No hace falta ser un estudioso de la profecía bíblica, ni un erudito sobre la historia del Medio Oriente para comprender, que la dinámica que está teniendo lugar en ese lugar del planeta, es la preparación para una guerra inminente. Los gobernantes de la geopolítica mundial, tal como la élite de la ONU, temen que esta región sea el punto de ignición de un conflicto futuro que explotará tal vez pronto, en una conflagración nuclear en toda regla.
Todas las cosas parecen empeorar con cada día que pasa, y muchos estudiosos de la profecía bíblica creen que eso es exactamente lo que sucederá al final de esta era. Mientras tanto los creyentes en Cristo experimentamos un sentimiento agridulce: agrio porque todo lo que está sucediendo de alguna forma implica que el mundo se acerca al Período de la Tribulación; y dulce porque es una indicación de que el Señor Jesucristo regresará muy pronto para sacar a su Iglesia fuera de este mundo.