Otras dos personas fueron detenidas también: un integrante de los servicios secretos italianos y un operador financiero, pocos días después de que se anunciara la conformación de una comisión para reformar el Instituto de las Obras de la Religión (IOR), conocido como banco del Vaticano.
Según la prensa local, las tres personas son investigadas por varias transacciones ilícitas, además de un presunto plan para retornar a Italia desde Suiza 20 millones en euros pertenecientes a una familia amiga.
Scarano, quien se desempeñaba como contador en la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, ya había sido suspendido del cargo a finales de mayo.