Roma.- El Vaticano ha encontrado una manera de constituir ilegal el informar sobre los abusos sexuales del clero, y lo peor es que logró encontrar una forma de cómo hacerlo sin que la mayoría del público lo sepa.
Un par de “milagritos” son el pasaje de Juan Pablo II para el viaje al “cielo”… cuando hay miles, millones de testimonios de víctimas de curas pederastas, que fueron violadas y sodomizadas con el conocimiento y aceptación de Wojtyla.