Prefacio (estudio tomado del sitio -estudiosmaranatha.com- sin permiso)
Este libro fue escrito en respuesta a las numerosas peticiones de nuestros auditores del programa radial "MARANATHA" quienes nos solicitaron en forma insistente poder contar por escrito con esta serie de programas.
Hemos procurado recopilar lo más textualmente posible todo lo que predicamos en esa serie de 24 capítulos.
Nuestro propósito no fue convencer a los líderes llamados evangélicos que se han deslizado al ecumenismo fornicando con la gran ramera, ni menos aún llamar la atención a los católicos, simplemente nuestro objetivo está enfocado al numeroso pueblo evangélico que ciegamente está siguiendo a sus líderes en su error, para que ellos no tengan también que caer en el hoyo. Porque el Señor dijo: "Si un ciego sigue a otro ciego, ambos caerán al hoyo".
Que estamos viviendo tiempos peligrosos, eso no le cabe la menor duda a nadie, porque todos sabemos que estamos en los últimos tiempos, en el preludio del acontecimiento más glorioso que la iglesia será protagonista, me refiero a la venida del Señor Jesucristo por los suyos.
Él nos advirtió que sería durante el avivamiento de la apostasía que retornaría, y no durante un avivamiento espiritual como algunos pretenden. Tiempo en el cual se levantarían muchos falsos profetas, engañando y siendo engañados, y se darían a las fábulas. Hombres que teniendo apariencia de piedad, es decir, que están dentro de la iglesia.
El Señor nos advierte en su Palabra en 2 Tim cap.3 que serán hombres avaros, vanagloriosos, amadores de los deleites más que de Dios, 1 Tim 6:5 "que toman la piedad como fuente de ganancia, apártate de los tales".
En Tito 1:11 nos dice: "a los cuales es preciso tapar la boca; que trastornan casas enteras, enseñando por ganancia deshonestas lo que no conviene".
El Señor nos manda: "Apártate de los tales" y vuélvete a las Sagradas Escrituras, escudríñalas y sed hacedor de lo que tu Señor te ordena.
Que el Espíritu Santo nos guíe para poder seguir el ejemplo de los hermanos de Berea, que Dios lo consignó en su Palabra para nuestra enseñanza Hechos 17:11 "Estos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la Palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así".
Que así sea y el Espíritu Santo le guíe a toda verdad.
Amén.
Roma quemó las Biblias Los pseudo evangélicos dicen: "La letra mata"
Para el desarrollo de este tema les invito a considerar el pasaje del evangelio de Marcos cap. 2:22 donde Jesús dijo: "Nadie echa vino nuevo en odres viejos, de otra manera, el vino nuevo rompe los odres, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar".
Los fariseos deseaban apegarse a sus tradiciones y costumbres, a toda la enseñanza religiosa que habían heredado, para esto resistían al Señor y a Su enseñanza.
Con este objetivo Jesús les refiere esta parábola, para mostrarles la insensatez de su rechazo:
"Nadie debe echar vino nuevo en odres viejos. Porque el vino nuevo proseguirá su proceso de fermentación, se expandirá, y romperá los odres viejos, produciéndose la pérdida de ambos. Los odres se inutilizarán y el vino se derramará". El vino nuevo debía depositarse en odres nuevos.
No basta con un cambio de religión, debe producirse necesariamente un cambio en el corazón. A esto la Biblia llama conversión, nacer de nuevo, pasar a ser una nueva criatura en Cristo. Es el precioso milagro por el cual el Espíritu de Dios da vida al pecador que estaba muerto en sus delitos y pecados, como dice en Ef 2:1
"Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados". El propósito de estos estudios de la serie "Vino nuevo en odres viejos" es mostrar a aquellos que aunque en forma sincera, se encuentran sinceramente equivocados y serán sinceramente condenados si no depositan el vino nuevo en odres nuevos.
El infierno está lleno de personas sinceras, porque la salvación de nuestras almas jamás ha sido por medio de la sinceridad, sino por la fe depositada en el Señor Jesucristo.
Jesús dijo: El que no naciere de nuevo, no puede tan siquiera aspirar a ver el reino de Dios. No deseamos que ninguno de nuestros lectores se encuentre entre aquellos que describe la parábola de las 10 vírgenes. Aquellas que se identificaron con las prudentes, se vestían igual, tenían lámparas en sus manos, toda una apariencia externa igual, pero no tenían el aceite que es símbolo del Espíritu Santo y por ende, de la salvación, porque dice la Palabra del Señor que aquellos que no tienen el Espíritu, no son de él.
Cuando Cristo venga a buscar su iglesia, recibirán el solemne rechazo del Señor. Allí clamarán con angustia: "Señor, Señor ábrenos, pero él les contestará: no os conozco". Porque él ha dicho en Jn 10:27 "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna, y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano".
Dios promete eterna salvación a los suyos. A los líderes religiosos que están conduciendo a las multitudes al infierno, les dirá como les advierte en Mt. 7:22 "Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, no profetizamos en tu nombre y en el nombre de Jesús echamos fuera demonios, y en el nombre de Jesús organizamos grandes cruzadas de milagros? ... Y entonces les declararé: Nunca os conocí, apartaos de mí, hacedores de maldad".
Ambos, los líderes y los que se encuentran siguiendo a estos personajes, serán arrojados al infierno, es la solemne advertencia del Señor "Si un ciego sigue a otro ciego, ambos caerán al hoyo".
Nadie podrá presentar como excusa: "Señor, a mi me engañaron, yo creí a mi pastor". Todo lo que los pastores digamos debe ser examinado a la luz de la Palabra de Dios. Es su responsabilidad comprobar con la Biblia si estas cosas son así; de lo contrario, su irresponsabilidad le conducirá por camino equivocado.
"Hay camino que al hombre le parece derecho, pero su fin es camino de muerte". No podría ser de otro modo, porque se encontraría siguiendo a hombres y no al Señor.
Si los dichos de los apóstoles merecieron la seria comprobación con la Palabra del Señor por parte de los cristianos de su época, como dice en Hch. 17:11 "escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así". Cuanto más en nuestros días, cuando Dios nos advirtió que en nuestro tiempo se levantarían muchos falsos maestros, engañadores, que tendrán apariencia de piedad.
2Pd.2:1-3 "Habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras... Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas"
1Tm.6:5 "Toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales"
2Tm.4:4 "Y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas"
2Tm.3:13 "los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados"
Es su responsabilidad comparar con su Biblia si lo que yo estoy afirmando y lo que otros líderes religiosos enseñan, es conforme a la Palabra del Señor.
Ponga bajo la poderosa luz de la infalible Palabra de Dios todo lo que escucha o lee, para no encontrarse en la trágica situación cuando Cristo venga de ser rechazado por el Señor, porque usted fue uno de los muchos religiosos que han seguido a hombres, pero no al Señor.
Oramos fervientemente para que el Espíritu Santo abra su entendimiento y le haga comprender su verdadera situación ahora, que aún hay tiempo y la puerta de la salvación todavía permanece abierta.
Le invitamos a reflexionar seriamente con su Biblia y analizar sin fanatismos sectarios, sino que en la sola dependencia del Espíritu Santo, los 24 puntos que iré exponiendo para hacer una síntesis sobre el paralelismo que existe entre el catolicismo romano y los pseudo evangélicos de hoy.
El primer punto es: "Roma ha despreciado y quemado las Biblias a través de los siglos". Hoy los pseudo evangélicos desmotivan la lectura de la Palabra de Dios, con afirmaciones tan necias y sacadas de contexto como cuando dicen: "No lea la Biblia, porque la letra mata".
La historia nos enseña que el surgimiento y fortalecimiento de la iglesia católica romana, no se debió exclusivamente a las armas del emperador Constantino, sino que su gran aliada para robustecerse y perdurar a través de los siglos, fue someter al pueblo a la ignorancia de la Palabra de Dios.
No solamente privaron al pueblo de la bendición que significa leer la Biblia, sino que en un desprecio absoluto por el mandamiento que nos dejara el Señor Jesucristo de escudriñar las Sagradas Escrituras, la iglesia católica romana prohibió su lectura.
No se limitó únicamente a prohibir la lectura de la Biblia, sino que mandó a las llamas de la hoguera a todos aquellos cristianos fieles que osaron obedecer al Señor, antes que a ellos.
El papa Gregorio IX en el concilio de Valencia en el año 1229, prohibió oficialmente la lectura de la Biblia, y todos aquellos que fueron sorprendidos en tan "grave pecado", fueron entregado a sus inquisidores, donde ardieron como antorchas vivientes para iluminar el camino del evangelio.
Desde el principio, la Palabra de Dios y el Espíritu Santo, han sido los factores que más han influenciado en la iglesia para conservarla en pureza y santidad.
La traducción de la Biblia a varios idiomas fue lo que influyó en el avance arrollador de la iglesia cristiana y lo que definió la victoria de la Reforma, en los tiempos cuando la iglesia católica romana tenía poder sobre la vida y la muerte de las personas, cuando Roma ponía y sacaba reyes.
Doscientos años antes de Jesucristo, el Antiguo Testamento fue traducido en Alejandría desde el hebreo al griego.
Esta traducción se la conoce como la Septuaginta, fue la que el Señor usó durante su ministerio terrenal, aunque él, deseando que todos le entendieran, les hablaba en arameo que era el idioma del pueblo.
Siglos después, un monje católico, Jerónimo, que había vivido en Antioquía y Bethehem, realizó una nueva traducción al latín directamente del hebreo. Ésta fue conocida como La Vulgata y fue la única reconocida como auténtica por la iglesia católica.
Por muchos siglos el pueblo fue privado de leer la Biblia, porque desconocían ese idioma. Los curas durante la misa debían citar, los pocos pasajes que leían, desde un misal en latín.
Pero Dios no iba a dejar indefinidamente a su Pueblo sin Su Palabra, así que levantó instrumentos humanos que él había preparado para que hicieran las traducciones al idioma del pueblo.
Paradojalmente estos eran monjes y sacerdotes que habían tenido el privilegio de estudiar profundamente la Biblia en sus monasterios.
Fue esa Palabra que Dios prometió que no volvería vacía, la que comenzó a trabajar en los corazones de estos monjes. Y fue así, como arriesgando sus vidas, hicieron tan valioso aporte a la obra del Señor.
John Wycliffe tradujo la Biblia al Inglés, Martín Lutero al Alemán, Juan Calvino al Francés, Casiodoro de Reina al Castellano.
Dios bendijo las publicaciones de estas traducciones para ponerlas al alcance del pueblo, con la invención de la imprenta por Gutemberg en el año 1435. La reacción de la iglesia católica fue poner precio a las cabezas de estos "herejes".
Calificó estas traducciones que se hicieron en el idioma del pueblo, como herejes y blasfemas, confiscando y quemándolas en hogueras públicas. Su odio contra la Biblia les llevó también a quemar a los "herejes" que portaran un ejemplar de ese libro maldito.
Esto es lo que los católicos inteligentes se cuestionan: "¿Es esta la actitud racional de un hombre infalible, como se autoproclama el papa?".
¿Cuál es la razón para prohibir lo que el Señor mandó leer? ¿Qué es lo que pretenden ocultar? Ellos desean ocultar lo mismo que descubrieron en la antigüedad en la Biblia, los monjes John Wycliffe, Jan Hus, Zwinglio, Lutero, Calvino, Knox y cientos de otros que continúan desertando, porque se encuentran con la poderosa Palabra de Dios, la Biblia, y tienen no solamente que reconocer, sino doblegarse ante la evidencia irrefutable que el catolicismo no se puede sostener con la Biblia, es más, su fe es diametralmente opuesta a la enseñanza de Dios.
Por ejemplo, los catecismos de Roma, inclusive los que usan los niños para su 1ª Comunión, enseñan solamente 9 mandamientos de la ley de Dios y para completar el número 10 han dividido el décimo en dos. ¿Por qué? Porque han eliminado el 2º mandamiento que dice: "No te harás imagen ni te inclinarás ante ellas".
En fin, cualquiera que lea la Biblia sin prejuicios ni fanatismos, verá desmoronarse casi todos los credos católicos ante sus propios ojos. Jesús reconoció la Biblia como la infalible Palabra de Dios, predicó y enseñó de ella.
En Jn 10:35 dijo: "La Escritura no puede ser quebrantada". En Mt. 24:35 dijo: "El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán". El nos manda a leerla y escudriñarla. El Señor reprendió a los saduceos diciéndoles en Mt. 22:29 "Erráis, ignorando las Escrituras".
En Ap. 1:3 Dios dice: "Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de ésta profecía, y guardan las cosas en ellas escritas".
Si nos privan de la Biblia nos están quitando la enseñanza verdadera, el alimento espiritual no contaminado, nuestra consolación y esperanza. Es más, nos estarían despojando del camino de la salvación.
Dice Dios en 2Tim. 3:15 "Las Sagradas Escrituras te pueden hacer sabio para la salvación, por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia".
Sabido es que todo sistema intolerante se mantiene en el poder, no sólo por la fuerza de las armas, sino que también sometiendo a las mayorías en la ignorancia.
Los líderes pseudo evangélicos tampoco han resistido a la tentación de sumir a su pueblo en la ignorancia bíblica para dominarlos. Es muy triste escucharles extraer de su contexto, como es la característica de ellos, para decir: "No estudie la Biblia, porque la letra mata".
Este es uno de los insultos más groseros que raya en la blasfemia, que se está repitiendo hasta el cansancio en el día de hoy por estos líderes religiosos inescrupulosos que desean alejar al pueblo de Dios de la lectura de la Biblia.
Porque si sus congregaciones conocieran la Palabra del Señor, ellos no podrían seguir haciendo ni diciendo las insensateces que enseñan.
El apóstol Pablo dice en Romanos 7:6 a los cristianos: "Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu, y no bajo el régimen viejo de la letra".
Cualquier persona con una inteligencia normal, comprende que el régimen viejo de la letra, se refiere a la ley de Moisés que Dios entregó al pueblo de Israel por medio de ordenanzas y estatutos comprendidos en los escritos de Moisés.
Aquí llama al nuevo pacto, "el régimen nuevo del Espíritu". Y al viejo pacto, "el régimen viejo de la letra".
El mismo precepto expone en 2Cor. 3:6 dice: "el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, (es decir; no de la ley) sino del Espíritu, porque la letra mata, mas el Espíritu vivifica".
Dice que la letra (la ley de Moisés) mata, porque por las obras de la ley nadie será salvo, porque nadie ha podido cumplir toda la ley, solo el Señor, Stgo. 2:10 dice: "Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos".
Y en Gálatas 3:10 es aún más fuerte, porque dice: "Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas". Sólo por gracia somos salvos por medio de la fe en el Señor Jesucristo.
Es una característica típica de estos falsos maestros, citar un versículo o una parte de éste y aislarlo de su contexto. Pero es su responsabilidad, estimado amigo, leer todo el capítulo, y si aún así no halla claridad, lea el capítulo anterior y el que sigue.
Le aseguro que verá lo simple que resulta su interpretación. Haga Ud. la prueba con esta parte del versículo que estos mutiladores de la Palabra hacen, y comprobará lo absurdo y blasfemo que resulta lo que ellos dicen, porque es totalmente opuesto a lo que Dios enseña.
He. 4:12 "Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos, y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón".
2 Tim. 3:15 "las Sagradas Escrituras te pueden hacer sabio para la salvación por la fe en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia".
Jesús dijo en Lc.11:28 "Bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan". Ap. 1:3 dice: "Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas". Jesús mandó (Jn. 5:39) "Escrudiñad las Escrituras porque ellas son las que dan testimonio de mí".
Dios nos dice que su Palabra es viva y eficaz, que es útil y que nos hace sabios. El Señor nos manda escudriñarlas, y estos falsos maestros dicen: "No lo haga, porque la letra mata". Que blasfemia y atrevimiento de estos falsos maestros.
Sólo podemos concluir que cuando hombres se oponen a la lectura de la Biblia, es porque su conducta y dichos son malos, y no desean ser expuestos bajo la poderosa luz de la Palabra de Dios, porque sus obras son malas.
Otros no desean que sus congregaciones conozcan la Biblia porque ellos mismos son ignorantes de la Palabra del Señor, y se sienten muy incómodos cuando algún hermano les hace alguna pregunta bíblica. Para cubrir su propia ignorancia les dicen: "No lea la Biblia, porque la letra mata".
Qué insulto a la Palabra del Dios vivo y que transmite vida a través de ella. Como vemos, existe un estrecho paralelismo entre Roma y estos pseudo evangélicos. Roma prohibió y quemó las Biblias durante siglos. Sus nuevos hermanos también están demostrando un desprecio absoluto por la Palabra del Señor.
Otro tanto podríamos añadir sobre la astucia de la persecución encubierta que hoy existe contra la Biblia. Nos han invadido de traducciones y revisiones donde se siembra la duda sobre muchos pasajes, añadiendo notas al margen donde dicen a sus lectores: "Este pasaje no se encuentra en los originales, o que no existen pruebas suficientes sobre su autenticidad".
El Señor nos dijo que "La Escritura no puede ser quebrantada". "El cielo y la tierra pasarán, pero mis Palabras no pasarán".
Hoy la Palabra del Señor ha dejado de ser el libro de Dios, para ser reemplazada por "La Biblia Pentecostal", "La Biblia de Ryrie", etc. El cristianismo histórico siempre rechazó las notas explicativas al margen, porque creemos en la libre interpretación bajo la única dirección del Espíritu Santo.
Dios no necesita la ayuda de estos teólogos modernistas para darse a entender al hombre, cuya principal motivación es respaldar el movimiento ecuménico y sembrar la duda en quienes están buscando la verdad.
Estimado amigo, le recomendamos leer la Biblia, para lo cual le sugerimos como ejemplares confiables la traducción de Casiodoro de Reina en sus revisiones del año 1909 o 1960, más allá de esto, encontrará ingredientes humanos que le pueden confundir su fe.
Que el Señor le guíe por medio de su Palabra y a través del Espíritu Santo.
"Roma añadió libros Apócrifos"
Con la ayuda del Espíritu Santo y la autoridad de la Biblia, daremos un vistazo a la historia para considerar la segunda semejanza que hemos señalado: "Roma añadió libros apócrifos y la tradición, hoy los pseudo evangélicos están añadiendo nuevas revelaciones".
Dios reveló su Palabra a los santos hombres de la antigüedad, y ésta fue escrita en rollos de cuero y posteriormente en papiros.
El cuidado, preservación y copias de estos rollos, Dios la encomendó a su pueblo escogido, Israel. Dice la misma Biblia en el Nuevo Testamento en Rm. 3:2 "A los judíos les ha sido confiada la Palabra de Dios".
Este pueblo que la iglesia católica discriminó y persiguió durante siglos, principalmente durante las cruzadas y la inquisición, período que abarca desde el siglo XI hasta principio del siglo XX.
En la 2ª guerra mundial el Vaticano no sólo bendijo las armas de Hitler y Mussolini, sino que firmó un concordato con los dictadores que consolidó al Vaticano como un estado independiente, donde emergió como un poderoso imperio económico.
Las cruzadas y la Inquisición son un período de asesinatos masivos que organizó la iglesia católica. Dice la historia que asesinaron aproximadamente a 65 millones de cristianos y judíos durante la llamada "Santa Inquisición".
Este horrible genocidio que fue escrito con la sangre de tantos millones de mártires, comenzó a fines del siglo XI. Fecha que hemos de tener presente para comprender cuál fue el verdadero motivo y contexto histórico que impulsó a la iglesia católica añadir los libros apócrifos, los cuales fueron reconocidos oficialmente por Roma recién en el concilio de Trento, en el año 1546.
También es importante destacar que la Reforma había tomado cuerpo para comenzar una labor más pública y masiva, con las 95 tesis que clavó el monje Martín Lutero el 31 de Octubre de 1517 en las puertas de la iglesia de Witemberg.
Dios dice, y aún lo transcriben correctamente en sus Biblias católicas en la Epístola a los Romanos cap. 3:2 "a los judíos les ha sido confiada la Palabra de Dios".
Pero los líderes católicos en un desprecio absoluto por la Palabra de Dios y su pueblo escogido, Israel, hicieron caso omiso a la supremacía del Señor y añadieron libros apócrifos o deuterocanónicos, como ellos los llaman.
La Palabra "apócrifo" proviene del griego "apokrupha" y significa "no reconocido" o "no canónico", es decir, que no corresponde al canon de las Sagradas Escrituras.
La Biblia tiene una división natural de dos Testamentos, el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. Al antiguo corresponden todos los libros sagrados que se escribieron antes de la venida del Señor. El Nuevo Testamento contiene los libros que se escribieron con posterioridad a su venida.
El Nuevo Testamento contiene 27 libros, que son exactamente iguales en las Biblias católicas y las Biblias de los cristianos evangélicos. Vale decir que en el Nuevo Testamento no existe ninguna diferencia, el problema radica en el Antiguo Testamento.
Los judíos siempre han reconocido hasta nuestros días, únicamente los 39 libros del Antiguo Testamento que existen en nuestras Biblias.
El Señor Jesucristo ni sus apóstoles, jamás hicieron una sola referencia a los libros apócrifos, aun considerando que en el Nuevo Testamento existen alrededor de 260 citas recopiladas del Antiguo Testamento y 370 alusiones a pasajes del Antiguo Testamento.
Por lo tanto, si ni los judíos, a quienes les fue confiada la Palabra de Dios, ni el Señor Jesucristo, ni sus apóstoles reconocieron como inspirados divinamente los libros apócrifos. ¿Por qué 53 obispos en el concilio de Trento en el año 1546, fecha en que se hallaba en pleno apogeo la Reforma, insistieron en considerar a los libros apócrifos dentro del canon de las Escrituras, elevándolos a un mismo nivel de los 39 libros del Antiguo Testamento? Es decir, dándoles el reconocimiento oficial de Roma de que esos libros también eran inspirados divinamente.
Primero hemos de señalar cuáles son los libros apócrifos y cuál es su origen. Decíamos que los judíos fueron muy celosos con la misión que Dios les encomendó de preservar su Palabra. Ésta estaba escrita en rollos y como todo estudiante de la Biblia, poseían además otra literatura clásica de la época, pero que ellos nunca la reconocieron ni la reconocen en el día de hoy como inspirada por Dios.
Entre esa literatura anexa, estaban los siguientes rollos: Tobías - Judit - I y II de Macabeos - Sabiduría - Eclesiástico - Baruc - Las adiciones al libro de Ester - La epístola de Jeremías - La oración de Azarías - Susana - El dragón y la campana - La oración de Manasés. Todos ellos eran alrededor de 15 rollos o libros como diríamos en nuestros días.
El Antiguo Testamento hebreo con sus 39 libros fue concluido 400 años antes de Cristo. En el siglo II antes de Cristo, es decir 200 años antes que viniera el Señor Jesucristo a la tierra, se hizo una traducción al griego, en Alejandría, Egipto; no por motivos religiosos sino culturales.
Egipto nunca ha sido un país cristiano. Esta tarea fue encomendada a 70 estudiosos para completar la biblioteca de Alejandría, que tanto les enorgullecía en esa época. Razón por la cual no solamente tradujeron los 39 rollos del Antiguo Testamento, sino que además, los clásicos de entonces, es decir, incluyeron en su biblioteca los escritos apócrifos.
Estos 70 estudiosos trabajaron separadamente para una vez finalizada su labor, confrontarla y corregirla. Se hicieron varias copias de todos los libros de la cultura judía. Esas traducciones, conocidas como la Septuaginta, contenían los 39 libros del Antiguo Testamento, más 12 a 15 libros apócrifos que también fueron traducidos para enriquecer la gran biblioteca de Alejandría, en un esfuerzo para conservar la literatura de la época. Recordemos que ellos no eran cristianos, su interés fue meramente cultural.
No todas las copias contenían la misma cantidad de los libros apócrifos, porque los traductores, hombres cultos, conocían que esos libros eran de menor significancia.
El historiador Josefo en el año 90, escribe una lista de los libros sagrados para los judíos y no incluye ni uno solo de los apócrifos. En el siglo V de nuestra era, Jerónimo un fraile católico hizo una traducción al latín utilizando la Septuaginta e incluyó algunos libros apócrifos, pero declaró enfáticamente en su propia introducción que estos no formaban parte del canon inspirado de Dios.
Fue lamentable que los incluyera en su traducción, porque pese a su propia aclaración fue usada en el concilio de Trento para reconocerla oficialmente como la traducción oficial de Roma, incluyendo los 7 libros apócrifos que Jerónimo había traducido. Esta versión fue llamada La Vulgata.
Las opiniones dentro de la iglesia católica estaban muy divididas para aceptar los libros apócrifos, aún en el mismo concilio de Trento varios obispos se opusieron. Pero a partir de ese año (1546) el Vaticano ahogó todo intento de discrepancia, obligando al clero a aceptar esos 7 libros apócrifos y condenando como herejía a quienes se opusieran.
Considerando que el último libro del Antiguo Testamento fue escrito 400 años antes de Cristo, y que el concilio de Trento se realizó 16 siglos después de Cristo, queda de manifiesto el hecho irrefutable que la inclusión de los 7 libros apócrifos fue hecha por el Vaticano, 2 mil años después que se escribiera el Antiguo Testamento.
La razón más poderosa que tuvo el papa para añadir 7 libros apócrifos en el Antiguo Testamento, fue porque en ellos creyó encontrar algún argumento contra las fuertes voces de protesta que muchos monjes estaban levantando contra la corrupción de Roma, especialmente la venta de indulgencias, es decir, la venta del perdón de pecados que hacía la iglesia católica por medio de un documento oficial que comercializaban sus emisarios, los frailes que se dedicaban a tan denigrante labor de recaudar fondos destinados a aumentar las arcas del Vaticano, que según decían, necesitaban para construir la Basílica de Roma.
La Reforma había logrado gran fuerza. Su argumento más sólido estaba basado en la Palabra de Dios como única fuente de verdad, atacando las doctrinas y prácticas católicas como anti bíblicas. Así que la estrategia de Roma fue elevar la tradición que es de origen humano, al mismo nivel de autoridad que la Palabra de Dios, confundir al pueblo y acallar a esos monjes reformadores dictaminando en el concilio de Trento, que la única Biblia oficial de la iglesia sería La Vulgata, donde serían incluidos y reconocidos como inspirados 7 de los 15 libros apócrifos los cuales servían para sus intereses, dejando de lado los otros 8 libros que también habían sido traducidos en la Septuaginta de Alejandría.
A partir de entonces, 2 mil años después que se escribió el Antiguo Testamento, Roma obligó a todos los católicos a reconocer y aceptar como Palabra de Dios los libros de: Tobías - Judit - I y II de Macabeos - Sabiduría - Eclesiástico y Baruc, que los judíos hasta nuestros días desconocen como inspirados, lo mismo que los cristianos evangélicos.
Ninguno de los escritores de estos libros apócrifos tampoco dicen que estén hablando por mandato de Dios, es más, algunos explícitamente lo niegan. Como en el prólogo de Eclesiástico, I Mac. 4:46, 9:27, etc. En II Mac. 2:3 dice el autor: "todo esto expuesto en 5 libros por Jasón de Cirene, INTENTAREMOS NOSOTROS compendiarlo en uno solo"... y concluyendo el II libro de Mac. dice el autor en el Cap. 15:38 "Si ha quedado bello y logrado en su composición, eso es lo que yo pretendía; si imperfecto y mediocre, he hecho cuanto me era posible". Ningún lector inteligente pondría en duda que es un libro de origen humano. Cuando el mismo autor afirma que no lo es.
Estos libros no añaden nada de la voluntad de Dios, ni en relación con Israel y menos aún con la iglesia. Ellos narran, particularmente 1 y 2 Mac., sucesos del pueblo judío, pero con muchos errores históricos y geográficos. Sin embargo la mayoría deben ser clasificados como novelas religiosas de ficción y fantasía. Abundan las repeticiones de detalles triviales de escaso interés. En cambio son numerosos los errores que contienen.
Citaré sólo algunos ejemplos. En el libro de Judit Cap. 1 vrs. 1-7 llama a Nabucodonosor, rey de Siria y declara que él reinó en Níneve, pero la historia nos dice que el único rey que existió con ese nombre fue el rey de Babilonia, esto es también lo que la Biblia confirma.
En Tobías, un ángel se presenta y dice una gran mentira, sostiene que él es Azarías el hijo de Ananías. Pero muy bien sabemos a la luz de la Biblia que un ángel es una criatura espiritual y no puede ser engendrado por un hombre. Los ángeles no son engendrados, fueron creados por Dios.
El libro de Baruc sostiene haber sido escrito por un hombre que se identifica como secretario de Jeremías y cita el libro de Daniel. El libro de Daniel no fue escrito hasta muchos años después de Jeremías, porque Jeremías escribió al comienzo de los 70 años de la cautividad y Daniel al final.
Estos libros enseñan principios opuestos a lo revelado por Dios, por ejemplo Dios dice en Ef. 2:9 que somos salvos por fe no por obras. En el libro de Tobías se realza la importancia de las obras, principalmente la donación de dinero para agradar a Dios y obtener el perdón de pecados. Estas eran las enseñanzas que Roma necesitaba para justificar la venta de indulgencias.
Quizás también sea la razón por la cual algunos líderes ecuménicos de nuestros días, que también se dedican a la inescrupulosa práctica de recoger dinero atribuyéndose la representación de Dios, porque piden dinero para Dios, no para ellos; estos personajes ecuménicos han consentido en publicar una Biblia que contenga los libros apócrifos, porque parece que se cansaron de repetir y atemorizar al pueblo de Dios con los mismos versículos sacados de contexto: "Dios ama al dador alegre" o "vosotros me habéis robado". Qué irónico resulta escuchar en ellos esta acusación ¿Quién es el que está robando? ¿Ellos o el pueblo de Dios?
En el libro de Tobías Cap. 12 vr. 9 dice: "La limosna libra de la muerte y purifica de todo pecado". Como se regocijarían de poder predicar sobre estos pasajes, los líderes religiosos de nuestros días que han hecho del pedir dinero una profesión.
O sobre Tobías Cap. 4:10 "Porque la ofrenda libra de la muerte e impide caer en las tinieblas", o en el cap. 10: vrs 10 y 11 "Por haber practicado la limosna, se libró Ajikar de la trampa mortal que le había tendido NadabVed, pues, hijos, a donde lleva la limosna y a donde la injusticia: a la muerte" y sobre la palabra limosna, añaden un asterisco para agregar la interpretación oficial de Roma, dice la nota al margen: "limosnas" aquí significan "todas sus buenas obras".
Una interpretación de esta naturaleza sólo se puede comparar a la estupidez del que predicaba que Adán pagaba el diezmo en el jardín del Edén y cuando dejó de pagarlo, Dios lo expulsó. Seguramente que si se añadieran estos libros apócrifos, los líderes ecuménicos de nuestros días incluirían también una nota al margen diciendo: "limosna aquí significa el diezmo y las ofrendas".
Realmente no hay temor de Dios, el hombre codicioso, por amor al dinero es capaz de cualquier cosa. No solamente de torcer la Palabra de Dios, sino que también de añadirle todo lo que sirva para satisfacer su codicia. Pero gracias sean dadas a Dios que el Señor dijo para nuestra tranquilidad y confianza en la Biblia: "El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán".
La Palabra del Señor ha permanecido incólume a través del tiempo. Los judíos tienen hasta el día de hoy una Biblia que es exactamente igual a nuestro Antiguo Testamento, con sus 39 libros. El total de los libros que contiene una Biblia cristiana son 66 libros inspirados por Dios. Los católicos, aunque han añadido 7 de los 15 libros apócrifos al Antiguo Testamento, sus Biblias contemporáneas traen una nota aclaratoria en cada uno de ellos.
Por ejemplo, en la Biblia Jerusalén dicen en la Pág. 531 en la introducción a los libros apócrifos de Tobías y Judit: "No tienen un texto del todo seguro. El libro de Tobías depende de un original semítico que se ha perdido. También se ha perdido el original hebreo del libro de Judit. Es dudoso que esté representado por ninguno de los textos hebreos que circularon en la Edad Media. Entraron tarde en el canon de las Escrituras. La Biblia hebrea no admitió los libros de Tobías y Judit, ni tampoco los aceptan los protestantes. Se trata de libros deuterocanónicos que la iglesia católica ha reconocido tras algunas vacilaciones en la época patrística".
Y otras aclaraciones similares añaden en cada uno de los 7 libros apócrifos. Yo solo estoy exponiendo los hechos, la historia no se puede cambiar. Las conclusiones sáquelas Ud. mismo.
