La Biblia clara y consistentemente establece que el recibir a Jesucristo como Salvador, por gracia a través de la fe, garantiza la salvación.
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; Juan 1:12
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Juan 3:16
El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Juan 3:18
El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él. Juan 3:36
Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. Hechos 16:31
Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. Romanos 10:13
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Efesios 2:8-9
La Iglesia Católica Romana rechaza esto. La posición oficial de la Iglesia Católica Romana es que una persona debe creer en Jesucristo Y ser bautizada Y recibir la Eucaristía junto con los otros sacramentos, y obedecer los decretos de la Iglesia Católica Romana y realizar obras meritorias y no morir con algún pecado mortal y etc., etc., etc.
La divergencia Católica de la Biblia en el más crucial de los puntos, la salvación, significa que sí, el Catolicismo es una religión falsa. Si la persona cree lo que la Iglesia Católica enseña oficialmente, él o ella no serán salvados. Cualquier demanda de obras o rituales que deban ser añadidos a la fe para obtener la salvación, es afirmar que la muerte de Jesús no tuvo el valor suficiente para comprar nuestra salvación.
Mientras que la salvación por fe es el punto más crucial, al comparar el catolicismo romano con la Palabra de Dios, existen también muchas otras diferencias y contradicciones. La Iglesia Católica Romana enseña muchas doctrinas que están en desacuerdo con lo que la Biblia declara. Esto incluye la sucesión apostólica, la adoración y oración a los santos o a María, el Papa / papado, el bautismo de infantes, la transubstanciación, indulgencias plenarias, el sistema sacramental, y el purgatorio. A pesar de afirmar los católicos la base bíblica de estos conceptos, ninguna de estas enseñanzas tiene ninguna base sólida en la clara enseñanza de la Escritura. Estos conceptos están basados en la tradición católica, no en la Palabra de Dios. De hecho, ellos claramente contradicen los principios bíblicos.
Con referencia a la pregunta “¿Son salvos los católicos?”, esta es la pregunta más difícil de responder. Es imposible hacer una declaración universal sobre la salvación de todos los miembros de cualquier denominación cristiana. No TODOS los bautistas son salvos. No TODOS los presbiterianos son salvos. No TODOS los luteranos son salvos. La salvación es determinada por la fe personal solamente en Jesús para salvación, no por los títulos o identificación denominacional. A pesar de las creencias anti-bíblicas y las prácticas de la Iglesia Católica Romana, hay creyentes genuinos que asisten a las iglesias católicas. Hay muchos católicos romanos que genuinamente han depositado su fe solamente en Jesucristo para salvación. Sin embargo, estos cristianos católicos son creyentes, a pesar de lo que la Iglesia Católica enseña, no por lo que ella enseña. En cierto grado, la Iglesia Católica enseña de la Biblia y señala a la gente a Jesucristo como el Salvador. Como resultado, algunas veces la gente es salvada en iglesias católicas. La Biblia tiene un impacto en donde quiera que es proclamada (así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié. Isaías 55:11). Los cristianos católicos permanecen en la Iglesia Católica por la ignorancia de lo que la Iglesia Católica es realmente, por una tradición familiar y presión, o por el deseo de alcanzar a otros para Cristo.
Al mismo tiempo, la Iglesia Católica también aleja a mucha gente de la fe genuina y relación con Cristo. Las creencias y prácticas no bíblicas de la Iglesia Católica Romana, con frecuencia les han dado a los enemigos de Cristo la oportunidad para blasfemar. La Iglesia Católica Romana no es la iglesia que estableció Jesucristo. No es la iglesia que está basada en las enseñanzas de los apóstoles (como se describe en el Libro de Los Hechos y en las epístolas del Nuevo Testamento). A pesar de que las palabras de Jesús en Marcos 7:9 fueron dirigidas a los fariseos, ellas describen con exactitud a la Iglesia Católica Romana, “Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición.”