipsis en los últimos tiempos.
Conoció y aceptó al Señor Jesucristo como su Señor y Salvador mientras trabajaba como capitán de un remolcador en el río Mississippi. Asistió al Seminario Teológico de Dallas durante cuatro años y mientras estuvo allí se sintió atraído por el estudio de la profecía. Sus enseñanzas se basaron en la teología dispensacionalista premilenial, que expone la diferencia entre los tratos de Dios con Israel y la Iglesia.
Vio la fundación del estado moderno de Israel como un cumplimiento de la profecía bíblica que Lindsey esperaba que los cristianos abandonaran la Tierra antes de la Segunda Venida de Cristo mediante un rapto instantáneo, durante el cual desaparecerían y se unirían a Cristo en el aire. Enseñó que el rapto iniciaría un período de tribulación de siete años que concluiría con el fin apocalíptico del mundo. Consideraba que el rapto y el regreso de Cristo eran inminentes. Muchos cuestionaron sus puntos de vista escatológicos.
El libro más recordado de Lindsey, The Late Great Planet Earth (El fin del gran planeta Tierra), escrito con Carole C. Carlson, se publicó en 1970 en Zondervan. Según se informa, en 1980 se vendieron unos 10 millones de copias y el New York Times lo declaró el mejor libro de no ficción de la década.Le siguieron otros éxitos de ventas, que explicaban con más detalle sus interpretaciones de la profecía bíblica. Más tarde se sumergió en el mundo del vídeo, presentando un programa en Trinity Broadcasting Network entre 1994 y 2005, un programa en Daystar y vídeos publicados en su sitio web.
¿Cuál es su legado en la cultura estadounidense en general? Erin A. Smith, profesora de Estudios Americanos de la Universidad de Texas en Dallas, observó que su popularización de la teología dispensacionalista del fin de los tiempos ayudó a allanar el camino para el éxito de los libros Left Behind de Tim LaHaye y Jerry B. Jenkins, y sus adaptaciones cinematográficas. The Late Great Planet Earth se convirtió en una película de 1978 protagonizada por Orson Welles. También puede haber tenido algún efecto en la música popular. En la década de 1970, participó en Vineyard Fellowship, una asociación informal de iglesias en el área del sur de California. También estuvo vinculado a Calvary Chapel. El compositor de gospel Keith Green y el legendario artista de grabación Bob Dylan también estaban activos en Vineyard Fellowship en ese momento.
Jeffrey Lamp, profesor de Teología del Nuevo Testamento de la Universidad Oral Roberts, escribió que las ideas de Lindsey influyeron en la fase cristiana y gospel de Dylan. El legendario cantautor nació en una familia judía, pero lanzó tres álbumes de gospel entre 1979 y 1981. El enfoque de Lindsey en la profecía sobre el pueblo judío y el estado de Israel le permitió a Dylan integrar su origen judío y su nueva fe cristiana, escribió Lamp en un artículo para The Dylan Review.
El Libro de Daniel, además de las lecciones tan poderosas que contiene, también es un texto de valor, que ha sido y es una inspiración para los cristianos que han tenido que soportar dificultades increíbles a través de los siglos en manos de sus verdugos que los han atormentado.
Esta frase se escucha como si fuera una contradicción, pero esas son las palabras que utiliza el Arzobispo Carlo María Vigano, Exnuncio Apostólico en los Estados Unidos, para describir al Papa Francisco. De hecho, rara vez usa el término “Papa Francisco”, sino que a cambio, se refiere a él como “Bergoglio” y cuando habla de su pontificado, le llama el “Papado bergogliano”.
En el pasado, los gobiernos tiránicos no solo prohibían los mensajes religiosos, sino también las novelas, poemas y cuentos, junto con pinturas y otras formas de arte visual que se consideraban “antigubernamentales”. El 10 de mayo de 1933, estudiantes de 34 ciudades universitarias de Alemania quemaron más de 25.000 libros. En esta lista negra estaban incluidos las obras de autores judíos como Albert Einstein y otros, asimismo libros de estadounidenses entre los que se contaba a Ernest Hemingway y Helen Keller, los que fueron reducidos cenizas. Mientras las voraces llamas iluminaban el cielo nocturno, 40.000 estudiantes y adultos daban el saludo nazi. Esto marcó el empobrecimiento intelectual y el declive de una gran nación y un gran pueblo que había contribuido inmensamente con la humanidad.