El 31 de Octubre festejaban el Samhain (fin del verano), ellos creían que la brecha entre el mundo de los muertos y los vivos se estrechaba, y los espíritus que se encontraban en un estado intermedio (ni cielo, ni infierno) podían viajar a nuestro mundo, En esta fecha, se ofrecían ofrendas de comidas y sacrificios a los dioses.
Se creía que los espíritus, buenos o malos, regresaban a visitar sus hogares terrenales y podían manifestarse poseyendo un ser vivo, animal o persona, o por medio de intercesores (médiums), para no llegar a ser poseído por una malvada alma errante, la gente se disfrazaba, para no ser atractivo y, así, “asustar” a estos entes.
¿Qué tienen que ver las calabazas?
Los druidas sacerdotes celtas e intercesores, recorrían las calles con remolachas forrajera ahuecada, con caras grotescas, para así darle un impacto visual, con una vela en su interior. Éstos creían que los espíritus al ser conjurados, eran atrapados dentro de la remolacha y eso le daba poder para hacer efectivo los hechizos. También las personas las usaban en sus casas, para disuadir a los espíritus malos a no entrar en ellas, cuando la celebración llegó a los Estados Unidos, por medio de los inmigrantes Irlandeses, se remplazó la remolacha ahuecada por la calabaza.
En primer lugar, esta fecha es considerada la más importante para todas las prácticas de ocultismo. En nuestros días, se ha popularizado por el fuerte movimiento económico, recaudando solamente en Estados Unidos, más de 2 millones de dólares. La decoración de casas y comercios, junto con los disfraces, son moneda corriente, pero esto NO desplaza el significado y propósito de esta fiesta, cuya popularidad viene creciendo año tras año.
¿Pero qué realmente hay detrás de esta fiesta?
Es la fiesta de mayor importancia para la brujería y otros tipos de ocultismo.
Es el único día en que los satanistas piden especial ayuda al “señor de la muerte” para realizar sus “trabajos”.
En algunas partes del mundo, en este día se ofrecen sacrificios humanos, está comprobado que del 29 al 31 de octubre las estadísticas de desaparecidos, especialmente de niños, crece en Estados Unidos y en parte de Europa aproximadamente un 10%, en Latinoamérica no hay estadísticas.
En el correr de la historia, este día ha sido considerado como especialmente propenso para todas las formas de adivinación y de invocación de espíritus.
Al festejar este día estoy apoyando estas prácticas, que tienen un sin número de facetas, como la reencarnación (creencia según la cual un ser humano después de la muerte puede volver a nacer, ya sea como animal o como ser humano), el chamanismo (sacerdotes brujos) y la doctrina de los druidas.
¡Cuán diferente es lo que nos ofrece Dios! Él ofrece paz y seguridad. Cuán bueno sería si pudieras temer la seguridad de estar en las manos del Señor, y libre de toda obra de Satanás. ¡Es posible! Al que cree de todo corazón, Dios promete que nada podrá separarlo de él.
La Palabra de Dios nos advierte, “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios”. 1 Timoteo 4:1.
Dios nos insta a alejarnos de todas estas prácticas, que cada vez son más comunes en nuestro vocabulario. El apóstol Pablo inspirado por Dios, dice “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro". Dios por medio de la sangre derramada en la cruz por Jesús, nos perdona de todo pecado. Nuestro Salvador le quitó el poder a aquel “que tenía imperio de la muerte, esto es, al diablo” (He. 2:14)