"Roma añadió la tradición"
Dios nos llama a un cambio genuino y profundo en nuestros corazones. Algo que nos hace ver todo lo anterior como lo vio el apóstol Pablo después de su conversión.
Dice Pablo a los Filipenses en el Cap. 3:4 "Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más. Pero cuantas cosas eran para mi ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura".
Consideró toda su religión anterior, que estaba basada en obras y tradiciones de hombres, como basura, como pérdida por amor de Cristo. El mismo concepto expone el profeta Isaías en el Cap. 64, llama a la justificación por medio de su religión, basada en obras, "como trapo de inmundicia".
El cristianismo no es una nueva religión, es una regeneración, es la obra del Espíritu Santo que nos hace nacer de nuevo. Nos transforma en nuevas criaturas para andar en vida nueva, no para continuar en nuestra vieja manera de vivir.
Este es el propósito al exponer el estrecho paralelismo que existe en el día de hoy entre Roma y los pseudo evangélicos, para que Ud., si se encuentra engañado, con su conciencia adormecida por un simple cambio de religión, despierte al llamado del Espíritu Santo para que tenga un encuentro personal con Cristo.
Para que acuda al Salvador con un corazón contrito y humillado, con arrepentimiento profundo por sus pecados e implore el perdón al único que puede salvarle, Cristo Jesús, "Porque no hay otro nombre dado a los hombres, en que podamos ser salvos". Veíamos en el capítulo anterior que Roma añadió libros apócrifos, en esta oportunidad consideraremos la tradición.
La historia nos cuenta que Roma, al quedar sin argumentos contra la Palabra de Dios que exponían sus propios monjes reformadores, acalló sus voces calificándolos de herejes, a ellos y a todos los que no aceptaran los dictámenes autoritarios y arbitrarios que imponía el Vaticano.
La nueva estrategia era rebajar la Palabra del Señor a un nivel humano y subir la tradición de los hombres a un nivel divino.
Esta maquinación fue posteriormente robustecida por el papa Pío IX en el año 1870, cuando en ese mismo año en el concilio que él presidió fue revestido de poderes divinos, declarándose "infalible".
Se forzó a todo el clero y a los laicos a reconocerlo como tal, so pena de caer en maldición de la iglesia. Concluyó esa declaración, que obviamente está vigente en nuestros días, diciendo: "Pero si alguno - ( que Dios no lo permita) - presume contradecir ésta nuestra definición, sea maldito".
El Vaticano ha sacado gran ventaja a esta deificación del papa, porque todo aquello que según creen a Dios se le olvidó mencionarlo en la Biblia, lo dice el papa, y tiene la misma autoridad que la Palabra de Dios. Se ha dicho con mucho acierto: "Todo el poder corrompe, y el poder absoluto, corrompe absolutamente".
Le invito a considerar los pasajes de la Biblia donde se hace referencia a la tradición, y con la sola lectura Ud. podrá ver cuál es la opinión de Dios referente a la tradición.
Mr. 7:5 en adelante: "Le preguntaron, pues, los fariseos y los escribas: ¿Por qué tus discípulos no andan conforme a la tradición de los ancianos, sino que comen pan con manos inmundas? Respondiendo Jesús, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: Este pueblo de labios me honra, mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas mandamientos de hombres. Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres".
Col. 2:8 "Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo".
El apóstol Pablo, relatando su propio testimonio dice en Gál. 1:14 "en el judaísmo aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres".
Y todo eso que le enorgullecía en el judaísmo, incluyendo sus tradiciones, dice en Filp. 3:8 que una vez que aceptó a Cristo, todo eso lo consideró como "basura". Como puede Ud. apreciar, referente al tema de la tradición, Dios se pronuncia con una claridad que hasta un niño la comprende.
El Señor calificó de "hipócritas" a aquellos que desean aferrarse a la tradición de los hombres, para justificar sus creencias y prácticas que no aparecen en la Biblia, porque ciertamente la tradición por no ser de inspiración divina como la Biblia, está sujeta a errores e invenciones, producto de la imaginación humana.
Por esta razón el Señor la calificó muy apropiadamente: "la tradición de los hombres", porque es de origen humano y no divina como es la infalible Palabra de Dios.
No en vano una es la tradición de los hombres, y la Biblia es la Palabra de Dios. En nuestro segundo pasaje que dimos lectura, Col. 2:8 dice: "Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según la tradición de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo".
Aquí en este versículo nos está advirtiendo del peligro de la tradición de los hombres, ¿Cuál era éste? Que por prestar atención a la tradición de los hombres, podamos ser engañados. Y ¿Cuáles son las artimañas que emplea la tradición de los hombres para confundir y desviar de la verdad?
La filosofía y las huecas sutilezas, es decir, el raciocinio humano, la imaginación, la superstición, sofisma y otras sutilezas que la Palabra de Dios las llama "huecas", sin valor.
Todo esto ha sido gestado en el mundo, y no podría ser de otro modo, porque es de origen terrenal y no divino. En cambio Cristo dijo que : "el cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán".
Lo único confiable y seguro es la Palabra del Señor, todo dogma y postulado de fe que no descanse en la infalible Palabra de Dios, es invención de hombres, fábulas humanas que Satanás y sus agentes han elaborado para engañar a los que buscan la verdad.
Cuando escasea la Palabra de Dios, es que las fábulas, visiones e imaginaciones de hombres, que se alimentan de la superstición humana, logran su mayor desarrollo.
Pero el cristiano verdadero que tiene cimentada su fe en la inamovible Palabra de Dios, todo eso que afirman las tradiciones de hombres, lo considera al igual como lo definió el apóstol Pablo: "ahora, habiendo conocido a Cristo, todo lo tengo por basura".
Estos son los únicos tres pasajes de la Palabra del Señor donde encontramos la opinión autorizada de Dios.
La tradición de los hombres es producto de fábulas y filosofías humanas, que ante los ojos de Dios son basura, instrumentos de engaño para quienes siguen al hombre y no a Dios. Es una herramienta muy eficaz, para aquellos que perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.
Por esta razón, Pablo nos advierte en Gál. Cap. 1:6 en adelante: "Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aún nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema".
Es verdad que muchas tradiciones de hombres han perdurado a través del tiempo, pero su antigüedad no es señal de autoridad. Por ejemplo, en la India todavía existen lugares donde se practican tradiciones milenarias, como que la viuda debe ser enterrada el mismo día que fallece su marido, junto a él. Es una tradición mucho más antigua que cualquiera de las tradiciones de occidente, pero eso no significa que tiene la aprobación del Señor.
Dios nos exhorta en su Palabra a no creer nada que esté fuera del evangelio de la gracia de Jesucristo, ni aún a un apóstol, sea Pedro o cualquier otro, es más, ni aún a un ángel del cielo. Porque también nos advierte que Satanás tiene poder para disfrazarse como ángel de luz.
En 2 Cor. 11:14 dice: "Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz, así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia, cuyo fin será conforme a sus obras".
No dice que Satanás "puede" disfrazarse como ángel de luz, sino que "se disfraza", como también sus ministros. No consiste en una posibilidad, sino en un hecho real. Por esta razón no podemos tampoco dar credibilidad a las apariciones de algún santo o santa de la antigüedad, porque indudablemente se trata de una astucia más de Satanás para alejarnos de la verdad revelada por Dios en la Biblia.
Creer que la Biblia es una recopilación de tradiciones humanas, es negar el origen divino de ella, es rebajarla a un simple libro de historia escrita por los hombres. Pero en cambio los cristianos sabemos que la Biblia es la Palabra de Dios, revelada por el Espíritu Santo y confirmada por el mismo Señor Jesucristo durante su ministerio terrenal.
La Biblia misma reclama su autoridad divina en todas sus páginas. En 2 Tim. 3:16 dice: "Toda la escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia".
El apóstol Pablo, que fue el instrumento humano que Dios utilizó para escribir más del 75% del Nuevo Testamento dice en Gál. 1:2 "Yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo".
Lo que escribió no fue producto de la tradición, sino revelación directa de Jesucristo, y no podría ser de otro modo, debido a que toda la escritura es inspirada por Dios.
En las mismas páginas de la Biblia y en lo dicho personalmente por el Señor, se prueba la imperfección y la falta de confiabilidad que merece la tradición de los hombres, aún aquella transmitida por los propios discípulos del Señor. Dice el evangelio de Jn. Cap. 21:21 en adelante, cuando Pedro, antes que el Señor volviera al cielo, le preguntó sobre Juan, dice:
"Cuando Pedro vio a Juan, dijo a Jesús: Señor, ¿y qué éste? Jesús dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú... Este dicho se extendió entonces entre los hermanos, que aquel discípulo no morirá. Pero Jesús no le dijo que no moriría, sino: si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti?". ¿Nos damos cuenta que no podemos confiar ni aún en la tradición divulgada por los propios discípulos que fueron contemporáneos al Señor?
Los cristianos no estamos siguiendo tradiciones de hombres, fábulas ni leyendas del mundo, sino la infalible Palabra de Dios. Tampoco los discípulos del Señor siguieron ni predicaron sus creencias basándose en algo tan débil y poco confiable, como lo es la tradición, sino que predicaron con la autoridad de la Biblia, dice en Hch. 18: 28 "Porque con gran vehemencia refutaba públicamente a los judíos, demostrando por las escrituras que Jesús era el Cristo".
Porque ese fue el ejemplo que nos dejó el Señor Jesucristo. En Lc. 24:27 les decía a sus discípulos en el camino a Emaús: "Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, Jesús les declaraba en todas las Escrituras, lo que de él decían".
En Jn. 5:39 el Señor predicando ante una gran multitud mandó: "Escudriñad las Escrituras... porque ellas son las que dan testimonio de mí".
En resumen, el Señor reconoció la autoridad divina de la Biblia y nos manda escudriñarla, en cambio todas las advertencias que se hacen en la Palabra de Dios sobre la tradición, son para hablarnos del peligro de éstas, porque no son más que enseñanzas de hombres, muchas de ellas, frutos de la superstición y no son según Dios.
Dios terminó su revelación divina al hombre escribiendo en la última página de la Biblia su sello divino que cerró, concluyó, su Santo libro con las siguientes Palabras: "Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él, las plagas que están escritas en este libro". Y allí terminó la revelación de Dios al hombre, porque en la Biblia encontramos todo lo que necesitamos saber.
Son los enemigos de la Biblia los que siempre están haciendo esfuerzos para desacreditarla, bajarla a un nivel humano al mismo plano de la tradición.
Como no pueden subir la tradición de los hombres a un grado de autoridad divina, pretenden bajar y desprestigiar la Biblia para nivelar ambas. Estos son los mismos que durante siglos en un desprecio y odio diabólico por la Palabra del Señor, no solamente quemaron las Biblias, sino que en la llamada "Santa Inquisición", mandaron a las llamas de la hoguera a millones de fieles cristianos por el único delito de obedecer al Señor de leer las Sagradas Escrituras.
La conclusión es clara, aquellos que han inventado fábulas y leyendas, elevan la tradición de los hombres, y como sus dogmas no son más que eso, historias de hombres que no aparecen en la Biblia, intentan desesperadamente rebajar la Palabra de Dios al mismo nivel de la tradición de los hombres.
Que el Señor le otorgue a Ud., estimado lector, sabiduría para no dejarse engañar por estos enemigos de la Palabra de Dios. Busque en la Biblia la verdad y hallará no solamente porqué las quemaron, sino más importante aún, encontrará el camino de la salvación, la entrada al cielo que Dios le ofrece gratuitamente.
"Las nuevas revelaciones de los pseudo evangélicos"
Considerábamos que Roma añadió libros apócrifos y la tradición. Ahora veremos como los pseudo evangélicos han incurrido en el mismo pecado al añadir también "nuevas revelaciones".
Los mismos argumentos que presentamos para demostrar que los libros apócrifos y la tradición de Roma son obra de hombres, que no tienen la aprobación sino el rechazo de Dios, es lo que podríamos decir para esta epidemia de nuevas revelaciones que muchas iglesias espiritistas que se autodenominan "evangélicas" han caído.
La Biblia es la única revelación autorizada por Dios. "Toda la Escritura es inspirada por Dios". En 2 Pd. 1:21 dice: "Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios, hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo".
El mismo Señor Jesucristo reconoció la autoridad divina de la Biblia y que los instrumentos humanos que Dios utilizó en la antigüedad, hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo. En Heb cap. 1:1-2 dice: "Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quién constituyó heredero de todo".
Durante su ministerio terrenal el Señor dijo en Jn. 16:12: "Aún tengo cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. Él me glorificará, porque tomará de lo mío, y os lo hará saber".
El Señor instruyó a sus apóstoles, pero éstos no escribieron de lo que recordaban, sino de lo que el Espíritu Santo posteriormente les reveló. Casi el 75% del Nuevo Testamento fue escrito por el apóstol Pablo, y él asegura que nada de lo que escribió le fue revelado por hombre alguno, sino por el mismo Señor Jesucristo glorificado. Dice en Gál 1:2 "Yo ni la recibí ni la aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo".
En 1Cor. 13:8 el apóstol Pablo dice que: "las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará". La palabra ciencia en las Escrituras, se refiere al conocimiento de Dios, a la palabra de Dios como lo expresa en su contexto, 1Cor. 12:8 "palabra de ciencia según el mismo Espíritu".
Eso y las profecías se acabarán, cuando haya concluido de escribirse la Biblia, lo perfecto que es la Palabra del Señor, concluiría en su última página, entonces la ciencia (la revelación de Dios) y las profecías se acabarían.
Dios selló la última página de la Biblia con una advertencia muy solemne, Ap. Cap. 22:18 "Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro". Y con esta severa advertencia termina la revelación de Dios, la Biblia.
Al leer como concluye Dios su santo libro, uno se pregunta ¿Podría haber algún mortal que se atreviera a desafiar al Señor de la Gloria? Aunque pareciera imposible, los hechos demuestran que cada día hay impostores, fanáticos y supersticiosos que haciendo oídos sordos a tan tremenda advertencia del Señor, están diciendo que han recibido "nuevas" revelaciones del Señor.
Algunos, en un desvarío místico, han traspasado peligrosamente la línea que nos trazó Dios, para que no caigamos en las prácticas ocultistas que nos dejan en las manos de espíritus que no proceden de Dios, es decir, en las manos de Satanás y sus demonios, quienes no solamente tienen el poder para disfrazarse aún de ángeles de luz, sino que de hecho lo hacen, como dice en 2 Cor. 14 "Y no es maravilla, porque el mismo Satanás, se disfraza como ángel de luz".
Dios siempre ha condenado la comunicación con los espíritus de los muertos, porque ellos no pueden comunicarse con nosotros. Lo que puede lograrse con la desobediencia a este mandato divino, es comunicarse con demonios que no solamente toman la apariencia de ángeles de luz, sino de quien desee ver el pecador rebelde y contumaz.
El Señor ha prohibido en la Biblia en forma muy clara y severa, todo intento de comunicación con los espíritus de aquellos que han partido a la eternidad. Por ejemplo en Lv. 20:27 dice Dios: "el hombre o la mujer que evocare espíritus de muertos, ha de morir". Y en muchos otros pasajes de la Palabra de Dios el Señor condena y prohíbe esta práctica.
Cuando el rey Saúl desobedeció y consultó con una médium, el demonio que se presentó no lo hizo con una apariencia de un ser aterrador, porque obviamente su objetivo no era ahuyentar al rey, sino atraerlo, y fue así que se presentó con la apariencia del profeta Samuel quien ya había fallecido.
Los demonios tomarán la apariencia de quien desee ver el pecador que ha quebrantado la prohibición divina de no consultar o comunicarse con el mundo de los espíritus. Porque éstos, como dice el Señor en su Palabra, no pueden venir a traernos ningún mensaje.
Sólo lograrán comunicarse con demonios que tomarán la apariencia de cualquier santo o virgen, o pariente, e incluso del Señor Jesús. Cristo al final de su ministerio terrenal nos advirtió en Mt. 23:39 "Desde ahora no me veréis".
Pero cuantos son los que en nuestros días dicen comunicarse con los espíritus de los santos de la antigüedad o con el mismo Señor Jesucristo quien dijo: Desde ahora no me veréis. Algunos llegan hasta dramatizar para engañar incautos, pretendiendo tener un trato muy familiar con los espíritus de muertos que partieron a la presencia del Señor hace muchos siglos.
Comienzan su acto diciendo: "Buenos días San José, Buenos días Santísima Virgen María, Buenos días San Pedro", etc. Y parece que estuviera esperando que a coro le respondan: "Hola Eli". Otros dicen conversar con el Espíritu Santo y comienzan su plática matutina diciendo: "Buenos días Espíritu Santo" y pretenden que le creamos que el Espíritu Santo les dice: "Hola Gigi", "hola Benny".
Es muy posible que estos nuevos gurús que se disfrazan de cristianos logren comunicarse con un espíritu, pero ciertamente no es el Espíritu Santo, ni ningún espíritu de Dios.
En Jer. 14:14 dice la Palabra del Señor: "Me dijo entonces Jehová: falsamente profetizan los profetas en mi nombre, no los envié, ni les mandé, ni les hablé, visión mentirosa, adivinación, vanidad y engaño de su corazón os profetizan".
Cuan tristemente común resulta en el día de hoy escuchar, principalmente donde escasea la Palabra de Dios, expresiones como: "Vi al Señor y me entregó este mensaje". Y con esta frase captan la atención de otros que también andan buscando señales y no andan por fe.
Porque quieren ver imágenes visuales como cosa a que aferrarse. Los tales no poseen fe, ni andan por fe, porque Dios dice en Heb. 11:1 "La fe es : la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que NO SE VE".
Hoy se considera como muy "espirituales", como muy bendecidos, aquellos que dicen haber visto al Señor y recibido un mensaje directamente de él. En cambio el Señor le dijo a Tomás: "Porque me has visto, Tomás creíste, bienaventurados los que no vieron, y creyeron".
En el catolicismo se fabrican imágenes de papel, madera o metal, y aseguran haber visto a María u otro santo de la antigüedad. Hoy, habiéndose cambiado de religión, pretenden ver a Jesús, fabricándose imágenes no de papel, madera o metal, sino imágenes visuales, lo cual sigue siendo el mismo pecado antiguo de fabricarse imágenes.
No hay ninguna duda que estamos en los últimos tiempos, porque el Señor dijo al final de su ministerio terrenal, que no le volveríamos a ver hasta que regresara en gloria por su iglesia. Y dio como señal de los últimos tiempos, que vendrían muchos diciendo: "aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis, porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas".
Hoy hay muchos que aseguran que vieron al Señor y que les entregó tal o cual mensaje. Inclusive el Señor nos advierte que podrán acompañar sus mensajes con grandes milagros y prodigios. Pero Dios nos dice: "No lo creáis".
El mensaje de la verdadera iglesia no consiste en visiones, milagros, señales ni testimonios de escalofríos o de una corriente eléctrica que les ha recorrido el cuerpo, ni ninguna otra manifestación de emocionalismo, sino el predicar a Cristo crucificado. Esto es lo que Dios dice en 1 Cor. 1:22 "Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría, pero nosotros predicamos a Cristo crucificado".
Los gurús y milagreros que pululan por las iglesias, ofrecen gran variedad de señales y no tenemos porque creer que todas ellas son fraudulentas, porque Satanás también tiene poder, como lo demostraron los magos de Faraón ante Moisés.
Estos "Shows" espiritistas que ofrecen, tienen siempre como objetivo engrandecerse ellos mismos y recaudar dinero, quien es su verdadero "dios". Los apóstoles jamás aceptaron dinero por ninguno de los milagros que hicieron, es más, dice la Palabra de Dios que lo rechazaron y condenaron (Hch.8:20).
En 2Tim. 3:13 Dios dice: "mas los malos hombres, y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados". Esto es posible gracias a que el hombre ama más la mentira que la verdad. En 2Tim. Cap. 4:4 dice: "y apartarán de la verdad el oído, y se volverán a las fábulas".
Este es el objetivo de Satanás con todo ese exhibicionismo de nuevas revelaciones y visiones, apartarlos de la verdad, y la verdad es Cristo. El creciente uso de imágenes visuales está relacionado con las técnicas hinduistas que se han introducido en occidente y que la psicología les ha dado respetabilidad y cupo, no sólo en las universidades, sino que más lamentable aún, en los seminarios donde se gradúan los pastores.
La imaginación está más y más identificada con la revelación, y la visualización con la inspiración. Consideran que la imaginación liga la mente con el cuerpo y esta capacidad de formación de imágenes, es importante porque el cuerpo no percibe bien las palabras. Muchos de estos gurús que transitan por las iglesias y que recaudan mucho dinero, insisten en el empleo de la imaginación propia para visualizar o imaginar al Señor.
El cebo que presentan a la cristiandad, es la falsa suposición de que el Espíritu Santo se comunica con nosotros de una forma más eficiente por medio de imágenes, que por la Palabra de Dios, porque las imágenes son más eficaces que las palabras. Con este engaño han logrado en muchas iglesias desplazar la Biblia e introducir a sus miembros en estas prácticas espiritistas que utilizan todos los brujos, mentalistas, hechiceros, médium, etc.
Esta técnica no es nueva, muy por el contrario, la han practicado todos los brujos en las distintas épocas, aún el pueblo de Israel cuando se corrompió y se fue tras los baales. Dice Dios en Jer. 9:14 "antes se fueron tras la imaginación de su corazón, y en pos de los baales".
En el cap. 13:10 añade: "Este pueblo malo, que no quieren oír mis palabras, que andan en las imaginaciones de su corazón, y que va en pos de dioses ajenos para servirles". En el cap. 16:12 continúa: "Vosotros habéis hecho peor que vuestros padres, porque he aquí que vosotros camináis cada uno tras la imaginación de su malvado corazón, no oyéndome a mí".
Hoy también el Señor se lo dice a aquellos que andan con nuevas revelaciones y que dicen haber visto al Señor. Todos aquellos que están prestando oídos a estos embaucadores, sepan que están escuchando a falsos profetas.
Escuche a Dios y a su revelación divina que se encuentra únicamente en la Biblia. Si realmente hubiera nuevas revelaciones de Dios, tendríamos que escribirlas y añadirlas a la Biblia, lo cual de solo pensarlo, nos muestra lo absurdo que es.
Decíamos que Roma añadió los libros apócrifos y la tradición de los hombres, hoy los pseudo evangélicos están cada día añadiendo nuevas revelaciones. No existe diferencia, el pecado es el mismo.
Dios terminó su revelación al hombre con la última página de la Biblia donde la selló con este sello divino: "Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro". Compruébelo por usted mismo, abra su Biblia en la última página y lea en el cap. 22 versículo 18. Y verá lo solemne y grave que es añadirle algo más.
"Roma enseña sobre supuestas apariciones de María. Los pseudo evangélicos, supuestas apariciones de Jesús"
A lo largo de la historia han sido muchos los que han asegurado tener una visita de María, sólo me referiré a algunos de ellos.
En el año 1287 el monje inglés Simon Stock de la orden de los Carmelitos, manifestó que vio a la virgen María con todo su esplendor celestial, junto a miles de ángeles que la acompañaban. Y aseguró que le encomendó a él la confección del escapulario, que consiste en un amuleto confeccionado de género grueso, con la imagen de ella, para que él lo iniciara como un signo de las Carmelitas.
En el evangelio de Lc. Cap. 16 el mismo Señor Jesucristo relata que es imposible que una persona que ha partido a la eternidad, venga nuevamente a la tierra con un mensaje, porque Jesús es el único mediador entre Dios y los hombres (1Tm.2:5).
Las palabras que se atribuyen a María son contrarias a su carácter. Una persona con la humildad de ella, jamás va a solicitar algo tan vanidoso, como que se hagan imágenes de ella para que los hombres la veneren; más aún siendo esta una práctica abiertamente condenada por la Palabra de Dios.
La explicación tan simplista e infantil de que su imagen equivale a la fotografía de nuestra madre o de la novia que conservamos en nuestras billeteras, no es más que sofisma mediocre, porque no tiene parangón alguno, nadie en su sano juicio va a prenderle velas ni arrodillarse ante ella, para hacerle peticiones a la fotografía de su madre o su novia como lo hacen con María.
Volviendo a sus supuestas apariciones, llegamos a Francia en 1858 en Lourdes, donde dicen que se apareció María a Bernedette, a quién posteriormente elevaron a los altares. En Fátima, Portugal, en 1917 dicen que María visitó a tres pastores a quienes les entregó nuevas revelaciones.
En fin, estas son sólo algunas de las muchas ocasiones que los católicos dicen haber sido visitados por María.
Muchas de las supuestas apariciones, posteriormente las mismas autoridades de Roma las han clasificado como fraudulentas. Otras son solo fruto de mentes supersticiosas que han caído en un desvarío místico.
Históricamente siempre las iglesias evangélicas tuvieron una posición unánime de rechazo a esta clase de visiones. Pero tristemente hoy hemos de reconocer que algunas, principalmente las de corte carismático, han caído en el mismo mal, aunque ellas por considerarse más bíblicas que Roma, no dicen que han tenido visiones de María, sino de Jesús.
Pero todo estudiante sincero de la Biblia, tiene que reconocer que no existe diferencia alguna entre las visiones de los romanistas y de los carismáticos. Aunque debido a la infiltración e influencia de Roma en las iglesias carismáticas, esto no debiera extrañarnos.
Hoy en muchos países del mundo, los católicos están ofreciendo los mismos shows de hablar en lenguas y danzar como los carismáticos. Así que no debiera sorprendernos que éstos estén asimilando otros males que provienen de Roma.
Esta nueva idolatría mental evangélica, es fuertemente repudiada y condenada por la Palabra del Señor. En Heb. 11:1 Dios nos dice que la fe es la convicción de lo que no se ve.
Son muchos los que ahora quieren andar por vista y no por fe. Hasta se considera como una bendición y manifestación de espiritualidad para los que tienen esa clase de experiencias, lo que ha traído como consecuencia, toda una compleja elaboración y práctica de métodos ocultistas, procedentes principalmente de las religiones orientales, sobre todo de aquellas que practican la meditación trascendental y la visualización. En cambio Jesús le dijo a Tomás: "Bienaventurados los que no me vieron y creyeron".
Pero los pseudo evangélicos promueven técnicas para crear sus propias visiones, por medio de imágenes mentales, bajo la suposición de que Dios cumplirá y santificará sus fantasías.
Uno de estos gurús que practican la versión cristianizada de la meditación trascendental y la visualización, escribe en uno de esos libros y casete que circulan a granel entre los cristianos y fascina a los más débiles, los carnales que buscan esta clase de experiencias sensoriales, dice:
"Mientras visualizaba en mi mente la imagen de Jesús, éste se hizo real, se movió e hizo gestos, y sus palabras e instrucciones vinieron a mi corazón. Descubrí al repetir este experimento en días posteriores, que Dios seguía moviéndose a través de estas escenas auto iniciadas, haciendo que cobrasen vida con su propia vida y que se tornasen en visiones sobrenaturales".
Para evitar ser acusado de idolatría, este hombre argumenta: "Un ídolo es un objeto de culto tallado generalmente en madera o piedra. Naturalmente la escena que establecemos en nuestras mentes, no es de talla ni es adorada". (Un argumento que suena muy católico) dice: "sirve sencillamente como ayuda a este fluir de imágenes divinas".
Sin embargo, todo ídolo formado de madera, yeso o metal, primero fue visualizado en la mente del escultor. Aún la misma palabra "imágenes", proviene de "imaginación", que es donde se gesta el pecado de la idolatría. Es el acto de formar imágenes mentales o físicas lo que constituye idolatría.
Otros que han ahondado más en esta práctica condenada por Dios, dicen haber sido trasladado al infierno, y describen sus diálogos con los seres horripilantes que dicen ver en ese siniestro lugar. No cabe la menor duda que estos individuos nunca han sido del Señor y que su porfía por practicar métodos condenados por Dios, les ha arrojado en las manos mismas de Satanás y sus demonios.
El más peligroso engaño es creer haber entrado realmente en contacto con Dios o Jesús, mediante la visualización. El cristiano verdadero no dejará que su certidumbre dependa de los poderes de la imaginación, no intentará imaginar a Dios según su corazón, sino que coge la Biblia y escudriñando en ella bajo la dirección del Espíritu Santo, allí busca conocer al Señor.
En antaño los cristianos creían que para tener una estrecha relación con Dios, tenían que glorificar a Dios, orar y estudiar las escrituras, negarse a sí mismo y los placeres de este mundo, arrepentirse y confesar sus pecados, vivir una vida santa y separada del mundo, aún los himnos que se cantaban tenían relación con eso, por ejemplo "Dejo el mundo y sigo a Cristo, el mundo no puede ser mi hogar".
Sus héroes eran los hermanos que lo habían abandonado todo para servir al Señor, aquellos mártires que padecían a causa de la fe, como dijo el Señor: "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz cada día, y sígame".
En la actualidad, las radios que se llaman cristianas, y en general todos los medios de difusión que estos nuevos gurús disponen, han logrado trastocar todos los valores bíblicos. Por medio de su comunicación masiva e idiotizante, han convencido a muchos que para tener una estrecha relación con Dios, uno tiene que seguir sus propios sueños y ambiciones, volverse rico y alcanzar el éxito material. Sus héroes son aquellas celebridades y personajes que han logrado gran fama y fortuna.
Lo que es más triste aún es que ese dinero lo han recaudado "en el nombre del Señor", despojando y saqueando al pueblo de Dios, que irresponsablemente se ha dejado engañar por estos charlatanes y embaucadores.
Esta práctica de la versión cristianizada de la meditación trascendental, la visualización de imágenes y todos estos métodos espiritistas han servido para acumular gran fortuna a todos los líderes que explotan esta clase de shows.
Que su verdadero dios es el dinero, no le cabe la menor duda a ninguna persona con un mínimo de discernimiento, porque cualquiera puede al escuchar a estos individuos constatar por sí mismo.
Hágalo Ud. cuando los escuche por la radio, cuente cuantas veces usan las palabras riqueza, prosperidad, dinero y sus derivados, y compárelas con las veces que hablan de la sangre de Jesucristo relacionada con el verdadero propósito de su obra redentora. Las palabras, pecado y arrepentimiento están excluidas de sus vocabularios, dejando al descubierto cuál es su verdadero dios.
Estos personajes que han logrado acumular grandes riquezas empleando métodos tan poco éticos, son los que aceptaron la oferta que Satanás le hizo al Señor, cuando le ofreció todas las riquezas de este mundo, si postrado le adorare. Satanás y sus secuaces siempre han empleado esta metodología para comunicarse con el hombre, actuando como ángel de luz.
Pablo advirtió que los últimos días se caracterizarían por un aumento de esta actividad y que incluso algunos de los que profesan la fe en Cristo: "apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios" (1 Tim 4:1)
Tan numerosos y populares son estos espíritus seductores en la actualidad, que muchos libros que se venden en librerías cristianas, sus autores han confesado haberles escrito bajo el dictado directo de un espíritu.
Por ello es que en esta nueva literatura lo que más resalta es el mensaje social, y el Cristo crucificado que llama al arrepentimiento a los pecadores, brilla por su ausencia.
Sobreabunda en esta nueva literatura los buenos pensamientos que llaman a la unidad y al amor. Mucho de lo que enseñan suena como si se hubiese originado en la mente de un ser muy brillante, un ángel de luz, lleno de amor y compasión que nos llama a elevar nuestra auto estima, porque después de todo, no somos tan malos como nos han hecho creer los que predican el evangelio tan negativo, que dicen que todos somos pecadores, destituidos de la gloria de Dios (Rm.3:23).
¡Satanás ha entrado en las filas de los best- sellers evangélicos! Tenga cuidado con lo que lee, porque en las llamadas librerías cristianas hoy abunda más la cizaña que el trigo, porque a ellos sólo les interesa vender.
Si verdaderamente estamos en los postreros días, antes del regreso de Cristo, entonces el engaño va a hacerse más y más seductor. Hemos de ser más vigilantes para mantenernos fieles a nuestro Señor y a su Palabra.
Dios nos advierte en Jer. 23 "No escuchéis las palabras que os profetizan... hablan visión de su propio corazón, no de la boca de Jehová ¿Hasta cuándo estará esto en el corazón de los profetas que profetizan mentira, y que profetizan el engaño de su corazón? ...Pervertisteis las Palabras del Dios viviente".
