Según medios locales, un tribunal de la ciudad de Punta Arenas, al sur de Santiago, sentenció a una pena de 541 días de prisión remitida a Luis Juragaro como autor del delito de "vulneración de la intimidad y vida privada".
El sacerdote admitió ante el tribunal haber instalado una cámara en el baño de la parroquia Nuestra Señora del Carmen de la localidad de Puerto Williams, que estaba conectada a un televisor en su habitación que le permitía observar a las mujeres que ingresaban al baño.
De acuerdo con la Fiscalía, Juragaro almacenó las imágenes en un archivo que guardó en tarjetas de memoria y en su ordenador personal.
La justicia chilena determinó otorgar al sacerdote la remisión de la pena atendiendo el pedido de la defensa del religioso con base en su "irreprochable conducta anterior".