Durante los tiempos de la apostasía de Israel sobreabundaron los falsos profetas con falsas visiones. Hoy bien sabemos que estamos a las puertas de la venida del Señor, él nos predijo en su Palabra que estos serían tiempos de apostasía, aunque los pseudo evangélicos insistan en que estamos en tiempos de avivamiento espiritual. Lo único que yo veo es un avivamiento espiritista y de comercio con las almas.
El pronto regreso del Señor y la apostasía que estamos viviendo, nos obliga a ser más cuidadoso con lo que escuchamos y leemos.
El Señor profetizó que en nuestros días se levantarían falsos Cristos y falsos profetas diciendo, aquí está el Cristo, no lo creáis. Esto es precisamente lo que Dios nos advirtió en su Palabra, es lo que estamos escuchando a diario: "Anoche vi al Señor que me dijo esto y aquello". Otro se presenta asegurando que trae un mensaje directamente entregado por el Señor.
Les gusta presentarse como un receptáculo especial de Dios, para ser admirado como una persona "más espiritual y especial" que el resto de los hnos., lo más seguro es que sufren de algún complejo especial. La recomendación de Dios es: "No lo creáis".
Lee y busca en la Biblia su voluntad, porque solo allí encontramos toda la revelación del Señor. Examina los espíritus, principalmente ahora que muchos están apostatando de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios (1 Tim. 4:1).
Si alguno viene diciendo que vio al Señor quien le entrego una revelación, recuerda que él dijo, finalizando su ministerio terrenal, "desde ahora, no me veréis".
Claramente enseña que los suyos lo volveremos a ver únicamente cuando él venga y nos llame a su presencia y nosotros acudamos a él con cuerpos glorificados, semejantes al cuerpo de gloria del Señor, entonces le veremos cara a cara, tal como él es (1Jn. 3:2).
"Roma adoctrina sobre la inseguridad de la salvación. Los pseudo evangélicos también"
El Señor nos llama a un cambio tan real y profundo, que si queremos agradarle a él no podemos conformarnos con depositar nuestra nueva fe en el viejo sistema religioso al cual pertenecíamos, nos llama a "salir de en medio de ellos, pueblo mío"porque ¿Qué acuerdo puede existir entre el templo de Dios y los ídolos? Ninguno.
No podemos depositar nuestra nueva fe en nuestro único y glorioso Salvador, en los odres viejos, sin tener una pérdida completa. Él nos ha hecho nuevas criaturas para Dios, las cosas viejas pasaron.
Toda secta religiosa se caracteriza por su sumisión incondicional a sus líderes que les presiden. Y éstos han logrado elevarse a esos pedestales de diosecillos, gracias a la insistencia de dos postulados anti bíblicos, que son el común denominador de todos ellos.
PRIMERO, que hay que ganarse la salvación trabajando en lo que ellos dispongan para sus denominaciones, y
SEGUNDO, que los que lleguen a creer que son salvos, no saben por cuánto tiempo más lo serán.
Se les enseña que la salvación se puede perder, de esta forma logran por medio del terror dominar a sus congregaciones, porque todos querrán mantenerse muy ocupados trabajando en lo que se les mande, nadie pensará en abandonar sus iglesias por miedo a perder su salvación y como consecuencia, irse al infierno. Como vemos, la doctrina de la inseguridad de la salvación es un arma muy poderosa para dominar a sus congregaciones.
Primeramente vale destacar que la iglesia católica como lo determinó en el concilio de Trento, cualquier persona que asegure poseer la salvación, será considerada maldita. Además ella se atribuye el privilegio exclusivo de ser la única iglesia verdadera y fuera de ella no hay salvación.
Todo lo cual resulta muy contradictorio, porque por un lado dejan bajo maldición al que crea ser salvo, es decir, nadie puede dentro del catolicismo poseer la seguridad de su salvación, y por otro lado afirman que fuera del catolicismo nadie puede ser salvo.
Roma ha elaborado una compleja lista de credos, rezos, penitencias, sacramentos, etc. Y después de esta rigurosa observancia, todavía no saben si van al cielo, porque para dificultar más aún el camino al cielo, inventaron la fábula del Purgatorio.
Según las estadísticas de sus propias autoridades eclesiásticas, dicen que sólo el 6% de los católicos asisten con alguna frecuencia a sus iglesias, lo que significa que un porcentaje muchísimo menor sería el que cumpliría con todas las ordenanzas de Roma, lo que daría como resultado que todos ellos estarían en el Purgatorio. Lugar que no se menciona ni una sóla vez en la Biblia, ni aún en su idea conceptual.
El Señor Jesucristo, ni sus apóstoles, ni sus discípulos ni tan siquiera sugirieron tal lugar, es más, esta enseñanza es abiertamente contraria a la revelación de Dios y a las enseñanzas del Señor Jesucristo, quien enfáticamente insistió que existen únicamente dos lugares en la eternidad, el cielo y el infierno. Para buscar su origen, tenemos que dejar la Biblia a un lado y recurrir a la historia de los pueblos paganos de la antigüedad.
La idea de una purificación por fuego después de la muerte la encontramos mucho antes de la era cristiana, principalmente en la India y Persia, también este concepto era muy familiar en las regiones de Egipto; posteriormente fue aceptada y fomentada por los sacerdotes de las diversas divinidades de los Griegos y Romanos.
Aún Platón expuso en sus planteamientos filosóficos de su época: "que era imposible creer en una eterna felicidad después de la muerte, sin previamente tener que pagar por los pecados".
Luego de las conquistas de Alejandro el Grande, los griegos esparcieron sus creencias causando gran influencia en los países del medio oriente. La historia del catolicismo registra que este dogma fue introduciéndose gradualmente.
El papa Gregorio I en el año 593 fue el primero en hablar del purgatorio dentro de la iglesia católica, pero no fue hasta el año 1439, en el concilio de Florencia, cuando se transformó en un dogma y más tarde confirmado por el concilio de Trento en el año 1548.
En resumen, la iglesia católica "descubrió" ese lugar en el siglo VI y lo confirmó como dogma recién en el siglo XVI ¿Qué pasó con todos aquellos que murieron durante esos 16 siglos? ¿Quién les confirió la autoridad para sacar personas del purgatorio, más aún considerando que ni Dios, ni la Biblia, ni los apóstoles hablan de ese lugar?
Si ellos verdaderamente tienen poder para acortar o terminar con los sufrimientos de ellos ¿Por qué no sacan a todos de ese lugar de tormento? ¿Cómo saben cuando alguien es liberado del purgatorio? ¿Qué conexión tienen ellos con ese lugar? ¿Invocan a los espíritus de los muertos o se comunican con los demonios del purgatorio para confirmar el resultado?
Registra la historia que el fraile Tetzel, enviado especial del papa para la inmoral venta de indulgencias en Alemania proclamaba: "Un alma es liberada del purgatorio y llevada directamente al cielo, inmediatamente cuando la moneda cae y suena en la caja". Y todo esto se hacía con la bendición especial del papa León X, para recaudar dinero para la construcción del fastuoso edificio del Vaticano.
En esto también encontramos una gran semejanza con los pseudo evangélicos en su práctica tan poco ética, para recaudar dinero y levantar sus imperios radiales y otros, saqueando al pueblo de Dios, explotando sus sentimientos y emociones.
De acuerdo a la enseñanza de Roma, una persona puede cometer dos clases de pecados contra Dios: Mortal y venial. Pecado mortal es una ofensa grave contra la ley de Dios o de la iglesia; por ejemplo, faltar un Domingo a misa es un pecado mortal, y como ellos han dicho que sólo el 6% asisten a sus iglesias, significa que más del 94% de los católicos que han faltado a una misa sin justificación alguna están en pecado mortal.
Dicen en su explicación tan confusa y anti escritural: Se considera pecado mortal, porque "mata" el alma del privilegio de ser santificada en la gracia. Pecado "venial" es una ofensa "pequeña" contra Dios o la iglesia.
Y añaden: "Existen dos diferentes clases de castigo, el pecado mortal se paga eternamente en el infierno, y el venial en forma temporal en el purgatorio". O sea que el dilema del católico es cuando muera, o partir al infierno, que según su credo sería la mayoría, o ir al purgatorio.
Obviamente ellos no pueden tener ni disfrutar de la seguridad de la salvación eterna que Dios ofrece gratuitamente a todos los pecadores que acudan a él por medio de Jesucristo, con un corazón contrito y humillado, aceptando la obra completa y perfecta que el Señor realizó en el Calvario. Porque por un sólo sacrificio, Jesús puede salvar perpetuamente a los que por él se acerquen a Dios.
Pero por otro lado, los pseudo evangélicos tampoco saben si son salvos, o por cuánto tiempo lo serán. Vean Uds. el terror y la inseguridad que hay en ellos cuando en sus congregaciones se les invita a levantar su mano a los que son salvos. Muy tímidamente uno que otro la levanta, y si a la semana siguiente se les hiciera la misma pregunta, ya no la volverían a levantar ¿Por qué?
Porque se les ha estado enseñando que la salvación depende de su fidelidad para con el Señor, que deben trabajar y perseverar para conservarla, y el día que pequen, pierden su salvación.
Por esta razón en estas congregaciones van a encontrar que la mayoría de los hermanos un día "caminan" y luego "dejan de caminar", como dicen ellos. Luego vuelven a caminar y vuelven a caer, son verdaderos ascensoristas, suben y bajan; porque la angustia e incertidumbre de su salvación los atormenta y no les permite remontarse a las alturas y permanecer allí.
Si nuestra salvación dependiera de lo que nosotros hacemos o dejamos de hacer, sea bueno o malo, la salvación sería por obras, pero enfáticamente el Señor enseña en su Palabra que somos salvos por gracia, no por obras.
La salvación es un REGALO de Dios, él la DA, nosotros no podemos hacer absolutamente nada para merecerla ni para conservarla, de otra manera sería un premio y no un regalo. Toda la obra depende 100% de Dios, si hubiera una sola participación humana, por muy pequeña que fuera, dejaría de ser perfecta y tendríamos la justa razón de vivir bajo el terror de perdernos.
A aquellos que insisten que la salvación se pierde el día que pecamos, les pregunto. ¿Qué día de su vida usted no peca? ¿Con el pensamiento, con su mirada, con sus oídos, etc.? El Señor dijo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.
Cualquiera que diga "Necio" a su hermano, ya pecó, etc. ¿Qué día de su vida usted no ha pecado? El gran apóstol Pablo, uno de los hombres de vida más santa que se relata en la Biblia, dice de sí mismo Rm. 7:14/24
"Porque sabemos que la ley es espiritual, mas yo soy carnal, vendido al pecado. Porque lo que hago, no lo entiendo, pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. Y yo sé que en mí, esto es mi carne, no mora el bien, porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Y me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?".
¿Puede usted? En quien aún mora el pecado, al igual que en Pablo, en mí, y en todos los que hemos recibido a Cristo como a nuestro Salvador, ¿Puede decir que pasa un día sin pecar? Y no vaya a tratar de justificarse con ese argumento necio y anti bíblico del catolicismo romano, al intentar separar los pecados en veniales y mortales, porque todos los pecados son igualmente horrendos ante la Santidad de Dios.
Dios expulsó a Adán del Edén por un solo pecado, el de la desobediencia, y no fue como algunos chantajistas y farsantes han dicho que fue por no pagar el diezmo u otros por comerse una manzana.
Ya hemos considerado que el Señor dijo que tiene la misma gravedad el pecado consumado, que el que se concibe en nuestro corazón. ¿Quién podría, sin faltar a la verdad, decir que ha pasado un día de su vida sin pecar?
Y si todos los días peca, ¿Qué día de su vida podría ser salvo? NINGUNO. Qué angustia y desesperación debe haber en el corazón del que falsamente cree que su salvación depende de su fidelidad y no de la del Señor.
Con mucho orgullo y soberbia pretenden pasar por alto lo que Dios dijo en 2Tim.2:13 "Si fuéremos infieles, él permanece fiel".
Si fuera honesto consigo mismo, reconociendo que siempre peca, no querría salir de su hogar para no pecar, pero aún así tendría que admitir que allí también peca, porque eso es algo inherente a nuestra naturaleza humana. Porque el pecado sigue morando en nosotros.
Judicialmente hemos sido liberados del pecado, el día de nuestra conversión. Todos nuestros pecados fueron perdonados como dice en Col. 2:13 "estando muertos en pecado, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados".
Ante la justicia de Dios, todos nuestros pecados fueron borrados, porque Cristo pagó por todos ellos. ¿O usted creía que el Señor pagó en la cruz solamente por los pecados que cometimos hasta el día de nuestra conversión?
Si fuera así, jamás podríamos ser salvos, porque lamentablemente seguimos pecando. El juicio de todos nuestros pecados cayó sobre el Señor en la cruz del Calvario.
Fuimos salvos judicialmente de todos nuestros pecados, pero el pecado sigue morando en nosotros. Por esta razón Dios nos ha concedido un abogado en el cielo, al Señor Jesús, para que nos libre del acusador, Satanás.
En la 1ª epístola de Juan Cap. 1:8 dice a los creyentes salvados: "Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros" Si alguno dice que no peca, no está engañando a Dios ni a los hombres, sino usted mismo. Y al decir eso, ya ha pecado, mintiendo, porque Dios dice: "la verdad no está en él".
¿Qué debemos hacer cuando pecamos? Confesar nuestros pecados a Dios, pero no para volver a ser salvos, sino para restaurar nuestra comunión con él, porque nuestros pecados nos quitan el gozo de su presencia, pero no la seguridad de nuestra salvación, porque aunque nosotros seamos infieles, él sigue siendo fiel con nosotros. 1Jn. 1:9 "Si confesamos nuestros pecados, el es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad".
En el Cap. 3:2 añade: "Amados, ahora somos hijos de Dios". Un hijo, jamás deja de ser hijo de su padre, aunque su condición sea muy miserable.
Quisiera concluir este capítulo con el pensamiento tan reconfortante que Juan nos deja en esta misma epístola en el Cap. 2:1 "Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis, y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo".
Dios nos acepta en la justicia de Cristo, no en la nuestra que es imperfecta. Regocíjese en el Señor, estamos en su mano amante y poderosa desde donde él nos asegura que nadie, JAMÁS se podrá perder, ni nadie nos arrebatará de su mano. Nuestra salvación es eterna y segura porque depende de su obra, de su poder, de su fidelidad. Y ahora ninguna condenación hay para los que estamos en su mano.
Rm. 8:1 "Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús". Jn.10:28 "Yo les DOY vida eterna; y no perecerán JAMÁS, ni nadie las arrebatará de mi mano".
"Roma instruye que hay que ganarse la salvación. Los pseudo evangélicos también"
No se puede aceptar a Cristo en nuestros corazones sin romper con todas las ataduras, tradiciones, fábulas y supersticiones del viejo sistema. El llamado del Señor es muy claro, "Salid de en medio de ellos, pueblo mío". No os unáis en yugo desigual con los hijos de las tinieblas, con el templo de los ídolos, apartaos dice el Señor.
Continuando con nuestro análisis sobre el paralelismo que existe entre Roma y los pseudo evangélicos, ahora veremos cómo Roma insiste en la necesidad de hacer obras para ganarse la salvación. Los pseudo evangélicos también están sosteniendo que hay que ganarse la salvación, trabajando y perseverando.
Afirmar esto, es hacer inútil la cruz de Cristo, es decir que el sacrificio expiatorio del Señor no es suficiente y que nosotros debemos añadirle nuestra parte, la que le faltaría a esa obra divina, la cual no estaría completa y perfecta sin nuestra participación.
Cuando Cristo dijo al finalizar su obra en el Calvario: "Consumado es" ya todo está hecho... se equivocó, porque todavía no estaba terminada la obra de nuestra redención, faltaba nuestra parte.
Afirmar eso, es el mayor insulto que podamos hacer al sacrificio del Señor. El nos asegura, "ya todo está hecho". El corazón no regenerado se siente herido en su orgullo personal, se niega a aceptar lo que Dios dice e insiste en su vanidad que él debe hacer algo más.
Dios dice: No hay nada más que se pueda hacer, porque ya todo está hecho. Y el hombre carnal dice: No, yo debo hacer obras y perseverar. Dios le dice: "Tú no puedes hacer nada, no solamente porque ya todo está hecho, sino además porque tú no puedes, estás muerto en tus delitos y pecados, ¿Cómo un muerto podría hacer algo? Física y espiritualmente estás impedido para hacer algo".
Sería tan absurdo como haber esperado que Lázaro, quién estaba muerto, saliera caminando a buscar al Señor para que le diera vida. Bien sabemos que fue el Señor quién se acercó hasta la tumba y aunque había muerto hace 4 días, Cristo, el autor y consumador de la vida, con la voz potente del Dios manifestado en carne le llamó: ¡Lázaro, ven fuera! Y el que estaba muerto, salió fuera. Lázaro no hizo absolutamente nada, todo el poder estuvo en la voz del Hijo Eterno.
En la epístola a los Hebreos Dios nos dice en el Cap. 10:12 y 14 "Cristo, habiendo ofrecido una vez, para siempre, un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios... Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados". En el Cap. 7:25 añade: "Por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos".
Dios dice que Cristo, con un sólo sacrificio, nos salvó perpetuamente, es decir, para siempre. Con una sola ofrenda nos hizo perfecto para siempre. Y el hombre incrédulo se resiste a aceptar una oferta tan maravillosa diciendo: "Lo que Dios dice no puede ser verdad, yo necesito hacer algo más"
¡Qué insulto a Dios! Sólo uno que no conoce a Dios podría decir una blasfemia tal. Dice en Ef. Cap. 2: 8 y 9: Sois salvos por fe, no por obras. ¿Su ceguera espiritual le impide ver lo que Dios tan claramente dice en su Palabra? Sois salvos por fe, no por obras. En Tito 3:5 dice también: "Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia".
Que los romanistas no acepten lo que Cristo ha dicho, no debe extrañarnos, porque ellos a decir verdad no son cristianos, sino "Marianos", pero que aquellos que se dicen evangélicos les estén imitando en creer y sostener doctrinas tan diferentes a las que Dios ha revelado en su Palabra, eso sí que es difícil de aceptar.
Los Romanistas enseñan que la salvación desde el principio hasta el fin depende de sus obras. Dicen, "si un bebé no es bautizado, no puede ir al cielo, se va al Limbo". Desde su entrada a este mundo hasta su muerte le imponen las obras, pero Dios dice algo completamente diferente: "dejad a los niños venid a mí, porque de los tales es el reino de los cielos".
El Señor dice que de los niños es el reino de los cielos. En cambio ellos añaden y distorsionan la verdad bíblica diciendo: "Siempre que sean bautizados, si no, van al Limbo".
El bautismo es una obra, además el rociamiento con agua que ellos practican, no es un bautismo. La misma palabra bautismo significa "sumergir". En todos los ejemplos bíblicos siempre se ve que ambos, el que bautiza y el que acepta el bautismo, descendían al agua. ¿Para qué?
Lógicamente para sumergirlo en las aguas. Así se bautizó el Señor Jesucristo, como lo especifica en forma inequívoca en Mt. 3:16 "Después que Jesús fue bautizado, subió del agua".
Así se han bautizado todos sus discípulos Hch. Cap. 8:36 relata el caso de Felipe y el Etíope, "Aquí hay agua: ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios, y mandó parar el carro, y descendieron ambos al agua, Felipe y el Eunuco, y le bautizó".
No descendieron ambos al agua, para que Felipe le vertiera solo algunas gotas de agua en la cabeza del Eunuco, sino para sumergirlo en las aguas, así como se había bautizado el Señor.
Además podemos ver que un impedimento para ser bautizado, es que el candidato no crea en el Señor Jesucristo. Y obviamente, sería insensato pretender que un recién nacido haya creído en el Señor como en su Salvador personal.
Tan absurdo como eso es pretender forzar la situación, diciendo que la criatura se bautiza en la fe de sus padrinos. La Biblia no menciona ni padrinos, ni bautismos de infantes, porque todo eso es nada más que invención de hombres.
Jesús no necesitaba bautizarse, pero lo hizo para dejarnos un ejemplo; si el bautismo debía ser practicado en la infancia, él lo habría hecho cuando niño y no cuando tenía treinta años. Si continuáramos analizando los sacramentos de la iglesia católica romana, veríamos que todos ellos son de invención humana y que no aparecen en las Sagradas Escrituras.
Suponierndo que algún católico observara todos los sacramentos de su iglesia, aún así su dilema sería después de su muerte, partir al infierno o en el mejor de los casos, al purgatorio. La seguridad de la salvación eterna de su alma, es una doctrina totalmente extraña para ellos.
Aunque el Señor dice a los suyos, en 1Jn. 5:10 "El que cree en el Hijo de Dios, TIENE el testimonio en sí mismo, el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna".
A los verdaderos cristianos Dios nos ha dado vida eterna. No dice que "nos dará" o que "nos daría" vida eterna, ya la poseemos, si no creemos eso, hacemos a Dios mentiroso, porque eso es lo que él nos ha prometido.
En el evangelio de Jn. Cap. 3: 36 dice: "El que en él cree, tiene vida eterna", tampoco dice que la tendrá, ni que la tendría, como si no fuera algo seguro o que fuera algo inconcluso, categóricamente dice: TIENE vida eterna, ahora. Y no podría ser de otro modo, porque el mismo Señor Jesucristo nos asegura en Jn. 10:28 "Yo les doy vida eterna, y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano".
Los romanistas enseñan que toda nuestra vida debemos hacer obras, pero aún así no saben si van al cielo, en el mejor de los casos van al purgatorio. Lamentablemente los pseudo evangélicos también están enseñando la misma doctrina de Roma.
Los estandartes de lucha que se elevaron durante la Reforma del siglo XVI fue la salvación por gracia, no por obras. Se consideró como evangélico únicamente a los que se identificaron con la postura Calvinista, pero hoy, vergonzosamente los pseudo evangélicos pretenden anular los postulados básicos de la Reforma, para proseguir adelante con la postura ecuménica que les presenta Roma.
Esto significa anular la Reforma y hacer inútil toda la sangre de los mártires de Jesús que se vertió a raudales durante ese penoso período. Decir que la salvación depende de lo que nosotros hagamos, sea bueno o malo, es sostener que la salvación depende de nuestras obras, lo cual es abiertamente contrario a la enseñanza de la Biblia.
Existen algunos que sostienen, al igual que Roma, que el bautismo es necesario para la salvación, hasta llegan al extremo de imitar a los católicos bautizando a los recién nacidos, que como hemos visto es una práctica totalmente opuesta a la enseñanza bíblica.
Otros se han extralimitado incluyendo en esta ceremonia para infantes, a unos personajes que comenzaron llamándoles "testigos" y que ahora abiertamente les dicen "padrinos" y con los padres de la criatura se llaman "compadres". Todo esto se debe a que nunca han cortado con las raíces supersticiosas de Roma.
En el Catolicismo aprendieron que si no bautizaban a un bebé, éste se iba al Limbo. Ahora que sólo se han cambiado de religión, se encuentran con un vacío supersticioso que les atemoriza, así que sus líderes religiosos para satisfacer esta necesidad y miedo que les preocupa, han copiado todo este ritual del Catolicismo y quedan todos contentos, porque la religión de hoy consiste en eso, agradar y complacer al hombre sin importar lo que Dios dice.
Para darle una apariencia de escritural a esa posición, que el bautismo es necesario para la salvación, cosa que se contradice con el gran postulado bíblico de que somos salvos por fe, no por obras y obviamente el bautismo es una obra, citan la mitad del versículo de Mr. 16:16 "El que creyere y fuere bautizado, será salvo" y allí cortan el versículo y levantan todo un cuerpo de doctrina que se contradice con el resto de la Biblia.
La segunda mitad del versículo de Mr. 16:16 y que es la que ellos voluntariamente omiten, dice: "mas el que no creyere será condenado". No dice, el que no fuere bautizado será condenado, sino que el que no creyere.
Para defender su posición recurren a los mismos argumentos de Roma, citan Jn. Cap. 3 cuando Nicodemo conversa con el Señor donde dice en el :5 "el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios". Y allí, al igual que Nicodemo, que pensó que nacer de nuevo sería entrar por segunda vez al vientre de su madre y nacer, ellos también interpretan la palabra "agua" en forma literal.
Cometen el mismo error de Nicodemo, porque siguiendo con la lectura del pasaje, el mismo Señor Jesucristo aclara en el Cap. 4:10 que está hablando de "agua viva" y no del líquido H 2 O. Lea los versículos del 10 al 14 y lo comprenderá fácilmente "cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás".
También en Ef. 5:26 aclara que el agua es la Palabra de Dios, dice textualmente: "para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra". Esto concuerda con la enseñanza del apóstol Pedro, dice en su primera epístola Cap. 1 : 23 "siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre".
Aquí dice Pedro que este nuevo nacimiento se produce por "la Palabra de Dios". Otro pasaje muy recurrente por los romanistas y por sus hermanos los pseudo evangélicos, es 1 Pd. 3 :21, pero realmente allí lo único que necesitamos es un mínimo de cultura y conocimiento gramatical.
Las reglas gramaticales dicen que una frase intercalada puede omitirse y el sentido de la oración no debe ser alterado. Lo mismo ocurre con la frase de este versículo escrita entre paréntesis. Entre los paréntesis se escribe la oración o frase incidental, sin enlace necesario con lo que se dice fuera del paréntesis.
Por lo tanto, el verdadero sentido del versículo 21 lo podemos comprender fácilmente omitiendo lo que está entre paréntesis, que diría así: "El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva... por la resurrección de Jesucristo". Aquí el Apóstol está sosteniendo lo que dice toda la Biblia, que la salvación está en Jesucristo y en su triunfo sobre aquel que tenía el imperio de la muerte.
Su resurrección es prueba irrefutable de su victoria y porque él venció, hoy nosotros somos salvos, somos más que vencedores. Somos salvos exclusivamente por fe en la obra completa y perfecta de Jesucristo, no por ninguna obra que nosotros realicemos, ni aún la obra del bautismo; eso es un paso de obediencia para los que ya son salvos.
Si el requisito previo para bautizarse es creer de todo corazón y Dios dice que el que cree tiene vida eterna, significa que el que ha creído de todo corazón, ya es salvo. Primeramente hemos de estar seguros de lo que hemos creído (tener la seguridad de nuestra salvación), luego ser bautizado.
Claramente queda de manifiesto que el bautismo no es considerado para la salvación. Es el primer paso de obediencia del que ha recibido la salvación por gracia, es un testimonio público de lo que Cristo ha hecho con nosotros.
Con el bautismo testificamos ante nuestros hermanos y el mundo en general, que hemos muerto al mundo en el momento de sumergirnos en las aguas, y al emerger anunciamos que ahora vivimos para Cristo. No es para asegurarnos la salvación ¿Por qué debemos hacerlo? Porque el Señor así lo ha mandado.
Ninguna obra nuestra puede influir en la salvación eterna de nuestras almas, ya me he referido a que ni aún depende de nuestra perseverancia.
Mt. 24:13 hace referencia a los escogidos del pueblo de Israel que serán salvos por perseverar hasta el fin, durante el período de la Gran Tribulación como lo aclara en los versos 9, 29 y el :21 que dice: "habrá entonces gran tribulación".
La iglesia será arrebatada a los cielos ANTES de la gran tribulación, no pasará por los juicios de Dios, porque Cristo pagó en la cruz del Calvario por el juicio de todos nuestros pecados y Dios no va a demandar dos veces por la cancelación de nuestros pecados.
Rm.8:1 dice: "Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús". Los creyentes estamos en la mano potente y gloriosa del Señor, desde donde nadie nos podrá arrebatar jamás, ni hacer pasar por otro juicio.
Esto es lo que también se aprecia en el juicio universal del diluvio. Las aguas no descendieron hasta que Noé y su familia entraron en el arca, y Dios cerró la puerta, después de siete días comenzó el diluvio.
Cristo es nuestra arca protectora contra el justo juicio de Dios. Este mismo principio también vemos en el juicio sobre Sodoma y Gomorra, primero Dios sacó a Lot y después vino el juicio.
Gracias sean dadas al Señor porque ahora no hay ningún juicio pendiente sobre la iglesia, porque el juicio de TODOS nuestros pecados ya cayó sobre él en la cruz del Calvario. Ningún ingrediente humano es considerado para nuestra salvación.
Y no podría ser de otro modo, porque Dios nos asegura que la salvación es el regalo que él nos da, de lo contrario sería un premio. Si nosotros pudiéramos hacer TODO lo que el Señor nos ha mandado, no seríamos más que "siervos inútiles" (Lc.17:10).
Ef.2:8-9 "Sois salvos por fe, no por obras". Tito 3:5 "Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia".
Ef.l:5 Somos salvos "según el puro afecto de su voluntad".
Que el Señor nos dé más inteligencia y sabiduría para regocijarnos en esta preciosa verdad.
"Roma enseña rezos. Los pseudo evangélicos también lo hacen".
El Señor nos insiste en la necedad que significa pretender "decir" recibirle a él, y depositar esa nueva fe en el viejo sistema religioso al que pertenecíamos, la consecuencia es una inevitable pérdida total.
Los odres viejos no son capaces de resistir el vino nuevo, rompiéndose se produce una completa perdida de ambos. Los odres quedan inutilizados y el vino nuevo se derrama.
La enseñanza es evidente, no podemos "decir" que hemos aceptado al Señor Jesucristo en nuestros corazones, y depositar esta preciosa verdad en el viejo sistema religioso fabricado por hombres; fundamentado sobre tradiciones humanas, fábulas, mitos, fantasías y supersticiones.
La fe del verdadero cristiano debe descansar necesariamente sobre la roca sólida e inamovible que es la Palabra de Dios. En Ef. 2:21 dice Dios: "edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo, Jesucristo mismo".
Nuestro fundamento donde debe descansar nuestra fe es lo sostenido por los apóstoles, siendo nuestra principal base, Jesucristo mismo. Debemos edificar nuestra fe únicamente sobre aquello que es sólido e inamovible, es decir, la Palabra de Dios.
Se nos exhorta a que nuestro hablar sea conforme a su Palabra. Lo dice el apóstol Pedro en su primera epístola Cap. 4 :11 "si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios". En 2 Tim. 3:16 Dios dice: "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia".
El Señor Jesucristo no sólo reconoció la autoridad divina de la Biblia y enseñó con ellas, sino que nos manda a escudriñarlas, lo dijo en el evangelio de Jn. Cap. 5 :39. Escudriñar es mucho más que leerla superficialmente, es estudiarla, excavar, profundizar en ellas.
Entonces uno con toda justicia se pregunta, al igual que cualquiera con un mínimo de inteligencia y honestidad: Si el Señor Jesucristo nos manda a estudiar la Biblia, porque ella es útil y necesaria para nosotros. ¿Por qué la iglesia católica romana en el concilio de Valencia en el año 1229 prohibió su lectura?
¿Por qué, durante tantos siglos las quemaron y mataron salvajemente a quienes quisieron obedecer a Dios antes que a ellos? ¿Por qué hoy la inutilizan sosteniendo que lo que la Biblia dice no es verdad, y quieren hacernos creer que descendemos del mono?
¿No condenaron a Charles Darwin por sostener esa "creencia diabólica", como la calificaron en su época? ¿No sostienen que el papa es infalible? ¿Cómo entonces pudo equivocarse y en forma tan diametralmente opuesta?
La verdad es que los enemigos más implacables y perseverantes que ha tenido la Palabra de Dios ha sido Roma, porque ellos saben que sus dogmas y creencias se hacen insostenibles bajo la poderosa luz de la Biblia.
Siglos atrás las quemaron, hoy como las condiciones sociales son diferentes no lo pueden hacer, pero sí la anulan con dichos tan difamatorios contra la Biblia, como la última arremetida que hicieron contra ella al sostener que el hombre proviene del mono.
El ataque que hay detrás de esto, es negar la autoridad divina de la Biblia, porque todos sabemos que el relato bíblico es completamente opuesto a la "teoría" de la evolución.
Dios ha revelado en su Palabra, no solamente en el Génesis, sino que a través de toda la Biblia "Que todo lo que existe ha sido creado" y no que fue un producto de la evolución, ni que el hombre desciende del mono.
El propio Señor Jesucristo ratificó esta creación original, Mr. Cap. 10 :6 "pero al principio de la creación, varón y hembra los hizo Dios". En fin, no debe sorprendernos este nuevo ataque de los enemigos de la Biblia, porque a ellos no les conviene ser expuestos bajo la poderosa luz de las Sagradas Escrituras, y esto se debe a lo que dijo el Señor: "que aman más las tinieblas que la luz, porque sus obras son malas".
Continuando con nuestro paralelismo entre Roma y los pseudo evangélicos, y teniendo como única base la infalible Palabra de Dios, veremos la octava semejanza: "Roma ha confeccionado diversos rezos" para que con su repetición, influya en la salvación de sus feligreses.
Los pseudo evangélicos hoy están fabricando salvados, haciéndoles rezar, repetir palabras que son puestas en sus bocas y que no fluyen de corazones arrepentidos, engañando y arrastrando a la perdición eterna a muchos.
La diferencia entre rezo y oración resulta evidente para cualquiera. Rezo es una repetición mecánica de algo que otra persona confeccionó. Oración a Dios se refiere a la experiencia personal del pecador que abre su corazón al Señor y con sus propias palabras le expresa a Dios lo que tiene en su corazón.
Oración no es un monólogo sino una conversación con Dios. La oración es tan imprescindible en la vida del cristiano, como lo es la respiración para nuestro cuerpo humano, con ella no solamente llenamos nuestros pulmones de oxígeno sino que purificamos nuestra sangre, que es donde está la vida, como dice el Señor.
En el evangelio de Lc. Cap. 11 :1 leemos: "Aconteció que estaba Jesús en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar". Y en el pasaje paralelo del evangelio de Mt. Cap. 6 donde nos entrega más detalles al respeto, dice desde el versículo 5 en adelante:
"Cuando ores, no seas como los hipócritas, porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres, de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos. Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, etc."
La lección es clara: los discípulos le piden al Señor que les enseñe a orar. Y él les entrega 3 principios básicos para una oración conforme a la voluntad de Dios.
1º Que no sean como los hipócritas, que oran para ser vistos.
2º Que la oración debemos hacerla privadamente y
3º que no hemos de usar vanas repeticiones.
Entonces, luego de estas advertencias les entrega una oración modelo para que "sepamos" como orar, no para repetirla. En este modelo de oración hallamos varias otras enseñanzas, la primera es que la oración debe ser dirigida al Padre Celestial y no a otra persona. Realmente el análisis exhaustivo de este modelo de oración merece otro capítulo aparte.
Pero el tema en consideración es el rezo mecánico que practica Roma y que para facilitarlo en el año 1090, introdujeron el rosario, que copiaron de las religiones de la India quienes lo usaban cientos de años antes de la era cristiana.
Hoy en día que occidente está siendo invadido por estos gurús y lamas, nos resulta muy fácil verles portando este objeto, quienes también lo emplean para contabilizar sus rezos.
Pero mi preocupación no son los líderes religiosos de Roma, porque bien sabemos que a ellos nunca les ha importado mucho lo que Dios dice en la Biblia, tal es así que prohibieron su lectura, las quemaron durante siglos y hoy intentan anularla con un pronunciamiento tan absurdo al querer darle autenticidad a una "teoría", que ni aún los científicos se ponen de acuerdo, como la teoría de la evolución; con el único propósito de desprestigiar y desacreditar la Biblia.
Sí, hoy no pueden quemarla, ni prohibir su lectura, pero con mucha astucia le están diciendo a la gente que la pueden leer, pero en ella solo encontraran fábulas, leyendas y otras cosas que la ciencia se ha encargado de probar que no son verdad.
Esto confirma lo que Dios dice en su Palabra Rm. 1:22 "Profesando ser sabios, se hicieron necios". 1Cor. 3:18 "Nadie se engañe a sí mismo, si alguno entre vosotros se cree sabio en este mundo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio. Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios, pues escrito está: El prende a los sabios en la astucia de ellos".
Sinceramente mi preocupación no son los líderes religiosos ni los sabios de este mundo, sino la gente sincera y honesta que se deja engañar por esta clase de embaucadores.
Muchos son los que desconcertadamente se preguntan ¿Cuál es la verdad? Y con la autoridad de la Palabra de Dios les digo que "la verdad es Cristo", él así lo dijo y sus dichos los hallará exclusivamente en la infalible Palabra del Señor, la Biblia.
Los rezos mecánicos, que no fluyen de su propio corazón sino de la mente de otra persona, no tienen ninguna eficacia para usted, porque no son otra cosa como lo dijo el Señor, que repeticiones vanas.
Pero esto que decimos para los romanistas, también tiene la misma validez para aquellos que se "dicen" evangélicos. Estos por tener más conocimiento bíblico, tienen mayor responsabilidad; el Señor al que le ha dado más, le exigirá más.
Que triste espectáculo dan las radios que se "dicen" cristianas y están fabricando cristianos con este mismo método de los romanistas. Ese mal también se ha difundido en muchas iglesias.
A aquellos simpatizantes o aquellos que acuden por alguna aflicción o emoción particular, se les insta a "rezar" con ellos y les dicen: "repita conmigo,... Señor", y su interlocutor repite: "Señor" y continúan con ese rezo aprendido: "Te recibo en mi corazón", a lo que la otra persona repite las mismas palabras que fueron puestas en su boca. Y culminan con un gloria a Dios por la nueva persona que "dicen" se ha salvado.
Qué grande responsabilidad tienen estos "fabricantes" de creyentes, porque con ese engaño están enviando a muchos, no al cielo, sino al infierno.
¿Fue este el ejemplo que nos legaron los apóstoles y los discípulos del Señor? ¡No! jamás leemos en la Biblia algo que tan siquiera se parezca a esto.
El apóstol Pedro cuando valientemente predicó el evangelio en el día de Pentecostés tuvo como resultado lo que leemos en Hch. 2:37 "Al oír esto, los que habían escuchado la predicación, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?"
Y ¿cuál fue la respuesta de los apóstoles? ¿Pasen adelante los que han recibido al Señor para obtener nuestra bendición? ¿Levanten su mano? ¿Repitan conmigo este rezo? NADA DE ESO.
En primer lugar vemos que ellos estaban sinceramente compungidos de corazón. ¿Les dijo el apóstol, "vuestra sinceridad es suficiente, ya sois salvos"? ¡NO! porque no basta con ser sinceros, el infierno está lleno de personas sinceras. ¿Le escuchamos decir: "la aflicción que sienten en vuestros corazones es suficiente, ahora sois salvos"?
¿Las lágrimas? o ¿el escalofrío? ¿el sudor? ¿la corriente eléctrica que corre por vuestras espaldas? ¿o cualquier otra manifestación de emocionalismo es suficiente?
Léalo por usted mismo y comprobará cuan diferente es lo que dicen los líderes religiosos de hoy, con lo que dijo el apóstol. Pedro no los llamó a pasar adelante ni a levantar una mano, sino que los llamó "al arrepentimiento". Porque es necesario "nacer de nuevo", cosa que también está muy olvidada en nuestros días.
El Espíritu Santo comienza a trabajar en el pecador, primero haciéndonos conscientes de nuestros pecados, luego ellos nos causan dolor, para seguidamente producir el arrepentimiento en el pecador. Y esto lo lleva a confesar sus pecados a Dios.
Pero todo esto es algo tan personal e íntimo, que nadie puede poner palabras ajenas en la boca del que está naciendo de nuevo, es una relación única y profunda entre el pecador arrepentido y Dios, forzar esto, es cometer el mismo error que yo hice.
Cuando niño observaba con mucho interés cada día un gusano que se había introducido en un capullo, hasta que un día vi que desde su interior intentaba salir una mariposa, eran tantos sus esfuerzos que decidí ayudarla rompiendo el capullo, pero para mi sorpresa observé que esa mariposa quedó atrofiada, nunca pudo emprender su vuelo, después de muchos esfuerzos desesperados, murió.
Hoy sé que el Creador ha determinado para que esa nueva criatura pueda lograr su transformación plena, es indispensable sus propios movimientos a través del pequeño orificio del que sale de su capullo, porque Dios determinó que solo por medio de ese proceso individual, las pequeñas y finísimas venas que circulan por sus alas pueden ser plenamente irrigadas con el vital líquido que las fortalece, y luego les permite emprender su vuelo para remontarse a las alturas.
Así también son muchos los que hoy están entorpeciendo el proceso natural del nuevo nacimiento del pecador, interviniendo humanamente, atrofiándolos y condenándolos a una muerte eterna.
En muchas iglesias se han nombrado "monitores" (en algunas les llaman "oficiales"), que son los encargados de forzar, levantar de sus asientos y presionar a las visitas a que pasen adelante para recibir la salvación, la cual según parece, se puede obtener únicamente cerca del púlpito donde está el pastor.
Nadie es salvo por repetir palabras que son puestas en su boca ni por ninguna expresión de emocionalismo.
El pecador, cual el gusano, necesita salir sin intervención humana desde el interior de su capullo, es decir, desde el interior de su corazón donde ha tenido un encuentro íntimo y personal con Dios, en un acto soberano del creador y en una participación única y exclusiva del Espíritu Santo, sin agentes externos que le fuercen.
Hoy son muchos los ingredientes externos y humanos que se están empleando, para "fabricar" creyentes. Se explota la música, los sentimientos, las emociones, la presión insistente y majadera de los llamados "monitores" para llevarlos adelante.
Hasta se les fuerza a repetir palabras que no son de ellos, para que sean contados dentro de las estadísticas del número de los que supuestamente se han salvado, y que tanto envanece a los líderes y a la iglesia en general.
Que el Señor nos dé más sabiduría para no ser responsables de esta práctica tan terrible que está engañando a muchos, adormeciendo sus conciencias, haciéndoles "creer" que son del Señor, pero que nunca han nacido de nuevo.
"Roma dice: No ir a misa es pecado mortal. Los pseudo evangélicos igual".
La iglesia de Roma para obligar a los católicos a asistir a sus misas, ideo un plan para presionarlos por medio del terror. Puso bajo pecado mortal a todos los que falten sin causa justificada, y les dijo que nadie que estuviera en pecado mortal podrá entrar en el cielo.
Por los informes que ha entregado su propia organización que sólo el 6% de los católicos están asistiendo a misa, significaría que un 94% se van al infierno. Parece ser que cada día pierden más la credibilidad entre su propia gente, porque mientras sus templos se están vaciando, las estadísticas muestran que la iglesia cristiana evangélica solo en Latinoamérica, está avanzando a un ritmo de tres veces del crecimiento de la población.
Aún destacando que éstas consideran evangélicos a los que asisten tres, cuatro a cinco veces por semana a sus iglesias. Pero esto tampoco debiera enorgullecernos, porque bien sabemos que allí también se ha logrado infiltrar mucha cizaña.
Este es también uno de los propósitos de estos estudios, que nadie se engañe y comprenda antes que sea demasiado tarde, que cuando Cristo venga no se va a llevar a los simpatizantes, sino a los que realmente han nacido de nuevo. Esta es también la enseñanza que nos dejó en la parábola de las diez vírgenes.
Cuando él venga a buscar su iglesia, no se llevará a todos los que se encuentren en el local de una iglesia, tampoco será suficiente que tengan Biblias en sus manos y tengan apariencia de cristianos.
Únicamente los que han nacido de nuevo, se han arrepentido de sus pecados y los han confesado al Señor; los que habiendo creído han sido sellados con el sello del Espíritu Santo, esos irán con él, como dice en Ef. 1:13 "vosotros, habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa".
En Ef. 4: 30 nos asegura que este sello de propiedad de Dios nos acompañará hasta el día de nuestra redención plena, cuando Cristo regrese por nosotros. Dice en el Cap. 4 :30 "Fuisteis sellados con el Espíritu Santo para el día de la redención".
Como veíamos, lamentablemente en el día de hoy los pseudo evangélicos están utilizando las mismas técnicas de los romanistas. No les dicen que si faltan a las actividades que se les imponen en sus iglesias están en pecado mortal, pero en la práctica significa lo mismo, porque en muchos lugares sus líderes, como una manera de asegurar la asistencia de sus miembros y mantenerlos en "sus" iglesias, les están diciendo que si el Señor viene y ellos no se encuentran presente, juntos con sus hermanos en la fe, se quedarán aquí y no se irán con el Señor.
Todas estas doctrinas espúrias tienen como única base la porfía del hombre de insistir en que la salvación es por obras. Dios ha dicho que somos salvos por fe no por obras, pero el corazón vanidoso del hombre se resiste aceptarlo.
La salvación por gracia, no por obras, fue el gran estandarte de lucha de los reformadores de Siglo XVI, hoy los pseudo evangélicos pretenden borrarlo de una plumada.
Si aceptáramos este gran postulado bíblico, que no somos salvos por obras, podríamos reconocer fácilmente todas las otras doctrinas extrañas que se están introduciendo, como consecuencia de quebrantar esta verdad fundamental del evangelio de Jesucristo. Por ejemplo que la salvación no es por perseverar, porque si fuera así, dependería de nuestras obras.
La salvación no se puede perder, porque al sostener lo contrario estaríamos dependiendo de lo que nosotros hiciéramos, sea bueno o sea malo, lo cual serían obras nuestras. Tampoco el bautismo tiene ninguna participación en nuestra salvación, porque eso también es una obra.
Lo mismo sucede cuando algunos chantajistas dicen que si no pagamos el diezmo le estamos robando a Dios, y como los ladrones no entrarán en el reino de los cielos, también nuestra salvación estaría dependiendo de esa obra.
Si aceptamos la verdad bíblica como dice por ejemplo en Tito 3:5 "nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por Su misericordia". O como dice en Rm. 11:6 que nos asegura que somos salvos por gracia, textualmente dice : "y si por gracia, ya no es por obras, de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras ya no es obra". .
La verdad es que somos salvos por su gracia, "por el puro afecto de su voluntad" (Ef.1:5), no por obras nuestras. La única obra que puede salvarnos es la obra redentora que Cristo realizó en la cruz del Calvario, porque como el apóstol Pedro lo aseguró en Hch. 4:12 "en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos".
Una vez que nos arrepentimos y pedimos perdón por nuestros pecados al Señor, él nos da la salvación eterna, nos sella con el Espíritu Santo. Entonces, como fruto de esa salvación que el Señor nos ha dado, comenzamos a hacer obras, no para ser salvos, porque ya somos salvos.
Las obras del creyente salvado son producto del Espíritu Santo que ahora mora, habita en él, porque dice la Palabra del Señor que pasamos a ser "templos del Espíritu Santo".
Todas las obras que no hayan sido realizadas en el Espíritu, serán quemadas como "madera, heno, hojarasca, porque el fuego la probará" (1Cor.3:12). En el verdadero hijo de Dios es el fruto natural de un corazón agradecido, que por amor y gratitud a su Señor comienza a servirle.
Aún las obras que hacemos las diseñó Dios. Dice en Ef. 2:10 después de asegurarnos que somos salvos por gracia, no por obras, continúa en el :10 "porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas".
En Filipenses 2:13 dice: "Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad".
Si lográramos realizar todas las cosas que Dios nos ha ordenado, no seríamos más que "siervos inútiles" (Lc.17:10).
Él nos salva, él nos da el Espíritu Santo, él nos concede a cada uno en particular un don para que le sirvamos, él produce en nosotros tanto el querer como el hacer y él es quien diseñó las obras para que sus redimidos, los salvados, andemos en ellas. Primero nos salva, luego nos capacita para que le sirvamos en su obra.
El creyente verdadero asiste a las reuniones de su iglesia no por temor, ni por presión o por complacer a sus hermanos. Sólo por amor a su Salvador a quién tanto le debe. Se identifica con el salmista (Sl. 84:2 y 10) "Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová,... porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos".
Al igual que el novio desea y anhela estar junto a su amada no porque alguien lo esté amenazando, sino porque el profundo amor que siente por ella le impulsa a estar a su lado. Así el verdadero creyente asiste a las reuniones de su iglesia y se compromete con las actividades de ella, no porque le estén presionando con la mentira de que perderá su salvación si Cristo viene y no le encuentra allí, sino porque ama a su Señor. El libro de Cantares es el que mejor refleja este amor profundo que siente el cristiano por su Amado.
No existe otro libro en la Biblia donde el creyente espiritual halle un manantial de aguas más dulces que este de Cantar de los cantares. El amor puro y limpio se regocija en esta fuente de exquisito deleite. Es en esa intimidad con su Señor que el cristiano verdadero se deleita con su amado y también descubre el corazón del Señor.
Esto es lo que verdaderamente revela al corazón regenerado y lavado en su sangre preciosa, su anhelo espiritual intenso por el Señor, es cuando percibimos la fragancia de su presencia que nos envuelve.
El cristiano verdadero sabe que el Señor busca principalmente adoradores que le adoren en espíritu y en verdad. Se sienta con un corazón palpitante bajo la sombra del deseado.
El Señor desea que nos acerquemos a él no por temor ni por complacer a los hombres, sino porque le amamos profundamente.
Que el Espíritu Santo nos dé mayor gracia para que cada día podamos seguir impregnándonos más intensamente de su amor y disfrutar más plenamente de su presencia, del servicio que él en su misericordia nos conceda hacer para su gloria.
"Roma profesa la salvación por obras (y aún así van al Purgatorio). Los pseudo evangélicos también enseñan la salvación por obras".
Roma creó todo un sistema basado en mandas, penitencias y venta de indulgencias para recaudar dinero, brindándoles a los católicos la oportunidad de comprar su posible salvación que ellos ofrecen con el sello del Vaticano.
Los pseudo evangélicos se han incorporado con mucho entusiasmo a este sistema, llegando al exceso de mandar al infierno a todos aquellos que no les pagan el diezmo, y de ofrecerles una devolución al ciento por uno por cada ofrenda.
En el sistema católico romano la penitencia es uno de los 7 sacramentos de la iglesia, el 4º en ese grupo. Debido a que Roma enseña la salvación por obras, las penitencias son de gran importancia para ellos.
El catecismo de New York define la penitencia de la siguiente manera: El sacerdote da la penitencia en la confesión, para ayudar a hacer la penitencia temporal que se debe sufrir por los pecados. La penitencia otorgada por el sacerdote, no siempre alcanza a satisfacer a Dios por nuestros pecados, por lo que debemos hacer otros actos de penitencia para obtener la indulgencia. (Indulgencia es la remisión de algunos días, meses o años de castigo en el purgatorio).
En uno de sus libros: "Catholic's believers" pág. 101 refiriéndose a los pecados veniales y mortales dice: "Ambas clases de pecado pueden ser perdonados con una simple confesión a un sacerdote, pero si luego no hacen suficientes obras buenas, irá al Purgatorio" y continúa: "el fuego del Purgatorio no se diferencia del infierno, excepto por su duración, es el mismo fuego".
El sufrimiento es igual, ésta es la enseñanza oficial de Roma respecto al Purgatorio, aunque algunos curas por estrategia traten de minimizarla para no espantar a la gran mayoría que según sus propias enseñanzas irán allí, y otros simplemente lo niegan por ignorancia.
En el catecismo de Baltimore se define la indulgencia así: "Indulgencia es la remisión plena o parcial del castigo temporal de nuestros pecados. Para obtener una indulgencia, debemos estar en un estado de gracia que se obtiene con una confesión satisfactoria a un sacerdote, y complementada con otras obras".
La práctica de conceder indulgencias era totalmente desconocida en la iglesia cristiana de los primeros siglos de nuestra era, fue solamente en la Edad Media que aparece en conexión con las penitencias impuestas por la iglesia católica romana.
En el año 1096 en el concilio de Clermont, el papa Urbano II prometió una indulgencia plena para todos aquellos que tomaran parte en las cruzadas. El papa Clemente VI en el año 1342 proclamó que la iglesia tenía el premio de las indulgencias para los que hicieran méritos suficientes.
Desde ese tiempo las indulgencias vinieron a formar parte del sistema de Roma, específicamente fue el papa Sixto IV quien declaró que las indulgencias estaban disponibles para las almas que estaban sufriendo en el Purgatorio.
Fácilmente podemos imaginar el impacto que eso tendría sobre todos los que habían sufrido la pérdida de un familiar querido y que ahora se encontraba sufriendo en las llamas del Purgatorio. Harían todos los esfuerzos necesarios para adquirir esas indulgencias que Roma les vendía.
En nuestros días si un médico dejara morir a un paciente sobre la mesa de operaciones porque en ese momento descubre que el seguro de salud no cubre esos gastos, todos acusarían a ese médico de falta de ética profesional.
¿Y qué podríamos decir de los curas que se atribuyen la autoridad de poder liberar a las almas del sufrimiento de las llamas del Purgatorio y no lo hacen porque no han recibido dinero para sacarlos de allí?
La historia registra las palabras de Tetzel, enviado especial del papa León X cuando necesitaba dinero para construir la fastuosa Basílica de Roma, envío a sus emisarios por toda Europa en esta inmoral práctica de venta del perdón de pecados por medio de las indulgencias, que no es otra cosa que un tráfico de almas.
Tetzel les aseguraba a los incautos y supersticiosos católicos que tan pronto como sus monedas caían y sonaban en su caja donde recolectaba ese dinero, el alma del ser querido por la cual pagaban, salía inmediatamente del Purgatorio y se iba "derechito" al cielo.
¿Cómo sabían estos emisarios del papa que esas almas del Purgatorio eran liberadas de ese lugar de tormento? ¿Se comunicaban con los muertos o con los demonios del Purgatorio? No lo decían, así que no podemos asegurar que clase de comunicación tienen con ese lugar de los demonios.
Esa corrupta práctica de extraer dinero de la gente, explotando sus sentimientos, aprovechando la ignorancia de la Palabra de Dios en que esos mismos líderes religiosos habían sometido a la humanidad, por medio de la prohibición de la lectura de la Biblia y donde quemaron a montones no sólo este libro divino, sino a todos los que se atrevieran a desafiarles, fue lo que hizo posible esta inmoral práctica de los traficantes de almas.
A esto hace referencia entre otras cosas, Ap. Cap. 18 donde se nos profetiza el juicio que finalmente Dios mandará sobre Babilonia y todos los que han fornicado con ella.
Aquí vale destacar que las propias Biblias Católicas, donde se encuentra la interpretación oficial de la iglesia Católica Romana, asegura que aquí "Babilonia representa a Roma" usted Lo puede comprobar en cualquier Biblia Católica, ábrala en Ap. Caps. 17 y 18 y lea al pie de su página lo que dice.
Por ejemplo en la Biblia Católica de Jerusalén que tengo ahora en mis manos, dice en la pág. 1782 sobre la Babilonia que aquí se describe: "las 7 cabezas son las 7 colinas de Roma", en la pág. anterior también dice lo mismo: "Babilonia es Roma".
En Ap. Cap. 17 Dios nos describe la destrucción de la Babilonia eclesiástica, es decir, Roma en su aspecto religioso. En el Cap. 18 su destrucción social, económica y política. En el versículo 9 se refiere a los que han fornicado con ella, y el :11 dice: "Y los mercaderes de la tierra lloran y hacen lamentación sobre ella, porque ninguno compra más sus mercaderías".
Y comienza a enumerar todo con lo que han traficado: "oro, plata, piedras preciosas, etc." Culmina esta larga lista de mercancías con que traficaron diciendo al final del :13 "almas de hombres".
¿Cómo alguien puede traficar con las almas de los hombres y hacer dinero con ellas? Quizás esa fue la gran interrogante que tuvo el apóstol Juan al recibir esta revelación de Dios. Pero hoy nosotros mirando retrospectivamente, vemos en la historia el fiel cumplimiento de esta profecía en la venta de indulgencias, pago de mandas, etc.
Para interpretar correctamente esta revelación que Dios nos entregó, sin fanatismos religiosos, debemos preguntarnos: ¿Quiénes son los que han fornicado con ella? Y la respuesta llega sola, todos los que se han unido con ella y se han prostituido utilizando sus mismos métodos.
Los pseudo evangélicos de nuestros días también están sometiendo al pueblo de Dios a la ignorancia de la Palabra del Señor, y con los mismos propósitos perversos de poder extraerles dinero.
La codicia les ha llevado a reemplazar el estudio de la infalible Palabra de Dios, por testimonios, historias, visiones y mucha música mundana para mantenerlos entretenidos en una orgía emocional mientras les vacían los bolsillos y billeteras.
Sutilmente los alejan de la Biblia, embriagándolos de música, aplausos, gritos y un desborde sin límite de emociones que apelan al alma y no al Espíritu.
A esto es lo que se refiere Dios cuando le prohibió a su pueblo el uso de la levadura y la "miel" en las ofrendas, la levadura representa el pecado, y la miel a toda la dulzura terrenal, lo carnal, lo que no proviene del Espíritu y que puede endulzar y alegrar solamente el alma.
Esta es la misma alegría que puede experimentar el incon:en el mundo, en sus reuniones sociales, festivales, conciertos Rock, etc. Donde muchos caen hasta en un estado de histeria, llantos, risas descontroladas, desmayos y pérdida total de sus voluntades, como lo vemos en las reuniones de los carismáticos.
Cuando han logrado sumergir al pueblo en la ignorancia de la Palabra de Dios, los han embriagado de emociones y carnalidad, entonces comienzan a predicarles el evangelio de la prosperidad, para quitar de sus corazones todo anhelo por las cosas espirituales y enfocar su atención en las cosas de este mundo.
Les es indispensable que sus oyentes desconozcan la Palabra de Dios, para lo cual han llegado a la blasfemia de decir: "No lea la Biblia, porque la letra mata", aunque el Señor ha mandado "Escudriñad las Escrituras".
La verdadera razón es que versículos como 1Jn. 2:15, Mt. 6:19 y muchos otros, resultan contrarios al evangelio de la codicia que ellos predican y a los intereses que persiguen. ¿Y qué dicen estos versículos?.. veamos 1Jn. 2: 15 "No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo".
Mt. Cap. 6 :19 "No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, sino haceos tesoros en el cielo" :21 "Porque donde esté vuestro tesoro allí estará también vuestro corazón". :24 "Ninguno puede servir a dos señores, porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas".
En Ef. 2:2 nos dice Dios que "no sigamos la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia".
En Mt. 4:8 nos relata que Satanás le mostró al Señor los reinos, riquezas y gloria de este mundo, luego en el :9 le dijo el precio que muchos en el día de hoy están muy dispuestos a pagar: "Todo esto te daré, si postrado me adorares".
Dios nos advierte en 1Tm. 6:3 al 6 "Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe y delira... toman la piedad como fuente de ganancia, apártate de los tales". Cuantos son los que hoy han tomado la religión como fuente de ganancia y han adoptado una apariencia de piedad.
Seguramente que estos líderes razonan que si al Vaticano le ha dado tan buenos dividendos y han logrado acumular tantas riquezas, ¿Por qué nosotros no podríamos emplear sus mismos métodos y obtener las mismas ganancias? Y se han entregado con delirio y pasión a la predicación del evangelio de la prosperidad, porque su verdadero dios, son las riquezas de este mundo.
Considere lo que estoy diciendo y compare, analice los mensajes que escucha en muchos púlpitos e insistentemente por las radios que se han autoproclamado "emisoras cristianas"... "No se pierdan la bendición de ofrendar para el Señor, si usted da 50, 100, o 500, el Señor se lo devolverá duplicado o aún más".
Ese es el evangelio de la codicia, "dar para recibir más". Otros están pagando "sus mandas", con diversos trabajos y servicios "para el Señor", esperando recibir también algún beneficio de Dios.
En 1 Cor. 13 versos 1 al 8 Pablo enseña que: "dar todos mis bienes para dar de comer a los pobres, no conseguiría ningún galardón celestial, a no ser que se hiciese por puro amor. Y explica que el verdadero amor no busca ni espera nada en retribución".
Lo que se da para recibir más, es producto de la codicia y no del amor. Lo que se ofrenda para recibir un favor particular de Dios, sea salud, trabajo, etc., esa simonía en el catolicismo se llama "manda". Y en el mundo evangélico no podríamos darle otro nombre diferente.
Esta práctica anti bíblica es un insulto a Dios. El no vende su favor, ni está interesado en nuestro dinero, porque él es dueño de todo.
Si fuera verdad lo que proclaman por medio del evangelio de la prosperidad ¿Por qué en vez de pedir dinero, ellos no venden las radios emisoras que dicen poseer, y lo recaudado lo regalan para la obra del Señor? El Señor tendría que devolvérselo duplicado. Que buen negocio sería, regalar una radio, para recibir dos o más, sin tener que estar pidiendo dinero en las calles ni rebajar al Dios de la gloria, dueño del Universo, a un triste nivel de limosnero.
Pero no lo hacen, porque saben muy bien que el evangelio de la prosperidad solamente empobrece al pueblo de Dios y enriquece únicamente a los que han adoptado la piedad, como fuente de ganancia, inescrupulosos sin temor de Dios.
¿Por qué los primeros cristianos, que se despojaron de todo, continuaron en la pobreza por varios siglos? Vendieron sus casas, y no recibieron 2 o 3 a cambio. Pablo se despojó de todo, posición social, amigos, familia, y no funcionó en él lo que hoy prometen por medio del evangelio de la prosperidad.
Porque bien sabemos que vivió enfermo, rechazado por el mundo, azotado y en prisión. Nada más contrario a la enseñanza bíblica que la participación del dinero para agradar a Dios, ni comprar su favor. Dios no está en venta.
El Señor dice en Is. 55:1 "Venid a las aguas, y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio". Que diferente suena la invitación de Dios a la de los inescrupulosos que han hecho del pedir dinero una profesión.
El Señor no está interesado en absoluto en nuestro dinero, los hombres que se autoproclaman representantes de Dios, sí lo están, y mucho.
En 1 Tim. 6:10 dice: "Raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores, mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia".
Dios nos advierte de este mal y nos exhorta, no a dar dinero para recibir más, sino que busquemos la justicia, la piedad y la fe.
También en Miqueas 3:11, Dios reprende a los líderes religiosos que hacían comercio en el nombre del Señor, dice: "Sus jefes juzgan por cohecho, y sus sacerdotes enseñan por precio, y sus profetas adivinan por dinero, y se apoyan en Jehová, diciendo: ¿No está Dios entre nosotros?".
Estos líderes religiosos se atribuían la representación de Dios para recoger dinero en su nombre. Lo cual fue severamente reprendido por el Señor.
Este fue también el pecado de Simón el mago, que pretendió comprar con dinero el don de Dios y Pedro lo amonestó duramente, Hch.8:20 "Entonces Pedro le dijo: tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero".
Y cuántos son los que, aunque de buena fe, pero engañados por esta clase de líderes, pretenden comprar con dinero el favor de Dios, ofrendan para que Dios los bendiga con más dinero o con un favor en particular o para que no les acontezca ningún mal.
Esta práctica en nada difiere de las mandas que pagan los católicos para ganarse el favor de la virgen o de algún santo.
No cabe la menor duda que estos líderes tienen una tremenda responsabilidad y que Dios no lo va a pasar por alto. Pero no es menos cierto, que el pueblo de Dios que se ha dejado engañar por estos chantajistas, también tienen una gran cuota de culpa, por haber descuidado el estudio de la Palabra del Señor y se encuentran siguiendo a hombres y no a Dios.
El Señor nos manda a "escudriñar las Sagradas Escrituras", nos exhorta a examinarlo todo bajo la poderosa luz de la Biblia, a que comprobemos con la Palabra de Dios si tal o cual práctica o doctrina, corresponde a lo que el Señor ha revelado.
Nos manda a probar los espíritus si son de Dios o no, y esto lo podremos verificar únicamente por medio de la Biblia.
En cambio muchos en forma irresponsables e indiferente, han dejado el estudio de la Biblia y cual el flautista de Hamelin, han seguido la música chabacana e irreverente con que les entretienen para que no se alimenten de la Palabra del Señor.
Compruébelo por usted mismo y anote todos los días, cuantas horas dedica a escuchar esa música que "dicen" que es cristiana, y cuantas horas dedica a la lectura de la Palabra de Dios, al cabo de una semana sume, compare y verá con que se está alimentando; si con el alimento sólido de la Biblia o con alimento adulterado.
De esta forma comprobará fácilmente por qué no crece espiritualmente y es llevado por cualquier viento de doctrina. Muchos se encuentran tan raquíticos espiritualmente que se están cayendo al suelo bajo la influencia de un simple soplido, como lo hacen los "magos" que aparecen en televisión, pero eso es tema para otro capítulo aparte.
Nuestro propósito es motivarle al estudio de la Palabra del Señor y a la oración, para que no se deje engañar, ni siga en pos de hombres que están trayendo tanto desprestigio a la obra de Dios, siga al Señor y su Palabra.
"Roma fomenta la superstición".
Roma ha fomentado la superstición a través de toda la historia. Hoy los pseudo evangélicos también han descubierto el tremendo poder que tiene la superstición para controlar y dominar su gente.
El Señor en su omnisciencia y misericordia para con nosotros, nos advirtió en su Palabra sobre este mal que existiría al final de los tiempos. Si ponemos atención a lo que él nos dice, fácilmente podremos percatarnos que hoy estamos expuestos a "otro evangelio", diferente del que el Señor nos dejó en su Palabra.
En 2ª Tim. Cap. 3 dice: "en los postreros días vendrán tiempos peligrosos, porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, blasfemos, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella, a éstos evita". Luego en el :8 recuerda a los brujos de Faraón que enfrentaron a Moisés e hicieron también grandes milagros, dice: "así también éstos (refiriéndose a los falsos maestros de los que hoy tenemos), así también éstos resisten a la verdad".
En el capítulo siguiente :4 prosigue: "y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas". Y en el Cap. 3 :14 nos hace una solemne recomendación: "Pero persiste tú en lo que has aprendido, que las Sagradas Escrituras te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús, toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia".
También en su epístola anterior dice en el Cap. 4 "el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios, por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó".
Roma aunque sabe muy bien que el apóstol Pedro era casado, como lo dice en varias oportunidades la Biblia y que la mayoría, sino todos los apóstoles que el Señor escogió también lo eran, y que aún en sus viajes misioneros fueron acompañados por sus esposas como lo dice en 1ª Cor. 9:5.
Ellos, los romanistas, siempre han insistido en la prohibición de casarse a todos los que pertenecen a sus órdenes sacerdotales, y curiosamente el pecado imperdonable para ellos es casarse, pero no el tener relaciones, porque eso se arregla fácilmente con una simple confesión a otro cura.
La historia registra, por ejemplo en el libro "Out of the labyrinth" en la pág. 99: "el concubinato del clero en Europa fue tan generalizado, que hizo indispensable legislar al respecto... los hijos ilegítimos de los papas, cardenales y obispos, fueron elevados a posiciones de privilegio dentro de la jerarquía eclesiástica.
De hecho, muchos papas fueron ellos mismos, hijos o nietos de papas y cardenales". La enciclopedia de historia sobre la moral Europea, añade: "Fue necesario recaudar un impuesto estatal, para mantener las concubinas de los príncipes y del clero".
Hablar sobre la familia de los Borgues, que dominó el Vaticano por muchos años y de todo lo que registra la historia, aún desde cuando el papa Gregorio VII impuso el celibato obligatorio en el año 1079, pasando por la Edad Media hasta nuestros días, donde los monasterios y conventos han sido centros de iniquidad e inmoralidad.
Por citar algo más contemporáneo, recuerdo haber leído en la prensa Europea cuando me encontraba en el extranjero, que en Francia habían sido clausurados 3 monasterios católicos, porque casi todo el clero que vivía allí, estaba infectado con SIDA.
Hablar de todo lo que registra la historia como consecuencia de esta prohibición anormal que impone Roma sobre el clero, atentaría contra la moral de este libro, sólo he hecho una breve reseña para que identifiquemos de quienes está hablando Dios en 1 Tim. Cap. 4 cuando dice:
"El Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios, por la hipocresía de mentirosos que teniendo cauterizada la conciencia, prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó".
Como dato histórico también menciono que fue en el año 998, siendo papa Gregorio V, que la iglesia católica estableció la prohibición de comer ciertos alimentos durante los días Viernes, la cuaresma y antes de recibir la hostia. Es muy terrible pensar que líderes religiosos puedan apostatar de la fe, escuchar a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios, pero esto es lo que dice Dios.
En 2Tim.3:13 contrariamente a lo que algunos líderes nos quieren hacer creer que "el mundo" será evangelizado, Dios dice: "mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados".
En 2Ts. 2:11 dice: "Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia".
Dios nos dice que la persona que no tiene a Cristo en su corazón, ama más la mentira que la verdad. Por esta razón son muchos los que van tras las fábulas, leyendas, supersticiones y mentiras en general, las aman y las defienden apasionadamente.
Este fanatismo religioso es lo que ha impulsado a muchos a la violencia y a la crueldad, porque no tienen el amor de Cristo en sus corazones. Sabiendo que el Señor dijo que son "pocos" los que se salvan y que él nos habló de un camino ancho, que es por donde transita la mayoría y que ese camino ancho lleva a la perdición, no debería extrañarnos que "muchos" son los que siguen la mentira.
Por ejemplo, hoy nos quieren hacer creer que descendemos del mono y no lo que Dios dice en la Biblia aunque el mismo Señor Jesucristo enseñó, "que en el principio Dios creó un hombre y una mujer".
Dicen que nuestro raciocinio no puede ir contra la verdad que la ciencia ha probado, refiriéndose a la "teoría" de la evolución. Y bien sabemos que una "teoría" es algo que no ha sido probado. El día que se probara, dejaría de ser "teoría".
Aquellos que se han perdido en la mentira, Dios los ha entregado a su propio juicio, para que crean la mentira. Quieren hacernos creer que son personas muy racionales y que no pueden ir contra la conciencia.
Pero para entrar definitivamente en nuestro tema, veamos algunas de las supersticiones que estos hombres tan juiciosos, con criterio tan amplio y raciocinio fundamentalista científico creen, además de la "teoría de la evolución".
La ignorancia ha sido un arma muy poderosa que Roma ha usado para fomentar la superstición. No solamente los científicos, astrónomos, matemáticos, químicos y biólogos fueron sus víctimas, como Galileo y el mismo Carlos Darwin, sino que se han ensañado sin piedad contra las Sagradas Escrituras para poder reemplazarla por la superstición, la cual fue alimentada por el fetichismo de las reliquias.
Entre los libros de las reliquias de la iglesia católica Romana, encontramos hechos tan ridículos como que son varias las iglesias que sostienen poseer la cabeza de Juan el Bautista, y muchas más las que dicen tener el dedo índice de Juan con el que señaló a Jesús. Si creyéramos estos absurdos, tendríamos que aceptar que Juan el Bautista fue un monstruo con varias cabezas y una gran cantidad de dedos índices.
Sabemos que el fetichismo les han llevado a conservar huesos y otras reliquias de sus "santos" para su postrer adoración. La iglesia que puede jactarse de poseer alguna reliquia, se hace famosa y se constituye en el centro de peregrinaciones y recaudación de gran cantidad de ofrendas, porque aseguran que son "muy milagrosas". Entre las pretendidas reliquias hay muchos pedazos de la cruz del Señor, clavos de la cruz, todos ellos suficientes para hacer varias cruces.
El monasterio franco de Centula pretendía tener una choza que pertenecía a Pedro, un pañuelo del apóstol, juguetes de los niños que Herodes mató, cabellos de la barba de Pedro; leche de la virgen María (aunque nunca han explicado cómo la consiguieron) y muchas extravagancias más. Aún en el día de hoy exhiben cabellos, dientes de los santos y huesos con que pretenden hacer muchos milagros.
Uno de los más notables engaños fue el de Teramano, quién inventó el fraude de la "Casa Santa". Decía que era la casa donde vivió José y María y que había sido trasladada por los ángeles hasta Italia a fines del siglo XIII. La virgen misma dicen, se apareció al obispo de Modrino para anunciarle que esta casa fue trasladada por el aire desde Nazaret a Tersatto en Fiume y de allí a Loretto en Italia, es decir la casa viajó por los aires más de 1.500 millas.
El papa Pío VII (que obviamente es infalible) promulgó una bula confirmando esta falsedad el 10 de Diciembre de 1806. La historia es creída por todos los fieles católicos y es la fuente de enormes entradas de dinero para el Vaticano. Los pobres peregrinos engañados han hecho un surco alrededor de ella, dando vueltas de rodillas ese "lugar santo".
Para creer en estos engaños necios y desatinados que Roma ha inventado para robustecer su edificio de mentiras y superstición, se necesita mucho más fe que para creer el relato bíblico de la creación de Dios.
Y qué diremos del amuleto del escapulario inventado en el año 1287 por un monje de la orden de los Carmelitos. Creó ese amuleto que aseguran tiene poderes de protección para todos aquellos que lo usen y les garantiza que los librará contra toda clase de peligros, tales como enfermedades, accidentes, brujerías y ahuyentará toda clase de espíritus demoniacos.
En el año 850 inventaron el "agua bendita", que también le atribuyen poderes sobrenaturales y la usan no solamente para rociar con algunas gotas a los infantes que "dicen" bautizar, sino que además para bendecir lugares y objetos, también la emplean en sus prácticas de exorcismo.
Otro objeto fetichista que estimula la superstición de los romanistas, son las medallitas bendecidas ¡Ah! Pero para que tengan poder verdadero y no vayan a hacerle ningún mal de ojo a sus niños, estas medallitas deben usarse con una cinta roja.
También recomiendan los palitos de palqui formando una cruz que deben poner tras la puerta para ahuyentar los malos espíritus, o la sal, y los tres golpecitos sobre madera, etc. La lista es interminable, porque todo el credo católico está cimentado sobre la superstición y no sobre la fe.
La superstición atemoriza y esclaviza, la fe en el Señor Jesucristo y en su Palabra trae paz y libertad. El Señor dijo en Deuteronomio 18:10 "No sea hallado en ti quién practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quién consulte a los muertos".
Aquellos que hoy buscan refugio en la ciencia de los hombres, son los mismos que consultan los horóscopos.
Las revistas, periódicos, programas radiales y televisivos, deben forzosamente contar con una sección dedicada a los horóscopos para asegurar una buena recepción por parte del público, que es ampliamente católico.
¿Quiénes son los clientes de las gitanas y de los mentalistas? ¿Los que consultan la quiromancia, cartomancia, reflectomancia, psicometría, parapsicología y todos los diversos disfraces que hoy se cubre la brujería?
Ciertamente no es el pueblo evangélico que repudia esa práctica condenada por Dios en su Palabra, sino aquellos que danzan con máscaras terroríficas al son de las matracas, donde ellos mismos dicen que son los diablos que le bailan a la virgen en sus fiestas pagana-religiosas. Aquellos que con la complicidad de Roma se crucifican, clavándose en una cruz todos los años en las Filipinas, los que caminan grandes distancias con sus rodillas, para llegar ensangrentados a suplicarle algún favor a sus ídolos favoritos.
La superstición es cruel y esclaviza. Esta es la parte que a sus líderes les interesa, dominar y controlar su gente, aunque sea por medios ilícitos y repudiados por la Palabra de Dios.
Hasta ahora me he referido a "algunas" de las prácticas de la superstición católica, en el próximo capítulo veremos la superstición que explotan los pseudo evangélicos. Porque el objetivo central de estas semejanzas que estoy probando que hoy existen entre Roma y los que se "dicen" evangélicos, no es llamar la atención sobre lo que los católicos "creen y hacen", porque aquellos que no han nacido de nuevo y el Espíritu Santo no mora en ellos, aquellos que no creen y menosprecian la Palabra de Dios, los que se encuentran siguiendo a hombres y doctrinas de hombres; a ellos no podríamos pedirles que actúen como hijos de Dios.
Pero en cambio, aquellos que se "dicen" evangélicos, dicen creer, amar y someterse a la dirección del Espíritu Santo y a la revelación de la única fuente de verdad, la infalible Palabra de Dios, sí que tienen una responsabilidad muchísimo mayor.
"La superstición de los pseudo evangélicos".
La superstición es fomentada y alimentada por los líderes religiosos, como un medio poderoso para dominar y controlar su gente. Esto ya lo sabían los brujos de los pueblos primitivos y los sacerdotes del paganismo antiguo, de Babilonia, Egipto, Grecia y Roma.
Que ellos la hayan explotado no sorprende a nadie, pero que hoy la practiquen los que se "dicen" cristianos, eso sí que resulta un pecado de proporciones difíciles de comprender y aceptar.
El Señor nos advirtió que los últimos tiempos serían tiempos peligrosos. Dice en 2 Tim.4:3-4 "Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas".
También el Señor nos dijo que antes de su regreso, vendría la apostasía y nos previno: "Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, y a muchos engañarán. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos".
En Mt. 7:22 el Señor advierte a estos maestros: "Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en el nombre de Jesús echamos fuera demonios, y en el nombre de Jesús hicimos muchos milagros? Entonces les declararé: Nunca os conocí, apartaos de mí, hacedores de maldad"
El Señor cuando venga, le dirá a muchos de los líderes religiosos que hoy tienen grandes iglesias y hacen grandes milagros, a los curanderos y sopladores: "Nunca os conocí, apartaos de mí, hacedores de maldad".
La mayoría de las personas tienen un concepto de los brujos, como los que se visten de plumas y portan collares de patas de animales y otras extravagancias. Así que no pueden reconocer a los brujos y milagreros que hoy se pasean por las iglesias, de cuello y corbata, disfrazados de pastores.
Estos falsos ministros aún emplean las Sagradas Escrituras como amuleto de la buena suerte y motivan a sus congregaciones a consultarlas como los agoreros consultan sus horóscopos.
Una de las expresiones que ha popularizado una de esas emisoras que se "dicen" cristianas y que sólo ha trastocado los valores cristianos, es el "Pancito de vida", que no es otra cosa que un horóscopo cristiano, donde los auditores llaman para saber cómo les va a ir o que tiene que decirles Dios por ese método del azar.
Si no fuera para emplear el método del azar, simplemente abrirían sus Biblias en sus propios hogares para leerlas por ellos mismos. Pero no, claramente prefieren el horóscopo cristiano a la lectura seria y edificante de la Palabra del Señor.
Dios no nos manda a usar la Biblia en un juego de azar, sino a escudriñarla. Ese juego es tan absurdo, como que un dueño de una panadería ande mendigando pedacitos de pan. Hermano, hermana, usted tiene toda una panadería en su casa, tiene la Biblia completa, no ande pidiendo migajas.
Lo insensato de consultar pasajes aislados de la Biblia, queda en evidencia al citar el caso de aquella persona que tenía esa costumbre supersticiosa de buscar en el horóscopo cristiano, para saber cómo le iría cada día. Siguiendo el método que le habían indicado, abrió al azar su Biblia y leyó el pasaje donde estaba su dedo, Mt. 25:5 "Y Judas fue y se ahorcó".
Como no le agradó lo que leyó, intentó por segunda vez, ahora su dedo apuntaba Lc. 10:37 "Ve, y haz tú lo mismo". Sintió mucho miedo, y temblando pensó que tan solo era mala suerte, así que decidió consultar su suerte por tercera vez, abriendo nuevamente su Biblia al azar, su dedo indicaba Jn. 13:27 donde decía: "lo que vas a hacer, hazlo más pronto".
Siguiendo este método supersticioso de consultar la Biblia, había recibido el siguiente mensaje: "Judas fue y se ahorcó. Ve, y haz tú lo mismo. Lo que vas a hacer, hazlo más pronto" ¿Podría alguien en su sano juicio creer que eso era un mensaje de Dios para ella? Por supuesto que no, pero esta es la forma en la que muchos están manipulando la Palabra de Dios.
Y que diremos de aquellos que acostumbran colocarse la Biblia en el lugar de su cuerpo que sienten una dolencia, la emplean como un amuleto milagroso y lo único que han logrado es que sus Biblias estén mal olientes.
También hemos escuchado a aquellos que son utilizados por los recaudadores de dinero en las calles, cuando no llegan a entregarles dinero con la frecuencia que ellos desearan, dicen que se debe a demonios que están sobre ese lugar, así que se bajan y dan 7 vueltas a su automóvil para ahuyentar los malos espíritus. Lo que no he puesto atención es si las 7 vueltas las dan de rodillas o caminando.
No deseo volver a mencionar las artimañas supersticiosas que emplean los chantajistas con el propósito de extraerles el diezmo al pueblo de Dios, dejándolos prisioneros de conciencia, porque ese ha sido un tema que me he referido en otros capítulos.
Los nuevos empresarios de la fe, también han montado toda una infraestructura para motivar a los cristianos a las peregrinaciones a la tierra santa. Uno de los enganches que también ofrecen en estas romerías es "re-bautizarse" en las aguas del río Jordán.
Nada más anti bíblico y que raya en el fetichismo, que bautizarse por segunda vez, aunque sea en las aguas del río Jordán. Tampoco podríamos dejar de mencionar que estos pastores-empresarios, los comerciantes de la fe, traficantes de almas, también ofrecen para aquellos que no pudieron costear su viaje en esa peregrinación a Israel o romerías a la Tierra Santa como se le llamaba en la Edad Media; un "aceite bendito" traído directamente de Israel, para una unción muy especial.
Nunca he logrado comprender por qué la gente considera más especial el aceite comprado en un Supermercado de Israel, que uno que se puede adquirir en nuestro país. Tampoco le veo la diferencia con el "agua bendita" que ofrecen los católicos, todo eso es un fetichismo inadmisible en un pueblo que se dice cristiano.
Otro capítulo aparte merece la práctica de los brujos modernos, infiltrados en las iglesias, que están ofreciendo "pañitos mágicos", que al frotarlo en las murallas de sus casas, ahuyentan los malos espíritus.
Cuando me hablaron de esto, pensé que se estaban refiriendo a lo que hacen los brujos en los países del tercer mundo, que realizan todo un acto espiritista para liberar de los malos espíritus las casas que están "cargadas". Pero no, esto es algo que brujos, disfrazados de pastores están haciendo en las iglesias.
Toda esta práctica espiritista es complementada con "cruzadas de milagros", donde los sopladores y curanderos ofrecen un espectáculo aparte, cuyo objetivo central y sin disimulo es sin ningún lugar a dudas recaudar dinero, quien es su verdadero dios.
Estos brujos deciden el lugar, la ocasión y quienes han de ser sanados, es decir, tienen un "dios" que se somete y lo controlan a su voluntad. Y si alguno no es sanado, es muy fácil, le echan la culpa de no tener suficiente fe. Significa que además de quedarse con su enfermedad, deben cargar con el sentimiento de culpabilidad de no tener fe.
Pablo cuando pidió tres veces al Señor que lo sanara y el Señor no lo sanó ¿Fue porque Pablo no tuvo suficiente fe? Bien sabemos que fue porque esa no era la voluntad de Dios para él.
El Dios de la Biblia, no es la lámpara de Aladino que estos brujos quieren hacernos creer. Él no puede ser manipulado, ni aplaudido, ni menos aún "ordenado" por hombre alguno a hacer esto o aquello.
Uno de los fraudes anti bíblicos más rentables en los EE.UU. es la semilla de ofrenda de fe. Son cartas, por ejemplo, una de ellas trae un dibujo de "Jesús", (la misma figura que hacen los católicos) lo hacen con sus manos extendidas y dice: "Toque mis manos y yo tocaré las suyas y derramaré sobre vosotros bendiciones hasta que sobreabunden". Y les ofrecen una cosecha a ciento por uno.
Todo esto va acompañado de mensajes que aseguran que el que siembra escasamente, escasamente segará. ¿Para qué son estos sobres de "la semilla de ofrenda de fe?" para recolectar mucho dinero de aquellos que se dejan engañar por el evangelio de la codicia. Con este método lograron comprar muchas radios e incluso ahora son dueños de los canales de TV. más importantes en los EE.UU.
Todo esto ha despertado la codicia a muchos y ahora tienen muchos imitadores en varios países, empresarios que comercializando con la superstición y la avaricia, también están logrando acumular gran poder por estos medios inescrupulosos y anti bíblicos.
Enviar pedacitos de género "ungidos", pañuelitos milagrosos, es brujería. Esta técnica que ha sido empleada por los brujos de todas las épocas, es la que están utilizando en muchas iglesias que han caído en el espiritismo y como es lógico, tratan de justificar esto con algunos pasajes aislados de la Biblia.
Esto no debiera sorprendernos, porque el padre de mentiras "Satanás" también empleó la misma estrategia aún con el Hijo de Dios. Bien se ha dicho que el veneno para ratas contiene un 98% de alimento bueno y agradable para atraerlas, pero sólo un 2% que las mata. Así son los mensajes de los pseudo evagélicos, pueden contener hasta un 98% que sea bíblico, pero ese 2% de veneno mortal es lo que mata a quienes les escuchan.
Para darle una apariencia de cristiana, cogen aisladamente algunos versículos de la Biblia para vender su mentira. Porque eso es lo que literalmente hacen, ``venden'' esa mentira y como las mayorías aman más la mentira que la verdad, esto les ha resultado muy rentable.
Citan Hch. Cap. 5 y Cap. 19 donde en muy breves versículos el Espíritu Santo relata lo que Dios estaba haciendo "por medio de los apóstoles", como dice en el versículo 12 "y por mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo".
Claramente dice que esto fue realizado por "medio de los apóstoles". Eran las señales a las que apeló Pablo para defender su apostolado, como dice en 2Cor. 12:12 "con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros".
Las señales, prodigios y milagros no fue el común de todos los cristianos en la iglesia primitiva, sino que fueron señales de un apóstol, esta es la razón por la cual Pablo las presenta como pruebas, no de su espiritualidad, sino de su apostolado.
Los apóstoles tenían poderes milagrosos como mensajeros de Dios, y también fueron dados a aquellos que estaban estrechamente relacionados con ellos y fueron comisionados personalmente por los apóstoles. Por esta razón asegura en 1Cor. 12:29 que no todos hacen milagros.
Esto concuerda con Mr. 16 :14 cuando dice: "Finalmente se apareció a los once", :15 "y les dijo: Id por todo el mundo" :20 "y ellos (los once), saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían".
En la Epístola a los Heb. dice en el Cap. 2 versos 3 y 4 "testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros". Por lo tanto, cuando en Hch. Cap. 19 versos 11 y 12 nos habla de los milagros y señales que Pablo hizo, Dios está ratificando, confirmando públicamente su apostolado.
Los brujos y charlatanes de hoy no tienen ningún derecho a colgarse de estos versículos, no sólo porque Dios ahí está dando reconocimiento público al apostolado de Pablo, sino que los ministros de Satanás lo están haciendo para recaudar dinero para ellos y peor aún, usando el nombre del Señor.
Pablo, ni ningún apóstol, jamás aceptaron dinero por un milagro que realizaron, es más, lo rechazaron. Dice Dios en 2Cor. 11:13 al 15 "Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras".
A estos espiritistas también les podrá escuchar decir: "Ponga su mano en el receptor y la otra en el lugar que le duele", eso también es un método practicado por la brujería y condenado por la Palabra de Dios, como todos los procedimientos y astucias utilizadas por los brujos.
La superstición esclaviza y los aleja de Dios. Eso se puede apreciar fácilmente en sus reuniones, allí, y esto es lo que ellos mismos dicen, casi todos están poseídos de demonios. Porque emplean gran cantidad de tiempo en exorcismo, uno por uno van pasando adelante para que su gran maestre les libere de diversos espíritus demoníacos.
Si Dios dice que el verdadero creyente es templo del Espíritu Santo y que el Espíritu Santo mora, habita y permanece en nosotros, y también dice que si alguno no tiene el Espíritu Santo, el tal no es de él, ¿Cómo podría un hijo de Dios, quien es templo del Espíritu Santo, tener al mismo tiempo el Espíritu Santo y los demonios?
En 2Cor. 6 Dios dice: ¿Qué comunión tiene la luz con las tinieblas? ¿Qué concordia Cristo con Satanás? Vosotros sois el templo del Dios viviente. Entonces, si en el lugar que usted está, ve que la mayoría dice que tiene un espíritu demoniaco y que necesita se le practique un exorcismo y cada semana es lo mismo.
Debo decirle con mucho temor y con la autoridad que me confiere la Palabra de Dios: "usted no está en la iglesia del Señor, sino en una verdadera cueva de demonios", usted no está donde mora el Espíritu Santo, sino los demonios.
Escuche lo que el Señor le dice en el mismo pasaje que acabo de citar 2Cor. 6, en el :17 "Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor".
Porque ¿Cómo podría estar el Espíritu Santo en un lugar que ellos mismos reconocen que está lleno de personas que tienen malos espíritus? Dios no junta lo santo con lo inmundo. Que el Espíritu Santo, conforme a su promesa, le guíe a toda verdad.
"La idolatría de los romanistas y de los pseudo evangélicos"
Roma tiene un largo historial en la idolatría, los pseudo evangélicos no se están quedando atrás en las prácticas idolátricas y fetichistas. La historia lo confirma, y las catacumbas donde se reunían secretamente los primeros cristianos, prueban que ellos jamás usaron imágenes ni objetos de adoración.
En las catacumbas no aparecen ni aún dibujos de cruces, porque la adoración a la cruz se remonta al Siglo IV cuando nace la Iglesia Católica con el Emperador Constantino, quién dice tener una visión o un sueño donde se le reveló que en ése símbolo conquistaría Roma.
A partir de esa época, Siglo IV, cuando nace la Iglesia Católica, es que la cruz es adoptada como un símbolo de los romanistas y hoy también los nuevos evangélicos la están incorporando en sus templos en una imitación más a Roma, aunque estos la colocan inclinada, como cayéndose de sus techos.
La cruz ha pasado a ser un símbolo muy Universal; alguien observó en la historia, que antiguamente los malhechores colgaban de las cruces, hoy las cruces cuelgan de los malhechores.
Este símbolo es empleado por los romanistas, por los nuevos evangélicos que la colocan inclinada, y por los satanistas que la usan invertida. Desde sus comienzos en el Siglo IV, Roma la adoptó como un símbolo después del triunfo de Constantino, también inventó la práctica de persignarse, haciendo una cruz invertida sobre su pecho.
Comienzan en la frente diciendo "en el nombre del Padre'', luego bajan con su mano hasta el pecho "y del Hijo". Prosiguen su movimiento al hombro izquierdo con la frase, "y del Espíritu", luego mueven su mano al hombro derecho y añaden: "Santo"; concluyen llevándose su mano a sus labios diciendo "Amén", que significa que lo confirman con su boca.
¿Y qué han confirmado con su boca? Una cruz invertida, compruébelo usted repitiendo ese acto de persignarse que quizás ha hecho en forma mecánica muchas veces.
La cruz no se menciona en la Biblia como un objeto de adoración sino de maldición, como lo dice en Gál. 3:13 Porque fue en una cruz donde el Santo pagó el precio por nuestros pecados.
Si a Cristo lo hubieran sentenciado a morir en una guillotina, hoy todos tendrían guillotinitas de oro colgando en sus gargantillas. Digo este absurdo para probar lo insensato que es ésta práctica idolátrica que es universalmente aceptada.
Nunca la cruz fue un símbolo del cristianismo, sino hasta que el paganismo la popularizo. En las catacumbas se han encontrado dibujos de peces, pero tampoco era usado como objeto de idolatría, ni aún como algunos piensan que era porque algunos apóstoles eran pescadores. Sino que debido a la persecución que sufrían los cristianos, lo emplearon como un medio para conocer los lugares de reunión en el caso de las catacumbas.
Era un acróstico; un acróstico son las letras iniciales de una frase. La frase con que se identificaban los primeros cristianos en esos tiempos de persecución fue: "Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador". Y las iniciales de esa frase en Griego eran ICHTHYS, que al unir todas estas letras se leía "Pez" en ese idioma.
Los líderes Romanistas saben que todo el sistema religioso de ellos se basa en la idolatría, y saben muy bien que eso es algo que Dios lo condena en toda la Biblia. Esta fue una de las razones por las que prohibieron su lectura y las quemaron durante tantos siglos.
Pero es más, llegaron hasta adulterar los diez mandamientos de la ley de Dios eliminando el segundo, y para completar el número diez, dividieron el último en dos. Este terrible pecado de engaño y falsificación de la Palabra de Dios, usted lo puede comprobar fácilmente, coja una Biblia, católica si prefiere, ábrala en el segundo libro, que es el Éxodo, vaya al Cap. 20 donde se encuentran los 10 mandamientos de la ley de Dios, lea el versículo 4, donde tenemos el segundo mandamiento que dice:
"No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, no te inclinaras ante ellas"... ¿Verdad que leyó muy claramente: "No te harás imagen?" Si usted repasa los diez mandamientos como se los enseñó Roma, no podrá recordar este mandamiento ¿Por qué?
Simplemente porque le han engañado a usted y a todos los católicos. ¿No me cree? Busque un catecismo, cualquiera, incluso con el que hizo su primera comunión y podrá comprobar que le engañaron.
Lea el segundo mandamiento y verá que allí lo suplantaron por: "No tomarás el nombre de Dios en vano", u otra expresión similar, pero el segundo mandamiento que Dios entregó y que aún en las propias Biblias católicas usted puede leer "No te harás imagen ni te inclinarás ante ellas", no se encuentra en sus catecismos con los que enseñan a sus niños y a todos los católicos. ¿Cómo llamaría usted estas artimañas que emplea Roma?
La idolatría es fuertemente repudiada en toda la Biblia. Por ejemplo lea el Sl. 115, dice del :3 al 8 "Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho. Los ídolos de ellos son plata y oro. Obra de manos de hombres. Tienen boca, mas no hablan, tienen ojos, mas no ven, orejas tienen, más no oyen, tienen narices, mas no huelen, manos tienen, mas no palpan, tienen pies, mas no andan, no hablan con su garganta. Semejantes a ellos son los que los hacen, y cualquiera que confía en ellos".
Los romanistas tratan de ocultar su pecado diciendo que las prohibiciones que hace Dios en la Biblia eran sobre los ídolos paganos, cuando adoraban vacas, culebras y otros animales. Pero aquí en el Sal. 115 hemos leído claramente que se refiere a esculturas humanas.
Esto no es una prohibición que Dios hizo sólo para su pueblo Israel. Lo reitera muy claramente también para los cristianos en el Nuevo Testamento, por ejemplo. Rm. 1:22 y 23 "Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible" : 25 "cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador".
Aunque ahora que se identificaron con los dichos de la teoría de la evolución, podrían aludir que pueden hacer esculturas humanas, porque estas no son criaturas hechas por la mano de su Creador, sino que son "mutantes" vocablo muy explotado por la ciencia ficción.
En Is. 44:13 dice que hacen sus ídolos "a semejanza de hombre hermoso, para tenerlo en casa" Y es muy curioso ver las imágenes de Jesús, rubio y de ojos azules, cuando los judíos son de pelo negro y ojos oscuros. En la única parte de la Biblia donde se menciona algo sobre su apariencia física, es en Is. 53:2 donde dice: "le veremos, más sin atractivo para que le deseemos".
En el libro de los Hechos de los Apóstoles dice en el Cap. 17:29 "Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres".
La acostumbrada justificación de Roma en la confección de imágenes, no logra engañar a nadie. Porque dicen: "No son imágenes, sino que es igual a la fotografía de una madre o una novia que se conserva en la billetera". Hoy ya nadie se traga ese absurdo, porque la gente tiene más cultura y capacidad de discernimiento.
Todos saben que no es lo mismo, porque ninguna persona ha visto jamás prenderle velas a la fotografía de su novia, ni a alguien caminar de rodillas hasta la foto de su madre o de su novio para suplicarle algún favor.
El Señor ha sido muy claro en su Palabra, dice en el evangelio de Jn. Cap. 4 :23 "La hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren".
Hoy, aquellos que sólo han cambiado de religión pero que nunca han nacido de nuevo; los que nunca han tenido un encuentro personal con el Señor, que con arrepentimiento real y profundo confesaran sus pecados y le hayan pedido perdón, los que jamás han pasado de muerte a vida y aún permanecen en la esclavitud del pecado, los que no han sido transformados en nuevas criaturas para Dios. Los tales también permanecen esclavos a la idolatría del viejo sistema que pertenecían, y a la primera ocasión que se les presenta, saltan con mucho entusiasmo para abrazar expresiones idolátricas y fetichistas.
Algunas como ya he mencionado, el uso de la cruz, bautizarse por segunda vez en las aguas del río Jordán porque le atribuyen seguramente poderes especiales, el empleo de aceite especialmente traído desde Israel, los pañuelos "milagrosos" para ahuyentar los malos espíritus, aún el libro de Dios es empleado como amuleto milagroso.
Cada vez sus templos se asemejan más a los de los romanistas, no solo en tamaño y estructura, sino en prácticas. Por ejemplo, en muchos de ellos han instalado un reclinatorio especialmente adornado con flores para que las personas vayan hasta allí y se arrodillen públicamente a orar.
Hoy libertinamente los evangélicos hablan del "altar" que supuestamente está también en "sus iglesias". Altar es donde se presentan sacrificios, no se cuál sacrificio están realizando y repitiendo en sus cultos, para denominarlos de esa manera.
Me ha tocado ver en el extranjero, en varios países, como las iglesias evangélicas carismáticas y ecuménicas han incorporado el uso de las velas en sus actividades, principalmente las que se celebran de acuerdo al calendario católico en la llamada "Navidad".
Los fabricantes de dioses hacen ídolos e imágenes de papel, yeso, madera, metal y hasta de harina (la hostia). Pero los pseudo evangélicos están fabricando imágenes y dioses, según su propia imaginación, eso también es idolatría.
La palabra imagen proviene de imaginación, porque el pecado comienza allí, cuando dejamos la Palabra de Dios y comenzamos a crearnos un dios conforme a nuestra propia imaginación.
Hoy en día, el dios que muchos predican, y otros tantos creen, es muy diferente al Dios de la Biblia. Satanás, viendo el camino tan fértil y sabiendo que le queda poco tiempo, está haciendo una arremetida a fondo.
Ha invadido las iglesias, supuestamente cristianas, con los gurús disfrazados de pastores que explotando técnicas hinduistas; están llevando sus congregaciones a prácticas abiertamente espiritistas. Me refiero a las técnicas de la visualización y del pensamiento positivo que los brujos de todas las épocas han empleado.
Embriagan a sus congregaciones con música, aplausos, saltos, caídas, desmayos, ataques de histeria, de risas o llantos según sea el gusto del predicador de turno. Y cuando llegan al punto deseado por ellos, les hacen cerrar los ojos, aquí cambian de música y de tono de voz.
Esto es muy similar a los espectáculos que ofrecen los "magos" en la televisión. Comienzan a pedirle a sus congregaciones que visualicen algo en particular: "Visualiza en tu mente lo que deseas, cree que ya lo tienes, comunícalo a todos que ya es tuyo y lo obtendrás prontamente".
Esto es lo que han dado en llamar: "menciónalo, visualízalo, reclámalo, exígelo, y lo obtendrás". ¡Qué blasfemia! Sus criaturas exigiendo y ordenando al Dios de la gloria.
Estimado amigo, amiga, con la autoridad que me confiere la Palabra de Dios, le digo con absoluta seguridad que ese dios al que usted ha estado orando y manipulando, no es el Dios de la Biblia.
El uso de esta técnica espiritista de la visualización ha prostituido de tal forma a aquellos que la practican, que muchos de ellos han entrado peligrosamente en contacto con el mundo de los espíritus, que no son otra cosa que los demonios, quienes como nos advirtió el Señor, tienen poder para disfrazarse aún como ángel de luz. Esta práctica condenada por Dios, les ha llevado a ver visiones.
Hoy son muchos los que dicen haber visto al Señor o conversar con el Espíritu Santo, quienes les han entregado nuevas revelaciones. Que puedan visualizar y aún conversar con las imágenes auto iniciadas en su propia imaginación, no me cabe la menor duda, pero lo que es muy seguro, eso no proviene de Dios, sino de los demonios.
El Señor nos advirtió en su Palabra que al final de los tiempos tendríamos esta apostasía y esta corrupción moral. Que serían tiempos peligrosos, porque muchos apartarían el oído de la verdad, para escuchar a estos espíritus de demonios.
La recomendación para los verdaderos creyentes es: "Pero tú se sobrio. Persiste en lo que has aprendido y te persuadiste, que las Sagradas Escrituras te pueden hacer sabio, porque toda la Biblia es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia".
Que el Señor nos aparte del espiritismo, la idolatría y la apostasía reinante. Que nos dé más sumisión y amor por su Palabra.
"La jerarquía eclesiástica de los romanistas y de los pseudo evangélicos
Desde sus comienzos en el siglo IV, Roma elaboró una compleja jerarquía eclesiástica. Siendo su fundador Constantino, el gobernante de la Roma imperial, un hábil político y militar; creó también para la nueva religión del imperio, una jerarquía eclesiástica subordinada a él, quién se autoproclamó la cabeza de la nueva religión que impuso por decreto a todo su imperio.
La primera y gran división que establece Roma a su iglesia es entre el clero y laicos. La palabra laico significa, lego, y un lego es una persona falta de letras, de instrucción, un indocto.
Por clero se entiende la clase sacerdotal que pertenece a los diferentes grados, rangos o escalafones que constituyen toda la jerarquía de la iglesia que comienza con el "Santo Padre", el pontífice, el Vicario, o el representante de Cristo en la tierra, "el que está en lugar de Cristo"; y diversos otros títulos con que identifican la cabeza de la iglesia católica romana, que comúnmente llaman "Papa".
Desde allí descienden los rangos y categorías donde figuran los Cardenales, Monseñor, Obispos y otros, hasta llegar al cura párroco quienes son conocidos comúnmente bajo el nombre de "Padres" como a ellos les gusta ser llamados.
Aunque el Señor en forma muy clara prohibió a los cristianos llamar de esa forma a ninguno aquí en la tierra, como lo señala en el evangelio de Mt. Cap. 23:9 "Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos".
Esta prohibición obviamente que no se está refiriendo a nuestros padres terrenales, sino a aquellos que gustan ser llamados "Padres" espirituales o "Santo Padre".
Aquellos que no se basan en las instrucciones que el Señor Jesucristo nos dejó en su Santa Palabra, la Biblia, sino que siguen mandamientos y tradiciones de hombres, tienen todo el derecho de organizarse como bien les parezca. Pero el pueblo evangélico que "dice" basarse en la Biblia, no puede, sin faltar a la verdad, seguir modelos de hombres, desobedeciendo lo que Dios ha mandado en su Palabra.
Hoy también ellos están dividiendo la iglesia del Señor en Pastores y laicos. Han copiado a Roma en una jerarquía que proviene de la Roma imperial y no de la Palabra de Dios, contradiciendo abiertamente lo que Dios ha mandado y revelado en su Palabra. Dice en este mismo pasaje de Mt. 23: 8 "vosotros no queráis que os llamen Rabí, porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois... hermanos".
Dios no admite ninguna jerarquía en su iglesia. El dice, todos vosotros sois iguales, todos vosotros sois hermanos, nadie está por sobre los demás, hoy se "dice" que todos son iguales en la iglesia de Cristo, pero la práctica ha probado que algunos son más iguales que otros. En Ef. 5:23 dice "Cristo es la cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo".
El Señor es la Cabeza, y todos nosotros somos... hermanos. El único vicario, y la palabra vicario no significa otra cosa que representante; el único representante de Cristo aquí en la tierra, es el Espíritu Santo. Esto es lo que el mismo Señor Jesucristo dijo.
En cambio, en las iglesias que "dicen" seguir las instrucciones del Señor, vemos una realidad muy diferente.
Primero se introdujo como ya he señalado, una división anti bíblica de llamar a unos "Pastores" y al resto: "laicos". Luego continuaron en su imitación a Roma, elaborando toda la jerarquía humana a la que hoy nos tienen acostumbrado.
Hay pastores, reverendos, obispos, luego irán a proseguir con cardenales, su última inclusión totalmente anti escritural son "las Pastoras". Dios ha enseñado enfáticamente cual debe ser el lugar de la mujer en la iglesia de Cristo.
En la Epístola a los Corintios dice en el Cap. 14 versos 33 y 34 "Como en todas las iglesias de los santos, vuestras mujeres callen en las congregaciones, PORQUE NO LES ES PERMITIDO HABLAR, sino que estén sujetas".
Muchos argumentos humanos se han presentado para quebrantar este mandamiento de Dios para con la mujer en su participación pública. Los más empleados son que esta disposición, Pablo la mandó exclusivamente para la iglesia de los Corintios, porque allí habían muchos desordenes provocados por mujeres.
Pero tal argumentación se viene por tierra, cuando leemos con honestidad lo que ahí mismo dice: "Como en todas las iglesias de los santos, vuestras mujeres callen en las congregaciones". No era algo exclusivo para los Corintios, sino para TODAS las iglesias de los santos.
La Epístola a los Corintios no fue escrita únicamente para corregir problemas en esa iglesia en particular, de lo contrario Dios no la hubiera incluido en el canon inspirado de las Sagradas Escrituras, porque dice Dios que toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia.
El Espíritu Santo seguramente previniendo a estos contumaces y rebeldes, aclaró en el mismo pasaje que he citado: "Como en todas las iglesias de los santos, vuestras mujeres callen en las congregaciones".
Pero además, a lo largo de toda la Epístola a los Corintios, encontramos esta misma aclaración, que no era únicamente para esa iglesia o sociedad en particular, por ejemplo dice en 1Cor. 4: 17 "esto enseño en todas partes y en todas las iglesias". Cap. 7 :17 "esto ordeno en todas las iglesias". Cap. 11 :16 "Con todo esto, si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios".
Tampoco la Epístola a los Corintios es la única parte de la Biblia donde Dios hace esta prohibición a la mujer. En 1Tim. Cap. 2 :11 dice, donde Dios entrega las instrucciones para que sepamos cómo debemos conducirnos en la casa de Dios que es la iglesia del Dios viviente, como aclara en el :15 de este mismo capítulo, dice en el :11 "La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción, porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio".
Aquí no dice que esta prohibición se deba al desorden que había en la iglesia de Corinto o en otro lugar, sino que el Espíritu Santo aclara porque ese fue el orden establecido por Dios desde cuando Adán y Eva pecaron, lea usted el pasaje de 1Tim Cap. 2 y lo comprobará.
En la Epístola a los Efesios se nos entrega una razón muy profunda, que sólo los que son del Señor y poseen el Espíritu Santo podrán no solamente comprenderla, sino que con gozo someterse a su voluntad.
Lea Ef. Cap. 5 del versículo 21 al 33, allí podrá ver que la mujer es figura de la iglesia, la esposa de Cristo, y el esposo es símbolo del Señor, por este motivo Dios ha dispuesto a la mujer sumisión a su marido, no porque sea inferior, sino porque Dios la está empleando como figura de la esposa de Cristo, y Cristo es la Cabeza de la iglesia.
Esto concuerda con lo que dijo en 1Corintios 11:3 "Porque quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer". Concluye esta consideración con el :16 donde dice: "Con todo, si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios".
Otras denominaciones que se consideran más bíblicas en su sistema organizativo, porque no tienen "Pastores", han elaborado otro método de gobierno humano.
Por ejemplo los mormones, tienen desde los apóstoles, hasta los ancianos. Dicen continuar con la sucesión apostólica, algo muy parecido a la versión de los romanistas, aunque éstos únicamente enfatizan a Pedro, los mormones dicen ser dirigidos por 12 apóstoles vivientes desde los EE. UU., y desde allí nos han invadido con esos jovencitos de aproximadamente 20 años, que viajan en bicicletas por los países del tercer mundo y que se autodenominan "ancianos".
Pero como les llega a dar vergüenza llamarse "ancianos", cubren ese título que se otorgaron, usando la palabra inglesa: "Elders'', y "elder" en inglés no significa otra cosa que "anciano" en castellano.
Fácilmente podríamos imaginarnos la hilaridad y rechazo que causarían, si llamaran a una puerta y se presentaran como "ancianos" personas de 20 años; más aún si su interlocutor ha leído las Escrituras y conoce los requisitos que la Palabra de Dios exige para los ancianos, por ejemplo en 1Tim 3: 4
"que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad, (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?) no un neófito, etc."
Por esta razón estos muchachitos se esconden tras el vocablo inglés de "elders" y no emplean su traducción al castellano que es "anciano".
Otras asambleas, que también emplean este vocablo "ancianos" en su sistema jerárquico y que excluyen a todas las otras denominaciones llamándolas "sectas", porque se consideran a sí mismos los "únicos" que poseen la doctrina pura. También poseen un complejo y anti bíblico sistema jerárquico.
Comienzan con los "misioneros", aunque esta palabra en la única parte de la Biblia que figura es en los mapas adicionales que se han incluído al final de las Biblias modernas.
Dicen, al igual que aquellos que tienen "apóstoles" en sus iglesias, intentando justificar estos "títulos", que significan "enviados". Pero bien sabemos que todos los cristianos somos enviados a testificar de Cristo, esta fue la gran comisión que él nos dejó a todos los que somos del Señor.
Decíamos que estos tienen en su jerarquía, 1º los misioneros, luego prosiguen con los "trabajadores indígenas", aunque en los países hispanos parlantes intenta suavizar esta definición que es la oficial que le dan en todos los países de habla inglesa.
Ellos consideran misioneros únicamente a los anglosajones que trabajan a tiempo completo, aunque sea sirviendo en su propio país. Por ejemplo, un inglés que se dedica a trabajar en Inglaterra sigue siendo considerado y llamado misionero, trabaje en su propio país o en el extranjero. En cambio a los latinos o los asiáticos que trabajen a tiempo completo, sea en sus países o en el extranjero, ellos, los anglosajones, siempre los van a llamar "trabajadores indígenas".
Las diferencias se hacen más odiosas en el momento de enviarles ayuda económica. Yo conocí muy bien a las iglesias de EE. UU. Inglaterra, Escocia, Irlanda y Australia. Cuando llegaba el momento de enviarles el soporte económico, recuerdo haber escuchado diferencias tan grandes como que a un "misionero" se le enviaran 2 mil dólares y al "trabajador indígena" cien dólares.
Al misionero le proveen para que siempre tenga el automóvil último modelo y el trabajador indígena por lo general debe andar a pié. Cuando pregunté cual era la razón para hacer esa diferencia tan inmensa, la respuesta fue que los trabajadores indígenas están acostumbrados a vivir con poco dinero y a caminar, en cambio los misioneros no.
El escalafón entonces comienza con los llamados misioneros, prosigue con los trabajadores indígenas, continúa con un grupo que se autodenominan y auto asignan el "grado" de ancianos, quienes ejercen la función de recibir y excluir hermanos a la mesa de la comunión, la cual ya dejó de ser la mesa del Señor para constituirse en la mesa de ellos.
Prosigue en esa ordenación eclesiástica, los amigos íntimos de los ancianos quienes son ocasionalmente invitados a algunas de sus reuniones especiales cuando lo estiman conveniente, estos son denominados "los hermanos responsables".
Luego queda el resto de la asamblea a quienes lógicamente les corresponde ser los hermanos "irresponsables". Al menos las otras denominaciones califican a sus congregaciones de "laicos" y no de "irresponsables".
En resumen, su jerarquía eclesiástica está compuesta por : misioneros, trabajadores indígenas, ancianos, hermanos responsables y el resto de la congregación que serían los irresponsables.
Otro caso curioso que se da a menudo en esas asambleas es que los hijos de misioneros cuando llegan a una edad apropiada para casarse, son enviados por sus padres a sus países de orígenes, y cuando regresan lo hacen en calidad de misioneros, aunque tengan 20 o 25 años, pasando automáticamente por sobre los "ancianos" aunque éstos hayan estado en esas iglesias por 30 o 40 años.
Lo concreto es que cada vez que miramos a nuestro alrededor sólo hayamos confusión y carnalidad, rangos y títulos que ni aún se mencionan en la Biblia, como ya hemos notado : Los misioneros, trabajadores indígenas, hermanos responsables, y pastoras, todo esto sólo existe y es fruto de la vanidad del hombre, pero es abiertamente condenado por la Palabra de Dios.
Hemos leído en la Biblia que Dios nos enseña que únicamente el Señor es la cabeza de su iglesia y todos los demás somos... hermanos. En este mismo pasaje de Mt. 23 dice en el :11 "El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo. Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido".
Ahora los títulos más comunes en la nueva jerarquía eclesiástica evangélica, son Pastores, y por sobre ellos han colocado a los obispos. Todavía no han nombrado cardenales. Pero veamos estos términos a la luz de la Biblia y nos daremos cuenta de la tremenda diferencia que existe a como Dios emplea esos nombres en su Palabra, a como la emplean los hombres en el día de hoy.
Hechos Cap. 20 :17 dice que Pablo hizo llamar a los ancianos de la iglesia de Efeso dice textualmente : "Enviando, pues, desde Mileto a Efeso, hizo llamar a los ancianos de la iglesia".
Se trata de una iglesia que era administrada por un grupo de ancianos, luego en el versículo 28 les dice : "Mirad por vosotros, (les dice a los ancianos), y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre".
Vemos aquí que los ancianos, y los que están pastoreando el rebaño, son también los mismos a quienes les llama obispos.
La simple lectura de este pasaje nos demuestra en forma muy clara que los términos - Ancianos - Pastores y Obispos, son sinónimos entre ellos, y que no se mencionan como títulos ni rangos eclesiásticos, únicamente describen las diferentes funciones que deben caracterizar a quienes el Espíritu Santo ha colocado en ese servicio.
La definición de anciano hace referencia a su sabiduría, prudencia y dominio propio. Cuando a estos mismos les llama "pastores", les está recordando su función de cuidar, visitar, alimentar y amar al rebaño, el cual es del Señor, no de ellos. Y cuando a estos mismos hermanos puestos por el Espíritu Santo los llama obispos, jamás ha significado un puesto o título eclesiástico, sino que también les recuerda sus funciones administrativas dentro de la iglesia.
¿Con qué autoridad entonces algunos hablan de "su" iglesia, y no sólo gustan, sino que obligan a la congregación a llamarles, Mí pastor? Hoy en día la iglesia que el Señor ganó con su propia sangre, ha dejado de ser la iglesia de Cristo, para llegar a ser la iglesia del Pastor A o del Pastor B.
Dios nos pide en la Biblia que nuestro hablar sea conforme a su Palabra. ¿Cuánto más en este asunto tan vital deberíamos ser más cuidadosos? El apóstol Pedro, en la dirección del Espíritu Santo nos dice en su 1ª Epístola, Cap. 5 hablando en particular a los pastores, dice desde el : 1 :
"Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada : Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey".
A los pastores comienza llamándolos "ancianos". Y les recuerda que el Espíritu Santo les ha puesto "entre" la congregación y no "sobre" la grey. Que este servicio deben realizarlo por amor a su Señor y no por amor al dinero; no por ganancia deshonesta.
"No como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey".
La sola obligación que hacen a sus iglesias de llamarles "mí" pastor, demuestra una imposición de jerarquía y rango superior. Esto es muy usado donde existe una disciplina militar para recordar al subordinado que él está por debajo, y que su sargento, capitán o quién sea, está sobre él. Por este motivo es obligado a llamarle Mi sargento o Mi capitán según sea el caso.
En un sistema donde reina la jerarquía y los rangos eso es normal, pero no así donde decimos que todos somos iguales.
Los ancianos, pastores u obispos, deben ser ejemplos de la grey, servir "entre" la congregación, no "sobre" ella, nadie debe enseñorearse de la iglesia que le pertenece únicamente al Señor.
Cristo dijo: "Mi" iglesia, ella pertenece exclusivamente al Señor, no a un pastor. No debemos llamar a la iglesia que es del Señor, como a la iglesia del pastor A o del pastor B.
En 1Timoteo capítulo 3 encontramos los requisitos que deben cumplir los ancianos, pastores u obispos, para que la iglesia los pueda reconocer.
No son las ovejas quienes debe nombrar a sus pastores, sino el dueño del rebaño. Eso únicamente le compete a Dios.
Algunos "dicen" que es el Espíritu Santo quien nombra a los ancianos o pastores en sus asambleas, pero la práctica ha demostrado que ellos, el grupo de ancianos son los que llaman a sus amigos o familiares; los que son serviles a ellos, los que pasan a formar parte de este grupo elitista.
Luego sólo informan de esta decisión que ellos hicieron a su asamblea, y ella está obligada a aceptarlo sin apelaciones. Cada día son más las iglesias donde los hombres se están enseñoreando de ellas y el Señor es dejado fuera.
No en vano escuchamos en el último mensaje a la iglesia aquí en la tierra, en Ap. Cap. 3 :20 al Señor decir: "He aquí, yo estoy a la puerta y llamo". Han dejado a Cristo fuera de su iglesia, pero aún así, el Señor, desde afuera está haciendo su último llamado, "déjenme entrar a mí iglesia".
En la Epístola a Tito en el Cap. 1º también hayamos algunos requisitos para los que sirvan al Señor, les llama "ancianos" en el versículo 5 y en el 7 les dice a estos mismos, "obispos".
Una vez más queda de manifiesto que obispo y anciano, es una misma persona. Dice desde el versículo 7 : "Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios".
Aquí se ve claramente que el significado de obispo es un administrador, pero no es un título, dice : "administrador de Dios, no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo, retenedor de la Palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen".
Es el Espíritu Santo quien coloca a estos servidores en las iglesias y es él quien los capacita para su servicio. Nadie debería necesitar que alguien le señale quienes son los que cumplen estas funciones en la iglesia, deberían ser reconocidos por su testimonio y por las condiciones que deberían tener, si es que realmente han sido nombrados por el Espíritu Santo.
También vale destacar que nunca en la Biblia se nombra a un pastor u obispo en el concepto actual de un solo hombre que gobierna una iglesia con poderes absolutos como lo vemos en el día de hoy.
Dios ha sido muy preciso para enseñar en su Palabra cual es su voluntad al respeto. Uno solo es nuestro Maestro, el Señor Jesucristo y todos los demás somos... hermanos.
No debe existir una persona, ni aún grupos que se consideren superiores al resto de la congregación. Este es el ejemplo que encontramos en la Biblia. Muchas cartas fueron escritas a diversas iglesias locales, por ejemplo: A la iglesia de Corinto, de Efeso, de Roma, de Galacia, etc.
Y muy claramente vemos que ninguna de ellas fue dirigida a un hombre en particular, ni aún a sus ancianos. Porque no existían estos personajes como los de hoy que ostentaran un título eclesiástico, ninguna fue dirigida por un pastor o un obispo, ni nada que se asemeje.
Porque no existía esa diferencia anti bíblica que hallamos en las iglesias de hoy entre clero y laicos, o hermanos responsables e irresponsables. Todos eran simplemente "hermanos" como dijo el Señor.
Existen tres cartas dirigidas a personas individuales, pero ellos eran amigos personales de Pablo y no fueron escritas para una iglesia local, estas son las Epístolas de Pablo a Timoteo, Tito y Filemon.
Pero claramente se ve que las cartas que sí fueron escritas a una iglesia local en particular, ninguna de ellas fue dirigida al pastor u obispo. Aún en la carta escrita a los Romanos, donde el apóstol incluye una larga lista de saludos a diferentes hermanos en el Cap. 16, no menciona a ningún obispo o pastor. ¿Por qué? Simplemente porque no existían en el concepto que hoy tenemos.
Si ellos hubieran tenido uno como las iglesias de nuestros días, hubiera sido una considerable falta de deferencia por parte del apóstol no mencionar a un personaje tan importante. Pero bien sabemos que Pablo fue muy respetuoso de todas las autoridades, mayormente las autoridades religiosas.
Hoy cuando escribimos una carta a una iglesia local debemos dirigirla al pastor u obispo o anciano, de otro modo se sentirían muy ofendidos. En cambio el ejemplo bíblico es, Colosenses: "a los santos y fieles hermanos en Cristo que están en Colosas". 1Tesalonisenses: "a la iglesia de los Tesalonisenses". Efesios: "A los santos y fieles en Cristo Jesús que están en Efeso". 1Corintios: " a la iglesia de Dios que está en Corinto".
Claramente vemos que le escribe a una iglesia y no menciona ninguna de las autoridades eclesiásticas, simplemente porque no existían en el concepto que hoy tenemos de autoridad o rango. Nadie estaba en una posición más alta, porque solo Cristo era el Pastor de ellos y todos los demás eran por igual, simplemente... "hermanos".
Dios nos exhorta a que nuestro hablar sea conforme a la Palabra de Dios. A la luz de la Biblia todos los cristianos, los que hemos nacido de nuevo y le hemos recibido en nuestros corazones como a nuestro Salvador personal, él ha pasado a ser nuestro Señor y por ende, cada uno en particular es su siervo a tiempo completo, no importa que tenga que emplear gran parte de su tiempo cumpliendo funciones como dueña de casa o albañil, carpintero, médico o abogado.
Porque él nos manda a hacerlo todo, como para el Señor. Col. 3:22 "obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios. Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor, y no para los hombres, sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa".
Ef. 6:5 "obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo, sirviendo como siervos de Cristo".
Cada hijo de Dios es un siervo de Cristo y no únicamente aquellos que cumplen una labor visible dentro de la iglesia. Es muy fácil ser cristiano en la iglesia, pero esa labor que usted hermano, usted hermana, está cumpliendo fuera de la iglesia, es posible que sea la que el Señor recompensará con la corona más hermosa.
Si usted no se considera un siervo del Señor, no llame a Cristo: Señor. En la iglesia del Señor existe una sola cabeza la cual es Cristo mismo, y todos nosotros somos... hermanos.
El único vicario de Cristo en la tierra, el representante que él dejó, fue el Espíritu Santo, cualquier otro que se esté colocando en el lugar del Espíritu Santo, es un usurpador. En la iglesia existen diferentes dones, pero todos somos miembros del mismo cuerpo.
En 1Cor. 12 dice "Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. El cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo?.
Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso. Porque si todos fueran un solo miembro ¿dónde estaría el cuerpo? Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo. Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros. Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios".
El Señor nos enseña en su Palabra que la iglesia es un cuerpo. Él es la única cabeza, y todos nosotros somos miembros cumpliendo distintas funciones, pero todos igualmente importantes. El último versículo que leímos es necesario tener presente: "los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios".
Decíamos que hoy se acostumbra decir: La iglesia del pastor "tal". En cambio el Señor Jesucristo nos dice: "Mi iglesia". La iglesia es del Señor no de un hombre ni de una organización. En ella no valen títulos, ni cargos eclesiásticos.
En la verdadera iglesia del Señor, "todos" debemos ser únicamente hermanos: "Vosotros no queráis que os llamen Rabí, porque uno es vuestro maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos".
Es verdad que en la mayoría de las iglesias dicen: "Aquí todos somos iguales", pero resulta muy evidente que algunos son más iguales que otros.
Si los títulos eclesiásticos no tienen ninguna base bíblica, menos importancia deberían tener aún los títulos y cargos que ocupamos en la sociedad.
En la iglesia que Cristo compró con su preciosa sangre, carece de significancia si un hermano es Médico o Carpintero, Abogado o Portero. En ella todos somos hermanos, porque somos hijos del mismo Padre Celestial, todos somos siervos del Señor, Embajadores, Reyes y Sacerdotes.
Hoy en su divisionismo (o sectarismo) han llegado tan lejos, que han comenzado a agrupar las iglesias por profesiones. Se habla de la iglesia de los uniformados, la de los médicos, de los deportistas, de los artistas, etc.
¿Acaso leemos en la Biblia que Lucas formó la iglesia de los médicos, Pedro la de los pescadores, Pablo la de los uniformados? Por cierto que no. No existe esa división inventada por el hombre, de cleros y laicos. En la iglesia de Cristo no existe ningún laico.
Que nuestro hablar sea conforme a la Palabra de Dios, y aprendamos a disfrutar más plenamente de estas grandes bendiciones que hemos recibido en nuestro glorioso y bendito Salvador Cristo Jesús.
"La dependencia servil a sus líderes, de los romanistas y de los pseudo evangélicos"
Ahora veremos la dependencia servil que ambos grupos religiosos hacen a sus líderes. Decíamos que Roma desde sus comienzos en el siglo IV estableció una jerarquía eclesiástica, y que el emperador de Roma debía ser adorado como dios. Luego pasó a ser él, Constantino, la cabeza de la iglesia católica romana que fundó y creó por decreto.
Es muy fácil comprender por qué los romanistas adoran hoy en día a su papa, y todo el clero debe cumplir una obediencia incondicional a sus superiores, porque así lo estableció Constantino desde los orígenes para esa institución religiosa que fundó.
Quizás las personas que cumplen las funciones más extremas en este sistema servil impuesto por Roma son las monjas, especialmente las novicias, que son mujeres fieles, obedientes, manejables y sometidas incondicionalmente a la autoridad del papa. Pero todo el clero en general debe cumplir con una obediencia ciega e incondicional con sus superiores.
Todos conocemos de la reverencia que deben tener con sus superiores, hincarse ante ellos y besarles el anillo, especialmente ante el papa. Como contrastan estas imposiciones inventadas por los hombres, con lo que Dios nos dice en su Palabra de los ejemplos que el Espíritu Santo consignó en la Biblia para nuestra enseñanza, especialmente el ejemplo que nos dejó el apóstol Pedro a quien dicen remplazar.
Dice en el libro de los Hechos Cap. 10 donde se relata la visita del apóstol Pedro a la casa de Cornelio. Éste cuando estuvo frente al apóstol se hincó ante él, pero el apóstol no permitió ese tipo de manifestación que sólo le corresponde a Dios y le dijo en el :26: "Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, pues yo mismo también soy hombre''. Ni los apóstoles, ni los ángeles permitieron jamás que hombre alguno se inclinara ante ellos.
El apóstol Juan cuando maravillado por las extraordinarias revelaciones que el ángel le estaba entregando en el tiempo que escribía el libro del Apocalipsis, cayó a los pies del ángel, pero éste tampoco permitió que se hincaran ante él. Ap. 21 :9 "Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro''.
Como me he referido en otras oportunidades, que un sistema idolátrico que no se basa en la revelación única de la Palabra de Dios, es fácil de comprender que cometan estos desatinos. Pero hombres y mujeres que dicen haber nacido de nuevo, cuya fe debiera descansar únicamente en la infalible Palabra de Dios, es inexcusable que también sean serviles e incondicionales a hombres. Por esta razón es un pecado muchísimo más grave en los Neo evangélicos.
Es verdad que Dios dice en su Palabra que debemos ser respetuosos con aquellos que él ha puesto para el servicio de la iglesia. Y que a los jóvenes les pide estar sujetos a los ancianos. 1Pd. Cap. 5 :5 dice: "Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes".
Pero aquí, en este mismo pasaje, se ve que Dios quiere que todos sean sumisos unos a otros. ¿Por qué dice que todos deben ser sumisos unos a otros? Simplemente porque en la iglesia del Señor, todos somos hermanos, NADIE debe estar "sobre" la congregación. Todos son iguales, por lo tanto, todos se deben el mismo respeto y sumisión. Todos deben saber escuchar y principalmente si lo que un hermano nos dice, lo hace mostrándonos con la Biblia que es así como el Señor ha mandado.
El grave problema que enfrentamos en el día de hoy, es que muchos líderes evangélicos han estado insistiendo perseverantemente, para poder ellos elevarse a un pedestal por sobre la congregación, que la humildad es sinónimo de servil, que se ha de obedecer incondicionalmente y que si sus líderes cometen algún error, deben dejárselo a Dios, el Señor les pedirá cuenta a ellos.
Otros han llegado a sostener: "Dejémoslo, si no es algo que proviene de Dios, él lo sacará. Y si es de Dios, nosotros nada podremos hacer". Estas y muchas otras artimañas ha introducido Satanás en las iglesias, para que el pecado no sea cortado. Si esa teoría fuera verdad, tendríamos que admitir que el catolicismo está en lo cierto, porque ha logrado sobrevivir por 16 siglos.
Pero bien sabemos que esa es una astucia más del enemigo de las almas, porque Dios dice en su Palabra que el trigo y la cizaña crecerán juntos hasta el fin de los tiempos. Así que no sigamos esperando que Dios haga la parte que él nos ha delegado a nosotros, y que nos ha revelado en la Biblia cual es su voluntad.
La mansedumbre y humildad que nos habla la Biblia no es la debilidad de los cobardes, sino la virtud de los fuertes que saben controlar sus emociones, pero sin hacerse cómplices de lo malo. Aquellos que aceptan o toleran o se declaran "neutrales" ante una injusticia o pecado, no son mansos... sino cobardes y cómplices.
La mansedumbre y humildad ha de manifestarse en cuanto a las ofensas personales de que seamos objeto. Pero cuando se refiere a los negocios de nuestro Padre Celestial, entonces hemos de ser celosos, valientes y enérgicos. Hemos de contender ardientemente como dice Dios en su Palabra en la epístola de Judas :3 "me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos".
A menudo escuchamos que Dios es amor y que él nos manda amarnos los unos a los otros. Con este concepto nos quieren hacer creer que Dios nos manda tolerar incondicionalmente y en forma pasiva, cualquier creencia o práctica, e incluso el pecado; "total" todos creemos en el mismo Dios, por lo tanto, todos somos hermanos.
Este es el principio del ecumenismo, la unión en base a la tolerancia y no a la verdad. "Yo me comprometo a no hablar de esas cosas que tú haces, y tú también callas de los errores que yo tolero en mi iglesia; lo importante es la unidad. Dios es amor y nos pide ser mansos y humildes de corazón, hemos de someternos a las autoridades eclesiásticas y no ser conflictivos".
Esta filosofía humana parece ser muy convincente. Pero ¿es esa la voluntad de Dios? Para conocer la voluntad del Señor, no hemos de consultar con los hombres, ni con las mayorías, solamente debemos acudir a la única fuente de toda verdad, la Biblia; y allí yo leo algo muy diferente.
En primer lugar veo que Dios me dice: "Maldito el hombre que confía en el hombre". También vemos el precioso ejemplo de mansedumbre y humildad que nos dejó el Señor Jesucristo; fue escupido, golpeado, coronado de espinas y finalmente crucificado.
Con toda propiedad pudo decir: "Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón". Pero la Biblia también nos dice que cuando los hombres deshonraron el templo de Dios, el Señor, el más manso y humilde de todos, cogió un látigo, los expulsó y les dijo:
"Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones... no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado. Entonces sus discípulos se acordaron que estaba escrito: El celo de tu casa me consume."
Cuanta necesidad tenemos hoy que a nosotros, el celo por la casa de Dios nos consuma y expulsemos a los comerciantes, a los que toleran y son cómplices del pecado en la iglesia de Dios.
La misma ley de los hombres condena no solamente al que comete el delito, sino al que no lo denuncia, éste es condenado por "encubridor". Cuanto más elevada debemos de admitir que es la ley de Dios en sus exigencias para denunciar el pecado.
Cuando la corrupción en una iglesia se ha generalizado, para no caer en el pecado de complicidad, el Señor nos manda: "Salid de en medio de ellos, pueblo mío".
También vemos en la Biblia que Moisés, a quien Dios le llama el hombre más manso, en Ex. 32:19 leemos que cuando el pueblo pecó: "ardió en ira" y tomó el becerro que habían hecho, y lo quemó en el fuego, y lo molió hasta reducirlo a polvo, que esparció sobre las aguas, y lo dio a beber a los hijos de Israel.
La Palabra de Dios nos cuenta que ese becerro lo hizo Aarón, el sumo sacerdote; él tomó todo el oro que le trajo el pueblo, y le dio forma con buril y declaró: Mañana será fiesta para Jehová. Cualquier cristiano de nuestros días hubiera dicho: "Eso lo hizo el sumo sacerdote, no toquéis al ungido del Señor, dejémoslo, si no es de Dios, él se encargará de sacarlo".
Pero en cambio, el hombre más manso de la tierra no actuó con la cobardía con que hoy se tolera el pecado, ni dijo: "Total, yo no lo hice, Dios se encargará de castigarlo". Nada de eso, sino que el más manso de todos hombres, "ardió en ira" y no se hizo cómplice del pecado de su pueblo.
El concepto tan explotado por aquellos que se encuentra en una posición de liderazgo en la iglesia es: "No toquéis a los ungidos del Señor". Bajo esta mascarada de apariencia bíblica, se han tolerado y tapado los pecados e injusticias más increíbles.
Han atemorizado bajo mil penas y expulsiones de sus feudos a cualquiera que pretenda corregir a estos diosecillos que hoy gobiernan en las iglesias, porque se consideran infalibles y una fuente de revelación divina superior a todos los hnos. Y frenan cualquier intento de someterse al examen de la congregación, con la Biblia en sus manos.
Dicen que cualquier falta, Dios será el encargado de corregirla, y descalifican el juicio de los creyentes y la autoridad de la Biblia. En primer lugar necesitamos aclarar que todos los creyentes, lavados y redimidos en la sangre de Jesucristo, somos reyes y sacerdotes.
En la antigüedad, cuando todavía estaban bajo los símbolos y figuras, los reyes y los sacerdotes eran ungidos con aceite para iniciar y oficializar su ministerio.
Hoy, cuando ya no estamos bajo las figuras y símbolos del Antiguo Testamento, sino ante la realidad misma de las cosas, sabiendo que el aceite era símbolo del Espíritu Santo y siendo cada creyente un rey y sacerdote como lo dice Dios en su Palabra; es fácil de entender que cada persona que ha nacido de nuevo, el mismo día de su conversión es "ungido" con el Espíritu Santo.
Porque si alguno no tiene el Espíritu, el tal no es de él. Esto es lo que dice a todos los creyentes en 1Jn. 2:20 y 27. "Pero vosotros tenéis la unción del santo... La unción que vosotros recibisteis de él, permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe, así como la unción misma os enseña todas las cosas".
Cada creyente ha sido "ungido" con el sello de propiedad de Dios, el Espíritu Santo. En 2 Cor. 1 :21 dice: "el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones".
Todos los cristianos somos reyes y sacerdotes, por lo tanto, todos somos los ungidos del Señor, como lo dice en los pasajes que hemos dado lectura. En consecuencia, no es prioridad ni privilegio de "algunos" en la iglesia.
La expresión tan recurrente para revestir de intocabilidad a los líderes de hoy, como: "No toquéis a los ungidos del Señor", nada tiene que ver con una legítima corrección que Dios desea para todos los que son objeto de su amor, especialmente para los ungidos, es decir, para todos nuestros hermanos.
Cuando David dijo esto en el Antiguo Testamento, se refería a no matarlo, pero nunca a no corregir a Saúl, porque sí que reprendió públicamente al "ungido del Señor", delante de todo el ejército de Israel y de sus propios hombres.
También Pablo nos dejó ejemplo sobre esto, cuando no toleró la hipocresía de Pedro, y reprendió "públicamente al ungido del Señor". Dice en Gál. 2:14 "Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos" Y Pablo lo reprendió públicamente, porque Pedro no fue infalible, ni nadie en la iglesia del Señor lo es.
Las iglesias que son gobernadas por individuos que no toleran ni permiten la exhortación ni aún con la Palabra de Dios, han dado un paso muy importante en dirección a una secta, porque esa es su característica primordial.
No hemos de confundir la mansedumbre y humildad, con la cobardía y complicidad con el pecado. El hombre humilde mira al más débil, al más pequeño, como hijo de Dios, lo honra y lo ama como hijo de un Rey. Lo considera por lo que es, un rey y sacerdote del Dios Altísimo, un ungido del Señor, un siervo de Dios.
El espíritu de Aquel que lavó los pies de sus discípulos, hace que sea un gozo para nosotros el ser el más pequeño, el siervo de los demás. Es fácil pensar que somos humildes delante de Dios, pero la humildad hacia los hombres será la única prueba verdadera de que nuestra humildad hacia Dios es real. Esta debe ser la característica principal que deben tener aquellos que se consideran siervos del Señor.
Que el Señor nos haga comprender que la verdadera humildad, es la flor de la cual la muerte al yo, es el fruto perfecto. Pero que ésta no se relaciona con la cobardía, la tolerancia y complicidad con el pecado, el creyente fiel es humilde, pero no servil de los hombres, sobre todo si estos están mancillando la casa de Dios. Que el Señor nos dé más celo por las cosas de él.
"Roma practica el culto a los hombres (sus santos). Los pseudo evangélicos al varón de Dios."
Roma ha revestido de divinidad a todos los santos que han canonizado. Por ejemplo, todos ellos son Omnipresentes, porque los católicos pueden dirigirse a ellos desde cualquier parte del mundo. Son Omniscientes y Todopoderosos.
Dicen poseer muchas otras características de la divinidad, por esta razón también les construyen ídolos, para que los católicos se hinquen ante ellos, hagan sus peticiones y dejen sus donaciones en cajas que siempre están a sus pies o muy cerca de ellos, para que paguen por ruegos y favores que les hacen.
Se supone que ese dinero que depositan allí, favorecerá a que ese "santo" se incline a su favor. Todo este comercio no es otra cosa que la venta de los favores de sus divinidades.
La gran variedad de ídolos nos recuerda al Olimpo de la antigua Grecia, donde tenían un dios para cada cosa. Hoy vemos algo muy semejante en el romanismo, tienen un "santo" con propiedades divinas, para el viajero, dicen que es Santiago; una santa para la guerra, la virgen del Carmen; un santo para los pescadores "San Pedro", etc.
Poseen un santo para cada día del año, y por si alguno se les hubiera quedado fuera por omisión u olvido, tienen un día al año, el 1º de Noviembre como día de todos los santos.
Esto me recuerda la experiencia de Pablo en Atenas, cuando vio que ellos tenían un dios para cada cosa, y tenían uno especialmente construido por si hubieran omitido alguno, dice en Hch. 17:22
"Entonces Pablo, puesto en pie en medio del Areópago, dijo: varones atenienses, en todo observo que sois muy religiosos; porque pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO".
En un sistema religioso basado en la idolatría, esto no sorprende a nadie, pero un pueblo que dice basarse en la Biblia, no tiene justificación alguna.
Hoy, los pseudo evangélicos también están rindiendo culto a los hombres, los han rodeado de una aureola de divinidad santa, son considerados infalibles e intocables.
Cualquier hermano de la iglesia debe someterse a la disciplina, y muchas veces con gran severidad. Pero sus líderes no, porque ellos son "los varones de Dios" y sólo dan cuenta de sus actos a Dios mismo.
Esta veneración al hombre pudo desarrollarse únicamente, debido a que el corazón humano es inclinado al pecado de la idolatría. Y a que sus líderes han forjado todo un método que estimula su deificación.
Ya me he referido a la imposición que han hecho a sus congregaciones para que les llamen: "Mi pastor" y la iglesia dejó de ser la iglesia del Señor como él mismo la llamó: Cristo dijo: Mí iglesia.
Pero hoy se le debe llamar la iglesia del pastor tal o cual. Se han rodeado de títulos con los cuales han elaborado una casta sacerdotal elevándose por sobre la iglesia, en muchos casos han constituido verdaderas dinastías.
No solamente no tuvieron la dignidad de frenar y oponerse a este culto que hoy se les rinde, sino que ellos mismos fueron los que fomentaron esta veneración hacia ellos.
Cuán lejos están del ejemplo apostólicos, la Biblia nos relata que cuando los hombres intentaron darles un trato diferente, ellos con energía se opusieron. Hoy no solo no se oponen, sino que lo estimulan.
Se hacen llamar pomposamente en forma exclusivista: "el varón de Dios", "los Levitas espirituales", etc. Con esto quieren otorgarse para ellos la representación de Dios aquí en la tierra; algo que no se diferencia mucho de lo que los romanistas hacen con el Papa.
A la congregación les corresponde ser solamente los "laicos", o los "hermanos irresponsables" como otros más atrevidos califican a sus Asambleas. Y ellos son los únicos representantes de Dios, por quienes Dios habla y resuelve todas las cosas.
Cuando los discípulos del Señor discutían sobre quién sería el mayor cuando él se fuera, Jesús les dijo, Lc. 22: 25 "Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que sobre ellas tienen autoridad son llamados bienhechores; mas no así vosotros, sino sea el mayor entre vosotros como el más joven, y el que dirige, como el que sirve.
Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve".
El Señor dice que los reinos de este mundo, tienen reyes y gobernantes, las naciones tienen líderes que se enseñorean sobre ellas. Mas no así vosotros. Que el mayor sea como el menor, que seamos como los siervos.
En Mt. 23:9 dijo el Señor: "No llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo. Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido".
Como el Señor dijo: "el que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo". Entonces, como ellos desean ser el mayor, obviamente nada más conveniente que hacerse llamar: "los siervos del Señor".
Pero claramente no lo emplean en el concepto bíblico que lo dijo el Señor, sino como un "título", para poder ser considerado "el mayor de todos".
En primer lugar vemos que incluso en este pasaje que hemos dado lectura dice: "sea vuestro siervo", es decir, que sea siervo de los demás. Pero no, ellos se han dado un "título" que los hace únicamente "siervos de Dios", no de los hermanos.
Porque ellos son: "el varón de Dios", "el siervo del Señor''. La palabra siervo, jamás ha significado categoría en el sentido de superioridad, de grandeza, de alguien más importante que otros como en el día de hoy es aplicada.
Poco menos que es empleada para describir una categoría semejante a un ministro de la república, a un gran personaje de gobierno. No por casualidad, también gustan ser llamados ``ministros''. Y el pueblo de Dios también así lo ha interpretado.
Por ejemplo, cuando un pastor hace cualquier labor que la iglesia considera denigrante para el "varón de Dios", digamos un ejemplo sencillo: Viene el pastor llegando a su iglesia, se baja de su automóvil y carga una maleta, por muy pequeña que sea, los hermanos más serviles y zalameros correrán donde él y le dirán: Déjeme llevar su maleta, como la va a cargar usted, que es "un siervo del Señor".
Consideran denigrante que "un siervo" cargue una maleta. Porque para él, "siervo", no significa lo que el Señor Jesucristo dijo, siervo es uno que sirve a los demás, un esclavo.
La palabra empleada en el idioma original, era el esclavo de más abajo, el más despreciado. Correr entonces a cargar la maleta, en nuestro ejemplo que hemos puesto, sería tan absurdo como que en un hotel, el botones viniera con una valija, y el gerente del hotel, el secretario y el contador, y otros funcionarios del hotel corrieran donde el botones (el encargado de llevar las maletas) y le dijeran:
"Por favor, permítame llevarla, cómo lo va a hacer usted, usted es el botones (de la servidumbre) del hotel". ¿Verdad que nos parecería ridículo una situación así? Pero así de absurdo es llamar a alguien "siervo", que significa "esclavo" y creer que él tiene el título más importante, el más grande dentro de la iglesia del Señor.
Todos los cristianos somos siervos del Señor. Si usted no se considera un siervo del Señor, no llame a Jesús "Señor", porque sólo los siervos tienen un Señor a quien sirven.
En el libro de Proverbios encontramos muchos consejos muy sabios, no en vano es llamado el libro de sabidurías. Haríamos muy bien en leerlo y muchísimo mejor en ponerlo por práctica.
Por ejemplo, dice en el Cap. 28 :21 "Hacer acepción de personas no es bueno", :23 "el que reprende al hombre, hallará después mayor gracia que el que lisonjea con la lengua".
Cap. 29 :1 "El hombre que reprendido endurece la cerviz, de repente será quebrantado, y no habrá para él medicina". :5 "El hombre que lisonjea a su prójimo, red tiende delante de sus pasos".
Ser atentos y corteses debería ser una característica de todos los cristianos, pero esa cualidad para que sea tal, debe ser ejercitada sin acepción de personas.
La misma atención y preocupación que mostramos con los hermanos que tienen alguna actividad pública en la iglesia, necesariamente debemos mostrar con todos, incluyendo a los hermanos más humildes, sino eso que nosotros "pensamos" que lo hacemos por atención y cortesía, el Señor nos califica de lisonjeros y serviles, algo que él desprecia.
Además, eso que nosotros podamos estar haciendo porque "creemos" que es una expresión sincera de amor, para el predicador, para el pastor, de "alabar" su servicio, es lo que más daño les hace.
Por ejemplo, si usted, quiere destruir a un predicador, dígale lo bien que lo ha hecho, eso aumentará su "ego" y lo aniquilará espiritualmente, además con esa actitud usted, sólo revelará su propia carnalidad; porque en vez de haber estado escuchando la voz del Señor, únicamente estuvo escuchando y admirando a un hombre.
A eso se refirió Carlos Spurgeon, considerado el príncipe de los predicadores, cuando en una ocasión, inmediatamente de haber finalizado su predicación se adelantó una señora y le dijo: "Pastor, ese ha sido el mejor mensaje que he escuchado, lo felicito". Carlos Spurgeon muy serio le respondió: "Lo sé, eso fue lo mismo que Satanás me dijo antes de bajarme del púlpito".
El siervo del Señor que es realmente espiritual, no solamente no acepta y rechaza toda clase de adulación, sino que no se complace con ella, es más, se duele con esa expresión de carnalidad de los hermanos, porque sabe muy bien que toda la gloria debe ser entregada únicamente al Señor, y si él ha sido, aunque involuntariamente, el motivo para eclipsar a su Señor, eso le causa mucha pena y dolor.
Hoy que tenemos oportunidad de escuchar a muchos predicadores por la radio, podemos comprender más fácilmente a que me estoy refiriendo. Especialmente esto queda de manifiesto en los programas donde participa telefónicamente el público, porque es allí donde se establece esta clase de diálogos.
La gente comienza a adular al predicador y este, en vez de detener al lisonjero, parece sentirse muy complacido con ello, lo deja explayarse libremente para que siga tirándole flores. Y se transforma en un diálogo donde la carnalidad se remonta a alturas que producen vértigos y náuseas.
El verdadero siervo del Señor es un "esclavo" de él, está para servir a su Señor y a sus hermanos, su deber es que Cristo brille, no él. Cuanta necesidad existe que nos identifiquemos con lo que dijo Juan el Bautista respecto de Cristo: "Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe".
Esta es la gran necesidad que hoy tenemos, que se bajen de los púlpitos los grandes predicadores, aquellos que tanto admiran y aplauden las multitudes, los que ensayan su show ante un espejo y se creen tan especiales, para que se suba Cristo.
Que salgan de las iglesias aquellos líderes que han transformado la iglesia del Señor en sus propios reinos, para que entre el Señor; porque a Cristo lo han dejado fuera de su propia iglesia.
Escúchelo como el Señor llama a la iglesia de hoy para que lo dejen entrar Ap. 3:20 "He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo".
Hoy más que nunca cobra validez lo que él dijo en Mt. 21:13 "Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones". ¡Oh! Espíritu Santo, toca los corazones de nuestros lectores, para que más de alguno escuche la voz del Señor y le deje entrar a su corazón.
"El bautismo"
Roma efectúa el bautismo (o mejor dicho "el rociamiento") de infantes. Los pseudo evangélicos también se han incorporado a esta práctica antibíblica. Otros que pretenden ser más bíblicos, solo presentan los niños.
Dios ha dejado solo dos ordenanzas para la iglesia. El bautismo y la cena del Señor, toda otra ordenanza que hoy encontramos en las iglesias es de invención humana.
La cena del Señor es la reunión establecida por Jesús allá en el aposento alto, la noche antes de dar su vida en la cruz. Es la reunión donde únicamente los creyentes que han nacido de nuevo y que han sido bautizados, participan de una copa y de un pan.
El bautismo fue instituido por el Señor Jesús, después de resucitar de entre los muertos y poco antes de subir a la gloria.
Dijo el Señor en su gran comisión en Mt. 28:18 "Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra, por tanto, id, y haced discípulos a toda las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado".
El Señor mandó que el bautismo fuera realizado en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Allí encontramos una vez más la Trinidad de Dios.
No es por casualidad que también cuando Jesús se bautizó, se manifestó la trinidad de Dios. Dice en el evangelio de Mt. Cap. 3 :16 "Y Jesús después que fue bautizado subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia".
En la 1ª epístola de Jn. Cap. 5 :7 dice: "Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo (refiriéndose al Hijo) y el Espíritu Santo; y estos tres son uno".
Un solo Dios, pero tres personas distintas, como lo vemos claramente en el bautismo del Señor. Dios el Padre, desde el cielo dice: "Este es mi Hijo amado". El Espíritu Santo, desciende como paloma, y el Dios Hijo, en las aguas del río.
Esto es lo que también el Señor Jesucristo enfatizó al ordenar que el bautismo cristiano se realizara en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
El Señor no necesitaba ser bautizado, pero él lo realizó para dejarnos una enseñanza clara y objetiva. Y ¿qué vemos y aprendemos del bautismo del Señor?
Primero hemos de establecer que si nos llamamos cristianos, es porque hacemos su voluntad y seguimos su ejemplo. Y el ejemplo que él nos dejó, fue que se bautizó siendo mayor y no cuando era un bebé.
Porque el bautismo es un testimonio público de nuestra fe. Además vemos que él se bautizó por inmersión, leímos en Mt. 3:16 que Jesús cuando se bautizó, subió del agua .
La palabra bautismo es un extranjerismo incorporado del idioma griego, es decir, es una palabra que no ha sido traducida a nuestro idioma, sino que se ha usado el mismo vocablo original del griego, el cual significa: "sumergir, introducir dentro". Esto lo puede comprobar cualquiera que tenga acceso a un diccionario Griego - Castellano.
Pero en el mismo pasaje que narra el bautismo del Señor se aclara esta verdad, porque dice que Jesús subió del agua. Esto también se aprecia en el pasaje que relata el bautismo del eunuco, en Hch. Cap. 8 versos 36 al 38 dice:
"Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó. Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe".
El eunuco preguntó ¿qué puede impedir que yo sea bautizado? A lo que Felipe respondió: "Si crees de todo corazón, bien puedes". ¿Qué puede impedir que alguien sea bautizado? Claramente se ve que para ser bautizado es un requisito previo, que la persona crea de todo corazón el evangelio de Jesucristo.
Si alguien no ha recibido el evangelio en su corazón, no debe ser bautizado. Entonces, ¿Porqué se bautizan los infantes, cuando ellos no pueden haber creído de todo corazón, lo cual es un requisito elemental para ser bautizado?
Bueno, eso tendríamos que preguntárselo a los líderes católicos. Y como ya estamos acostumbrados a que ellos hagan cualquier cosa menos lo que Dios ha mandado, no nos vamos a preocupar de eso. Más aún con los últimos espectáculos tan tristes que han mostrado en la TV., donde hemos podido ver a un cura católico romano bautizando a los animales del Zoológico.
Eso lo acaban de hacer con las jirafas, anteriormente lo habían hecho con otras especies. Aunque ahora que dicen que el hombre proviene del mono, eso tampoco debería asombrarnos. Seguramente piensan que es legítimo hacerlo con aquellos que consideran sus antecesores.
Dios manda bautizar a los que han creído de todo corazón. Este es el ejemplo que registró el Espíritu Santo en la Palabra de Dios, para nuestra enseñanza. Hch. 2:41 "los que recibieron su palabra, fueron bautizados".
El Señor Jesucristo se bautizó siendo mayor y por inmersión. Si nos consideramos cristianos, debemos seguir el ejemplo y enseñanza de Cristo. No existe ni un solo ejemplo en toda la Biblia, de un bautismo de niños ¿Por qué?
Porque esa no fue ni la práctica ni la enseñanza que nos dejaron los apóstoles. Eso fue sólo una invención más de los romanistas, desde los orígenes de la iglesia católica en el siglo IV.
Entonces ¿Por qué algunos que se dicen evangélicos, y que supuestamente basan su fe en la revelación divina de las Sagradas Escrituras, también están bautizando a los recién nacidos, cuando ya hemos visto que esta práctica es antibíblica?
No nos cabe otra explicación, que es un lastre más que han heredado del romanismo y que aún no se han despojado de los ritos, que por medio de la superstición Roma los esclavizó.
El Señor cuando mandó bautizar en el nombre de la Trinidad, además ordenó que también les enseñemos todas las cosas que él nos ha mandado, para que las guarden. Y esa es la responsabilidad que también estamos cumpliendo por medio de este libro.
Queremos poder decir como el apóstol Pablo, en Hch. Cap. 20 :27 "no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios". Y en 1Cor. 11:16 "con todo eso, si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios".
Decíamos que algunas iglesias se consideran más bíblicas que esas que bautizan infantes, porque ellas no lo hacen. Pero practican un rito con el cual pretenden suplantar el vacío que se les produce, por no haber cortado con los lazos supersticiosos con los cuales Roma amarró el bautismo.
Como fueron enseñados en el paganismo que si no bautizaban un bebé y éste moría, se iba al "limbo". Todavía no se han desprovisto de ese temor que está basado en la superstición y en la imaginación de Roma y no en las Sagradas Escrituras como ya hemos visto.
Por tanto, como una manera de tranquilizar sus conciencias, las cuales todavía se hayan atadas a la esclavitud de la superstición, y como reconocen que el bautismo de infantes no es bíblico; idearon un rito especial para los niños, que le han dado en llamar la presentación al templo.
Tratan de justificar esta práctica antibíblica de distintas formas, según sea el grado de conocimiento bíblico que posea su congregación. Dicen, y según parece ser la mayoría, que lo hacen al igual como Jesús fue presentado al octavo día.
Pero eso es una ignorancia bíblica de proporciones, porque Jesús fue llevado al octavo día al templo para ser circuncidado. Lo leemos claramente en Lc. Cap. 2 :21 "Cumplidos los 8 días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre Jesús, el cual le había sido puesto por el ángel antes que fuese concebido.
Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor. (Como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz será llamado santo al Señor ) y para ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor: un par de tórtolas, o dos palominos".
En esto parece tener también algunas raíces, el rito católico de bautizar los infantes, o mejor dicho "rociar" con gotitas de agua a los bebes, para también ponerles el nombre.
Bíblicamente jamás el bautismo esta vinculado con la práctica de colocarles un nombre. Y nunca se bautizaron recién nacidos, porque ya vimos que para bautizarse es necesario creer de todo corazón en el Señor Jesucristo.
Sería absurdo pretender que un niño de días creyera así en el Señor Jesucristo. Aunque los romanistas siendo artistas para torcer y acomodar las Escrituras según el papa que esté de turno, inventaron la idea que el bebé se bautiza en la fe de los padrinos.
Crearon todo ese cuento de los compadres que nunca se ha mencionado en la Biblia, ni aún en su idea conceptual. Resulta triste comprobar que existen iglesias que se dice "Evangélicas" que están yendo demasiado lejos en su imitación con Roma.
Comenzaron llamando dos testigos para oficializar este rito. Ahora, sin ninguna vergüenza a estos testigos les están llamando "Padrinos" y como era de suponer, lo padres del infante se dicen "Compadres".
Asombro y mucha pena causa ver estas iglesias que se autodenominan evangélicas, todavía esclavizadas a ritos y prácticas del paganismo. Porque leímos que esa presentación al templo de los niños al octavo día, era para circuncidarlos según lo mandaba la ley de Moisés.
Sabemos muy bien que hoy la iglesia, no está bajo la ley. Cuando uno les prueba con las Escrituras que esa "presentación" de los niños al templo era para circuncidarlos, entonces, en vez de admitir su error con humildad, se vuelven a sus concordancias, y buscando la palabra "presentar", encontraron que también se haya en Mr. 10:13 donde dice:
"Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los que lo presentaban. Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él".
En la antigüedad, especialmente en los países del medio oriente, los niños siempre fueron menospreciados por la sociedad. Los discípulos cayeron en ese mismo error al suponer que Jesús tampoco tendría tiempo para los niños.
La santa indignación del Señor puso de relieve esta lección: que para entrar al cielo, se necesita la humildad y la fe de los niños. Y que ellos, los que aún no han alcanzado el grado de responsabilidad individual que solo Dios conoce su límite en cada caso, de ellos es el reino de los cielos, es decir, son salvos si en ese momento parten a la eternidad.
Pero aún en este pasaje se aprecia claramente por su contenido, que no eran bebés, sino principalmente niños, en los cuales el Señor destaca su humildad y sencillez; además todo este episodio se desarrolla en la calle, no en el templo.
Por lo tanto, tampoco se puede utilizar este pasaje para justificar la presentación de los bebés al templo, porque además esos niños tampoco fueron llevados al templo según el relato bíblico.
En resumen, el bautismo debe ser realizado por inmersión, sumergiéndolo en las aguas, porque como dice en Rm. 6, es figura de la muerte y de la resurrección del Señor y de nuestra identificación con él.
Cuando somos sumergidos, nos identificamos con su muerte, con su sepultura; al subir de las aguas, nos identificamos con su resurrección triunfante de entre los muertos. Nos comprometemos públicamente a vivir una vida nueva para Cristo.
Dice en Rm. 6 :3 "¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva".
También en Colosenses 2:12 encontramos esta misma verdad: "Sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos" Además de ser indispensable que el bautismo sea realizado por inmersión, debe ser hecho en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, porque así lo mandó el Señor.
Derramar unas gotas en la cabeza, no es bautizar, sino "rociar". Bautizar significa sumergir. Tampoco este mandamiento fue instituido para colocar el nombre a una persona. Y nunca debe hacerse con los bebés.
No existe en ninguna parte de la Biblia un solo ejemplo de bautismo de infantes. Aún en el ejemplo que el mismo Señor Jesucristo nos dejó, se aprecia que debe ser realizado por inmersión y para los mayores. Jesús lo hizo como a los 30 años y no cuando niño.
La presentación que los judíos hacían al templo de sus niños a los 8 días, era para circuncidarlos, era para los que estaban bajo la ley, no para nosotros.
¿Qué se debe hacer cuando nace un niño? No existe ningún mandamiento ni rito que involucre a los infantes en la iglesia, ellos son salvos, como dijo el Señor: "Porque de los tales es el reino de los cielos".
El gran conflicto que algunos han desarrollado, por no querer entender que el bautismo en aguas es solamente figura del bautismo del Espíritu Santo, se encuentra en la falsa creencia que el bautismo en aguas es necesario para la salvación.
Tratan de acomodar Mr. 16:16 citando únicamente la primera parte del versículo que dice: ``El que creyere y fuere bautizado, será salvo''. Pero omiten voluntariamente la segunda parte del versículo que dice: "mas el que no creyere, será condenado".
No dice: "el que no fuere bautizado", sino el que no creyere. La salvación es únicamente por creer; somos salvos por fe no por obras. E indiscutiblemente el bautismo en aguas es una obra, la cual realizamos una vez que ya hemos recibido el regalo de la salvación, la cual es por medio de la fe.
Tito 3:5 "nos salvó, NO POR OBRAS de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo".
Nos salvó, NO POR OBRAS nuestras, sino por el lavamiento por medio del Espíritu Santo. Esto fue lo mismo que el Señor le dijo a Nicodemo, Jn.3:3 "el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios" :5 "el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios".
Y en el desarrollo de este mismo pasaje, leemos en Jn.4 que el agua de la que estaba hablando, no era el líquido, sino agua espiritual que hace saltar para vida eterna (v.14).
Algunos lo han entendido en forma literal, como lo hizo Nicodemo, que creía que había que entrar de nuevo al vientre materno o como la mujer Samaritana, que creía que Jesús le estaba ofreciendo del agua del pozo.
Pero al leer todo el contexto, vemos claramente que el Señor estaba hablando del nacimiento por medio del agua de su palabra y del Espíritu Santo. Esto concuerda con lo que dice Dios en Ef.5:26 "para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra".
Y el pasaje de Tito3:5 que ya he citado también dice: "Nos salvó, no por obras... sino por su misericordia... en el Espíritu Santo".
En Ef.1:13 dice que: "habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo". En 1Cor.12:13 dice de todos los creyentes que formaban parte de la iglesia de los Corintios, que es la más carnal que se menciona en la Biblia, incluyendo a quienes no hablaban en lenguas, dice que "todos fueron bautizados... de un mismo Espíritu". Y no podría ser de otro modo, porque si alguno no tuviera el Espíritu, el tal no sería de él (Rm.8:9).
Cuando nosotros creímos y nos arrepentimos de nuestros pecados, nacimos de nuevo por medio del Espíritu Santo. Fuimos sellados con el Espíritu, fuimos bautizados con el Espíritu Santo.
De esa experiencia que sucedió en nuestro interior, es la que expresamos y testificamos por medio de la figura del bautismo en agua. Al ser sumergidos estamos representando públicamente lo que sucedió el día de nuestra conversión, es decir, que la experiencia íntima y personal que tuvimos el día que creímos, ahora lo expresamos ante el mundo por medio de la figura de ser sepultados en agua.
Al subir del agua representamos en forma simbólica y ante todos los presentes, lo que sucedió en nuestro espíritu el día en que fuimos salvados por su misericordia.
Esto significa que el bautismo en aguas no es otra cosa que un acto público donde expresamos por medio de esa figura, que hemos muerto con Cristo y que ahora vivimos una vida nueva con él.
Primero somos salvos, recibimos el Espíritu Santo, fuimos sellados, ungidos y bautizados con el Espíritu; luego damos un testimonio público para confesar nuestra fe ante el mundo, por medio de una figura, un símbolo, que es el bautismo en agua.
Pero esto no nos hará más salvos de lo que ya somos desde el mismo día de nuestra conversión, sino obedientes al Señor y valientes para confesar nuestra fe, porque él nos ha advertido que en el mundo seremos perseguidos, aborrecidos y menospreciados.
Ahora, ¿Qué pasa si se bautiza un pecador que no se ha arrepentido de todo corazón? Solamente se transforma en un pecador mojado, porque el bautismo no salva.
"La extremaunción y la confesión de fe"
Fue en el año 526 cuando la iglesia católica romana introdujo por primera vez la extremaunción, pasando a formar parte de su larga lista de sacramentos ideados en su compleja escatología.
Primeramente vale destacar que la iglesia católica, como lo determinó en el concilio de Trento, cualquier persona que asegure poseer la salvación, será considerada "anatema" (que significa maldito).
Además ella se atribuye el privilegio exclusivo de ser la única iglesia verdadera, y fuera de ella, no hay salvación.
Para aquellos que se han dejado engañar por la propaganda de Roma y creen que esa institución religiosa ha cambiado, les digo que esto es lo mismo que sostienen todavía en nuestros días. usted lo puede leer en el último catecismo oficial aprobado por el papa Juan Pablo II y que está basado en lo confirmado en el Concilio Vaticano II.
Todo lo cual resulta muy contradictorio, porque por un lado dejan bajo maldición al que "crea" ser salvo, es decir, nadie puede dentro del catolicismo poseer la seguridad de su salvación, y por otro lado afirman que fuera del catolicismo nadie puede ser salvo.
La extremaunción, es un sacramento que como su nombre lo indica, consiste en la unción con aceite, previamente bendecido por el cura, quien lo aplica a aquellos que se hallan en peligro inminente de morir.
Pero como ya hemos visto, ni este sacramento ni ningún otro sirven para garantizar la entrada al cielo, simplemente sirve, dicen ellos, para acumular méritos que "posiblemente" puedan ser tomados en cuenta en el día del juicio final.
Esta práctica no posee ninguna base bíblica, en las Sagradas Escrituras no se menciona ninguna experiencia que ni tan siquiera se le asemeje. No existe ninguna ordenanza ni ejemplo bíblico, que justifique este sacramento de la "extremaunción".
Jamás a un moribundo se le efectuó un rito similar. Por ejemplo, en el libro de los Hechos en el Cap. 9 :36 nos relata lo que aconteció con Dorcas: "Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita, que traducido quiere decir, Dorcas.
Esta abundaba en buenas obras y en limosnas que hacía. Y aconteció que en aquellos días enfermó... y murió". No se menciona en absoluto que cuando enfermó gravemente, fuera sometida a un rito especial, ni menos que se oficiara el sacramento de la "extremaunción" en ella, porque como hemos visto, esa fue una invención que se inició en el año 536 de nuestra era.
Simplemente dice: "en aquellos días enfermó... y murió". Su vida se fue extinguiendo gradualmente, ella estaba rodeada de otros discípulos, pero ninguno le dio la "extremaunción", y murió.
Ni aún en el período del Antiguo Testamento, donde el uso del símbolo del aceite era muy común, se puede apreciar algo que remotamente se le asemeje.
Por ejemplo, cuando Jacob está próximo a partir a la eternidad llama a todos sus hijos, y luego de hablar largamente con ellos y de anticiparles que va a morir, dice en Gn. 49:33 "Y cuando acabó Jacob de dar mandamientos a sus hijos, encogió sus pies en la cama, y expiró, y fue reunido con sus padres".
Otra incongruencia de este sacramento, es que por lo general es aplicado sobre personas que están en estado inconsciente, atribuyéndose el cura la facultad de interceder, de mediar por el moribundo.
Dios jamás ha delegado sobre ningún hombre en la tierra, la facultad de abogar, apaciguar ni reconciliar a nadie con él. Esto es algo tan personal, que ni un padre o madre pueden mediar ante Dios por un hijo.
Dice Dios en Rm. 14:12 "Cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí". Y en Ez. 18:20 puntualiza: "el que pecare, ése morirá, el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo, la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él".
Como vemos, el sacramento de la extremaunción no sólo no tiene base bíblica, sino que es abiertamente contraria a la enseñanza de Dios.
La extremaunción no es sino otro de los tantos ladrillos que el hombre está empleando en la construcción de esta nueva torre de Babel, para alcanzar el cielo por sus propias obras.
Desechando la obra más completa, perfecta y sublime que Cristo realizó en la cruz del Calvario. Allí él exclamó con voz potente, con voz poderosa, con voz de triunfo: "CONSUMADO ES".
Ya todo está hecho, no hay nada más que debamos hacer. Pero el hombre en su insensatez se obstina en hacer algo. Dios le insiste: "sois salvos por fe, NO POR OBRAS".
Pero aún así rehúsan y se resisten aceptar la oferta gratuita de salvación. Cuando nos alejamos de la Biblia, solo hayamos confusión e inseguridad.
La práctica de "la confesión de fe" que los pseudo evangélicos han incorporado en sus iglesias, no es más que una copia de la extremaunción de los católicos romanos.
Por lo tanto, los mismos argumentos que presentamos en el caso de la extremaunción, vale para la "confesión de fe" de los pseudo evangélicos.
Con el agravante que ellos solo lo han incorporado a sus ritos, únicamente imitando a los católicos, porque aún permanecen esclavizados a los lazos supersticiosos con que Roma ató estos credos que ellos inventaron.
El propósito de este libro no es llamar la atención a los líderes católicos, porque ellos que no se basan en las Sagradas Escrituras como única fuente de verdad, tienen todo el derecho de creer en lo que deseen, hasta donde su imaginación les lleve.
Pero un pueblo que se dice Evangélico, que supuestamente se basa en la Biblia como única guía de revelación divina, no puede seguir prostituyéndose con la gran ramera que Dios nos describe en Ap. 17 y 18 "Babilonia la grande, la madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra".
Que el Señor nos dé más sabiduría y sumisión a su Palabra.
"La bendición de lugares y objetos"
Roma en una extensión de su espíritu idolátrico ha fomentado el fetichismo. Esto es muy entendible en un sistema que ha despreciado la Palabra de Dios para seguir tradiciones y mandamientos de hombres, ligando todos sus credos y dogmas con los poderosos lazos de la superstición, atemorizando y esclavizando.
Aunque ahora que nuestra sociedad se ha elevado por sobre esa ignorancia que Roma los sometió, cuando todos los pueblos están superando y elevando su educación; esos métodos medievales de la superstición están perdiendo credibilidad, son muchos los que se están liberando de esas ataduras.
Curas, monjas y católicos en general están desertando de sus filas. Sus propias estadísticas revelan esta grave crisis que está sufriendo el catolicismo romano, dicen que sólo el 6% de ellos están asistiendo a sus iglesias con cierta regularidad, pese a todas las amenazas de pecado mortal y las llamas del infierno que esperan a los que no vayan a misa. Pero aún así, no tienen otra cosa a qué aferrarse, sino a la superstición para poder controlar y dominar su gente.
Por lo tanto, deben continuar con toda esa idolatría y fetichismo que han elaborado, porque no tienen otra cosa mejor para evitar el descalabro total y evitar una desbandada masiva. Pero Roma, según lo predicen las Sagradas Escrituras, seguirá hasta el fin de los tiempos, cuando Cristo venga y derribe ese imperio y todos los reinos del mundo para establecer el Señor su propio reino aquí en la tierra.
La historia nos revela de muchas crisis que esa institución religiosa ha debido enfrentar a través del tiempo. Varias son las divisiones que la iglesia católica ha tenido, por citar algunas menciono: La división del año 1.054 que dio origen a la iglesia ortodoxa, que domina todo el oriente.
Posteriormente se produjo una deserción masiva en el siglo XVI, año 1517, encabezada por sacerdotes y monjes católicos, que dieron origen a la reforma. Luego vino otra división en el año 1531, con Enrique VIII, rey de Inglaterra, quien también se separó de la iglesia católica romana, desautorizando al Papa y se autoproclamó él mismo la cabeza de la iglesia de Inglaterra.
Lo que perdura hasta nuestros días en ese país, y en todos los países que fueron colonias o forman parte de lo que fue el imperio británico, dando origen a la iglesia Anglicana, que en nada difiere de la católica romana, salvo en su gobierno. La cabeza sigue siendo el rey de Inglaterra, y no el Papa.
El cisma más reciente fue el que provocó el caso de monseñor Marcel Lefebvre, quien desautorizó al papa en los cambios que este promovía e inició una nueva división en la iglesia católica romana.
Hoy, Lefebvre ha logrado captar una parte importante del catolicismo que ha cerrado filas con él en todo el mundo. Y si a todo esto añadimos el desinterés e indiferencia de los católicos de nuestra época, fácil es reconocer la grave crisis que enfrenta esa institución religiosa.
Lo único que les va quedando a qué aferrarse y evitar el descalabro total, es la superstición, así que necesitan y dependen de ella para su sobrevivencia.
Cada vez son menos, especialmente en la esfera educacional media alta, los que creen ese cuento de las medallitas bendecidas con una cintita color rojo que hay que ponerles al recién nacido para que no le hagan "mal de ojo". O el escapulario bendecido para evitar toda clase de males.
Estos amuletos, cada día pierden más adeptos, y mientras mayor es el rompimiento con las cadenas de la superstición con que la iglesia católica romana amarró cada uno de sus credos, mayor es la crisis en el romanismo.
Por este motivo sus líderes se esfuerzan por revivir ese espíritu supersticioso que los llenó de éxito y poder en el pasado, cuando la gente era mucho más ignorante.
Bendecir medallas, el aceite, el agua bendita, y aún bendecir lugares para revestirlos de poderes mágicos que les garanticen buena suerte y prosperidad, hasta hace muy poco era exclusividad de los romanistas.
Pero lamentablemente hoy en día, los pseudo evangélicos también se han incorporado a estas prácticas fetichistas. No solamente hoy también cuentan con el aceite "bendito", el cual suponen que si proviene de Israel es muchísimo mejor, sino que también venden agua bendita que según "dicen", es del río Jordán.
He podido ver hasta frasquitos de vidrio, parecidos a los tubos de ensayos que se utilizan en los laboratorios, con tierra que "dicen" que es de Israel.
Aunque los amuletos que hoy están utilizando los pseudo evangélicos son muy variados, lejos el amuleto más popular es el libro, la Biblia, no solamente lo emplean para sanar dolencias, colocándose el libro en la parte del cuerpo que les afecta, sino que también muchos le han levantado altares en sus hogares, lo dejan abierto por lo general en el Salmo 90, otros han llegado al exceso de prenderle una vela o adornarlo con flores.
También sus líderes, que son personas muy ególatras, están compitiendo y presionando a las autoridades de gobierno para destronar a los curas del monopolio que ellos mantienen en esa práctica totalmente anti bíblica, de atribuirse el poder de bendecir lugares en las inauguraciones oficiales.
Estoy seguro que ese interés que hoy muestran para competir con los romanistas en esa actividad, desaparecería por completo si las autoridades les aceptaran, pero que ambos, los católicos y los pseudo evangélicos, fueran el día antes o después de la inauguración.
Porque el verdadero motivo no es rociar con agua bendita esos lugares, ni porque realmente les importa la suerte que tendrá ese lugar en el futuro, porque después de la inauguración, al igual que los políticos, desaparecen de allí para nunca más volver.
El verdadero interés es satisfacer su ego apareciendo en las pantallas de televisión y en la prensa, porque además eso es bueno para la imagen pública que desean proyectar a la ciudadanía. Esa publicidad es muy conveniente para ellos, especialmente ahora que se han lanzado abiertamente a la arena política.
Todo esto demuestra que no hay temor de Dios. La Biblia jamás relata una experiencia ni que tan siquiera se parezca a esta práctica del día de hoy.
Nunca se menciona a los apóstoles bendiciendo un lugar, porque eso es absurdo, un hombre por muy importante que sea, no puede bendecir absolutamente nada.
Eso sólo le compete a Dios, únicamente él con su presencia puede bendecir un lugar. Por ejemplo, cuando el Señor se manifestó en medio de una zarza ardiendo a Moisés, Dios le dijo: "quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es".
El lugar era santo, no por la presencia de Moisés, ni porque Moisés hubiera hecho descender a Dios hasta ese lugar; era santo, porque el Dios santo había descendido allí, para entregarle una misión muy especial a su siervo Moisés.
Hoy, estos pastorcillos pretenden manipular al Dios de la gloria, como Aladino manejaba a su genio que sacaba de su lámpara en ese cuento infantil.
Cuando vemos a estos falsos ministros de Dios, no podemos dejar de relacionarlos con la osadía de Satanás que quiso ordenar al Señor Jesucristo que se lanzara abajo desde el pináculo del templo.
Hoy sus ministros también pretenden ordenar a Dios que descienda al lugar que ellos le indican. ¡Qué insulto a Dios! En el Antiguo Testamento Dios puso su nombre en medio de su pueblo, no en cualquier lugar, sino donde él lo señaló, primero fue en el tabernáculo y luego en el templo.
Pero hoy dice Dios que no habita en templos hechos por manos de hombres, sino en la iglesia del Señor que es el conjunto de salvados y redimidos en la sangre preciosa de Cristo, nosotros somos el templo de Dios.
El Señor habita en medio de cada iglesia local donde él ha puesto su nombre. Allí, donde los cristianos congregados a su nombre en obediencia a todo lo que él ha dispuesto, y en sumisión a su Palabra y a la dirección del Espíritu Santo, él la bendice con su presencia.
Una iglesia local no es cualquier agrupación de personas, aunque todos ellos sean creyentes. Sino que únicamente donde él ha puesto su nombre, y los hermanos cumplen con el ejemplo bíblico de Hechos Cap. 2. Los que creyeron y se arrepintieron, fueron bautizados, estos perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en la cena del Señor, y en las oraciones.
Esa agrupación de creyentes que cumplen con estas 4 ordenanzas básicas, constituyen una iglesia local, allí, y sólo allí Dios ha prometido su presencia que es lo que bendice el lugar de reunión, pero no un lugar que sea un centro médico, o clínica, o Universidad ni ninguna cosa o lugar que está siendo visitada por personas que sin ocultar sus intenciones, únicamente están buscando las cámaras de TV. para ganar publicidad.
Esta actitud tiene mucha relación con la exhortación del Señor cuando dijo: "Guardaos de los escribas, que gustan de andar con ropas largas, y aman las salutaciones en las plazas, y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas, porque hacen todas sus obras, para ser vistos por los hombres".
Pienso en lo felices que hubieran sido los fariseos y los escribas si en sus tiempos hubieran podido aparecer en la TV. Pero al menos los fariseos de nuestros días han podido darse ese gusto, y cada vez que pueden están buscando las cámaras para inflar su ego. Cuán lejos están del verdadero espíritu cristiano.
Hoy se busca la adulación, el reconocimiento y el aplauso del mundo. Cuanto placer les causa cuando el mundo habla bien de ellos. En cambio el Señor nos dijo en Lc. 6:26 "Ay de vosotros, cuando todos los hombres hablen bien de vosotros! Porque así hacían sus padres con los falsos profetas". Stgo.4:4 "cualquiera que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios".
Los falsos profetas han logrado el reconocimiento y los aplausos del mundo. En cambio los fieles cristianos, al igual que su Señor, sólo han obtenido el rechazo y el vituperio del mundo. Esta es una forma muy sencilla para reconocer quienes son los falsos, y cuales los verdaderos. Porque también el Señor dijo: en Lc. 21:17 a los suyos: "seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre".
En Jn. 15:20 dijo el Señor: "Acordaos de la palabra que yo os he dicho: El siervo no es mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán''.
Hoy tenemos una iglesia que se cree rica, poderosa y admirada por el mundo, pero el Señor la ve como una iglesia tibia, miserable, pobre, ciega y desnuda, que le causa náuseas al Señor.
Que el Señor nos dé más fidelidad y amor por su Palabra, más consagración y que rompamos definitivamente con las cadenas de la superstición y nos despojemos de toda práctica fetichista.
"La música"
Mucho se ha dicho y escrito a favor y en contra del uso de instrumentos musicales dentro de la iglesia. Pero lo más importante para el cristiano que desea agradar a su Señor, es clarificar si a Dios le gusta el uso de los instrumentos musicales en la iglesia, que es la casa de Dios. Por tanto, no es asunto que si a mí me gusta o si a otro le agrada.
Los defensores del empleo de los instrumentos musicales en la iglesia de Dios, necesariamente deben recurrir al Antiguo Testamento para sostener su posición, porque la verdad es que en todo el Nuevo Testamento, donde se encuentran todas las enseñanzas para que el cristiano sepa cómo debe conducirse en la iglesia, que es la casa de Dios, no figura ninguna mención del uso de instrumentos musicales por parte de los primeros cristianos.
La historia lo confirma que no fue sino hasta el siglo VII, más precisamente en el año 670, cuando por vez primera se introdujo un instrumento musical, y no fue exactamente en la iglesia cristiana, sino en la iglesia católica romana, cuando el papa Vitaliano introdujo un órgano.
Esto significa que la iglesia estuvo durante siete siglos sin usar instrumentos musicales. Cualquier estudiante de la historia del cristianismo lo sabe. ¿Por qué la iglesia primitiva no empleó instrumentos en sus reuniones y los israelitas del Antiguo Testamento sí?
Vale destacar que Israel es el pueblo terrenal de Dios, quien sirvió y adoró a Dios por medio de símbolos, figuras, sombras de la realidad misma de las cosas que habrían de venir. Así que viniendo Cristo, todas esas expresiones fueron puestas de lado.
La iglesia, el pueblo espiritual de Dios que tiene promesas celestiales, no está sujeto a esas ordenanzas que el Señor estableció con el pueblo terrenal. Dios llamó a Abraham desde Ur de los Caldeos para fundar en él y en su descendencia el pueblo terrenal, Israel.
Abraham es el padre de la nación de Israel y Dios estableció un pacto con él, entregándole ordenanzas distintivas del resto de las naciones, el diezmo y la circuncisión; esto lo vemos en Gn. 14 y 17 respectivamente, posteriormente Dios confirmó con Moisés estas ordenanzas y le añadió una larga lista de otras nuevas en el monte del Sinaí.
Por tanto, todo lo que Dios mandó desde Abraham - hasta Juan el Bautista, fue para su pueblo terrenal, Israel. Además no debemos de olvidar que la iglesia, como dice en Ef. 3, era el misterio escondido desde los siglos en el Antiguo Testamento.
Si honesta y sinceramente deseamos conocer cuáles son las ordenanzas para la iglesia, su pueblo espiritual, necesariamente debemos recurrir al Nuevo Testamento, porque allí es donde encontramos todas las instrucciones que el Señor y sus apóstoles dejaron para los que nos ha correspondido vivir después de Juan el Bautista. Es decir, para los que estamos bajo la gracia, el pueblo espiritual de Dios, su iglesia, que es la esposa del Señor.
El pueblo terrenal, Israel, en la antigüedad, debía agradar a Dios por medio de complejas ceremonias y sacrificios; en cambio ahora Dios nos dice en Jn. 4: 23 "La hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren, Dios es Espíritu, y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren".
En el Antiguo Testamento el pueblo terrenal, Israel, le adoraba por medio de sacrificios y cánticos que eran amenizados con instrumentos que Dios específicamente les había señalado. Tampoco era con cualquier instrumento que a ellos les agradara, sino con los que Dios les había indicado.
La música se tocaba en ocasiones limitadas y especiales señaladas por Dios, por ejemplo durante los sacrificios, 2 Crónicas Cap. 29:28 "Y toda la multitud adoraba, y los cantores cantaban, y los trompeteros sonaban las trompetas, todo esto duró hasta consumirse el holocausto".
El pueblo de Israel tenía varios instrumentos musicales. Pero únicamente se mencionan 4 de éstos, como autorizados para tocarlos en el templo. 2 Crónicas 29:25-26 "Puso levitas en la casa de Jehová con címbalos, salterios y arpas,... y los sacerdotes con trompetas".
Los israelitas tenían cultura musical y diferentes instrumentos musicales que empleaban en sus fiestas y reuniones familiares. Pero en el templo de Dios no podían usar cualquier instrumento que a ellos les agradara, sino solamente los 4 que Dios les había indicado y en las ocasiones que Dios les había señalado.
Pero cuando llegamos al Nuevo Testamento, no encontramos la mención de ningún instrumento musical que la iglesia primitiva hubiera empleado. Y la historia se encarga de confirmarnos, como ya lo he referido, que no fue sino hasta el año 670 cuando el papa Vitaliano, introdujo el primer instrumento musical que fue un órgano.
A Israel, el pueblo terrenal, Dios le dejó instrucciones muy específicas para el uso de los instrumentos musicales, les dijo cuales y cuando debían usarlos.
Pero a la iglesia, el pueblo espiritual, le dice que ahora es, cuando los verdaderos adoradores le adorarán en espíritu y en verdad, porque Dios tales adoradores busca que le adoren. Y no menciona nunca ningún instrumento musical para la iglesia, obviamente que no fue por olvido.
Entre las instrucciones para la iglesia podemos leer en Colosenses 3:16 "La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales".
Los primeros cristianos cantaban himnos, pero no empleaban instrumentos musicales en sus reuniones, seguramente que muchos de ellos los tocarían en sus casas con sus familias, pero nunca fueron empleados en las reuniones de la iglesia.
La exhortación del Señor para la iglesia es muy clara:lo que habría de abundar en medio de ella, no era la música, sino la Palabra de Dios. "La Palabra del Señor more en abundancia en vosotros". Y ¿qué es lo que hoy vemos en las iglesias? ¿Es la Palabra de Dios la que abunda en ella o es la música del mundo?
A un pueblo espiritual, como debería ser la iglesia, se le exigirá más que al pueblo terrenal, Israel. Pero lamentablemente vemos que el mundo ha invadido las iglesias, transformándolas en verdaderas Discotecas donde abunda el Rock Cristiano, la salsa cristiana, la cumbia cristiana, los tangos cristianos, etc.
Todo esto amenizado frenéticamente con instrumentos estridentes que ni aún permiten escuchar su letra ni entender lo que dicen. Y más aún, cuando para que su público se concentre plenamente en su último ritmo musical de moda, lo interpretan en un idioma extranjero.
Toda esta música del mundo, mantiene muy ocupada a la iglesia, saltando, gritando, aplaudiendo y moviéndose al ritmo que interpretan los nuevos ídolos de la canción.
En estos nuevos club sociales que hoy "llaman" iglesias, el olor grato de la fragancia de la santidad del Señor, ha sido reemplazado por el olor de las comidas que éstos comerciantes del evangelio venden en la casa del Señor.
Qué insulto al Dios Santo ante quién los serafines se cubren en su presencia, para cantar reverentemente:"Santo, Santo, Santo, Jehová de los ejércitos".
¿Podría alguien en su sano juicio, asegurar que toda esta basura que hoy ha invadido las iglesias son "cánticos espirituales?" ¿O que en esos lugares "abunda" la Palabra del Señor?
Pero en cambio ese fue el mandamiento para la iglesia: "La Palabra del Señor more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos espirituales".
En las Discotecas o Club Sociales que hoy llaman "iglesias", la Palabra del Señor brilla por su ausencia, porque la congregación está muy ocupada en un desenfreno de orgía emocional que les mantiene moviéndose, gritando y aplaudiendo al nuevo ídolo de la canción que está de turno.
Con justa razón dice el Señor de esta iglesia, la última antes de su venida, que es una iglesia que le causa nauseas. Y él no está allí, sino afuera Ap. 3:16 "por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad, y no sabes que eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.
Yo estoy a la puerta y llamo". El Señor está afuera, a la puerta, llamando para que lo dejen entrar. El Santo no puede estar en medio de esta corrupción.
Si el Señor viniera hoy, de seguro que actuaría con la misma indignación santa que le invadió cuando vio la corrupción y el comercio que hacían los fariseos de su época. Tomó un látigo y los expulsó del templo y les dijo: "Mi casa, casa de oración será llamada, pero vosotros la habéis hecho cueva de ladrones".
Estos profanos intentan justificarse, diciendo que su intención es alcanzar a los jóvenes por medio de la música. A los tales les pregunto ¿en qué parte de la Biblia dice que debemos hacer eso? ¿Cuándo el Señor nos ha mandado alcanzar a alguien por medio de la música? El poder está en el evangelio, en su Palabra, no en la música.
Sólo intentan justificarse porque es a ellos, a los que nunca han nacido de nuevo, a quienes les gusta esa música. Porque el Señor nos asegura que cuando nacemos de nuevo, he aquí todas las cosas son hechas nuevas, tenemos nuevos gustos, nuevos intereses.
Nuestro único deseo es agradarle a él y no a nosotros mismos. Él ha sido muy claro para decirnos que busca adoradores que le adoren en espíritu y en verdad.
El se agrada en que su Palabra abunde en nosotros, no la música, porque el poder está en su Palabra, no en la música.
El desea que cantemos con el corazón, himnos espirituales para él, no la música del mundo que solamente nos hace recordar ese tiempo que pertenecíamos al mundo
"La Política"
Roma desde su nacimiento en el siglo IV con Constantino, hasta nuestros días se ha desarrollado como un poder político. Siempre ha influenciado y desarrollado su poder con todos los mandatarios y estadistas del mundo entero.
Nos hemos acostumbrado a ver como los dictadores y presidentes se pasean por el Vaticano. En la Edad Media ponían y sacaban reyes. Conocemos la historia sobre el concordato con Hitler y Mussolini durante la segunda guerra mundial, cuando "Su Santidad" el Papa bendecía los armamentos de esos dictadores.
El brazo político de Roma es la democracia cristiana, que tiene representatividad en muchos países del mundo. Pero como nunca ponen los huevos en un sólo canasto, encontramos a muchos de sus representantes en otros partidos políticos.
Sus emisarios del Opus Dei los hallamos no sólo en la Democracia Cristiana, sino que especialmente en los partidos de extrema derecha, y curiosamente también en los de izquierda.
Como siempre juegan a ganador, su táctica es colocar su gente en todo el espectro político, incluso en el partido comunista tienen muchos católicos confesos.
Que una iglesia como la católica romana que nació como un poder político militar, esté mezclada y comprometida con los gobernantes de este mundo, no sorprende a nadie.
Pero una iglesia como la cristiana evangélica, que debería regirse por las enseñanzas que el Señor nos dejó en su Palabra y el ejemplo que él nos entregó, eso sí que sorprende y escandaliza a los hermanos nuevos, y a los antiguos los llena de ira y el celo por su Señor los consume.
Que triste espectáculo están dando al mundo y haciendo tropezar a muchos hermanos nuevos en la fe, con esta participación y compromiso con la política contingente.
El Señor dijo en Mt. 18, en el mismo capítulo donde entregó la revelación de lo que es una iglesia local, dice en los versículos 6 y 7 "cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar. ¡Ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo!".
Son pastores los que están promoviendo la política y se están abanderando con algunos partidos e invitando a los líderes, especialmente a los candidatos, sobre todo durante las campañas electorales.
Estos se pasean por las iglesias porque les ceden los púlpitos para que desde ese lugar, desde donde se debería predicar únicamente la Palabra del Señor, estos políticos no solamente confiesan que son católicos o que no son evangélicos, sino que además usen ese lugar para hacer sus ofertas electorales.
Qué insulto al Señor, que desde la iglesia, que es la casa de Dios, se están promoviendo campañas políticas. Y todo esto es posible porque los responsables de esas iglesias, por amor al dinero, están vendiendo sus congregaciones al mejor postor.
Nada se hace gratis o sin esperar una retribución. Les ceden los púlpitos, y los políticos les hacen ofertas, no solo en terrenos y propiedades, sino más comúnmente en dinero a estos pastores.
Esta clase de iglesias han dejado de ser la obra del Señor, para transformarse en la obra de esos hombres que las han convertido en sus propios feudos, financiadas con dinero mal habido, proveniente de los inconversos que han comprado el voto de esas congregaciones.
Con justa razón esta clase de pastores no definen la iglesia como iglesia del Señor, sino que hablan con toda propiedad de: "mi iglesia" y la membrecía la llama la iglesia del pastor tal o cual. Con toda justicia son identificadas como las iglesias de ellos, pero no la iglesia del Señor.
Y qué diremos de aquellos que en su osadía, compromiso e identificación con los reinos de este mundo, están formando un partido político que pomposamente llaman "evangélico", atribuyéndose la representatividad en forma ilegítima de los que verdaderamente son evangélicos y que nada quieren saber de política, porque como dijo el Señor, nuestro reino no es de este mundo.
Esta clase de mensajeros, pretenden con astucia y aislando algunos pasajes del contexto general de la Biblia, engañar y convencer al pueblo de Dios que es legítimo para el cristiano, enredarse en asuntos de este mundo, para lo cual citan como ejemplo los casos de José, de Daniel y otros, pero todos ellos sacados del Antiguo Testamento, donde Dios trataba en forma directa con Israel, su pueblo terrenal.
Siendo Israel una nación más en el consenso de los reinos de este mundo, para ellos era totalmente legítimo participar en el gobierno de su nación, porque es un reino, un pueblo terrenal.
Además no hemos de olvidar que ellos voluntariamente desecharon el gobierno directo de Dios y escogieron tener un rey como el resto de las naciones. 1Samuel 8: 5/6 y 20 El pueblo pidió:
"Constitúyenos ahora un rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones. Pero no agradó a Samuel esta palabra que dijeron". Y el pueblo insistió: "nosotros seremos también como todas las naciones, y nuestro rey nos gobernará, y saldrá delante de nosotros, y hará nuestras guerras".
Los ejemplos de José y Daniel tampoco tienen validez porque, no solamente no corresponden al período de la iglesia, sino que además, ambos, José y Daniel fueron llevados esclavos a un reino extranjero y no llegaron a ocupar los puestos de importancia en el gobierno por decisión de ellos, ni leemos que estuvieron trabajando para formarse una plataforma electoral, ni hubo en ellos ninguna de las ambiciones ni participación humana, como los politiqueros de nuestros días para llegar a ocupar esos cargos.
Si honesta y sinceramente deseamos saber cuál debería ser la posición del cristiano en cuanto a la política, debemos necesariamente recurrir al Nuevo Testamento, que es donde están todas las instrucciones para la iglesia en forma muy clara, porque allí Dios no nos habla por medio de figuras, ni símbolos o sombras de la realidad misma, sino que nos revela su voluntad de una forma muy clara, que hasta un niño la puede comprender.
Allí, donde el Señor entrega directamente las instrucciones a su pueblo espiritual, la iglesia, el Señor nos dice que existen dos reinos, el reino de la luz y el reino de las tinieblas, refiriéndose al reino de Dios y al reino de Satanás. Los cristianos somos llamados hijos de la luz e hijos de Dios.
¿Cómo podríamos entonces agradar a Dios, y al mismo tiempo desear tener una representación en el reino de Satanás? Nadie puede servir a dos Señores, lo dijo el Señor Jesucristo. Para confundir a los débiles, estos engañadores son artistas para disfrazarse y cambiar el nombre de las cosas.
Hoy pretenden "acuñar" una nueva frase para esconder su verdadera actividad, se están haciendo llamar: "servidores públicos", pero todos sabemos y el mundo entero los reconoce como "políticos", no nos dejemos engañar.
El Señor Jesucristo dijo que los cristianos, además de muchas otras bendiciones que él nos ha entregado, somos "embajadores de Cristo". (2 Cor. 5:20) Somos extranjeros y peregrinos en este mundo que no es nuestro hogar, estamos en el mundo, pero no somos del mundo.
En Jn. 17:16 orando al Padre, dijo el Señor: "No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo". Stgo.4:4 "cualquiera que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios". 2Cor.6:14 "no os unáis en yugo desigual con los incrédulos".
No somos del mundo, pero Dios nos ha dejado como embajadores suyos, para representarle a él y no al mundo. Un embajador no puede participar en la política contingente donde está ejerciendo, porque de lo contrario, sería declarado "persona no grata", e inmediatamente expulsado de allí.
Si la justicia de los hombres actúa así, ¿Por qué creen que la justicia de Dios exigirá menos? Dios nos dice que nuestra ciudadanía es la celestial, que en el mundo seriamos perseguidos y aborrecidos.
Entonces, ¿Cómo puede una persona en su sano juicio, llamándose cristiano evangélico, pensar que puede ocupar un cargo de representatividad en el reino enemigo?
A no ser que sea de ellos y sea un falso cristiano, lo cual tampoco debería extrañarnos. En 2 Tim. 2:4 dice Dios: "Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado".
El testimonio de la iglesia primitiva, Dios lo consignó en su Palabra para nuestro ejemplo, y allí jamás vemos que participaran en política, ni que intentaran obtener un representante en el senado Romano, aún durante la dura persecución que fueron objeto, porque era una iglesia que no se había olvidado que tenían un par de rodillas y un Padre Celestial que estaba en pleno control de todo.
Ellos sabían muy bien que era Dios quien ponía y sacaba los gobernantes según su soberana voluntad, y para ello no necesitaba de la ayuda de de sus criaturas, él es suficientemente capaz y poderoso para hacerlo sin nuestra intervención.
La iglesia primitiva tenían en el apóstol Pablo la mejor carta para obtener un lugar en el senado Romano y ser escuchados por los hombres. Pero estaban más interesados en ser escuchados por Dios.
Pablo era ciudadano romano, fue soldado, pudo obtener el apoyo del ejército, fue judío miembro del sanedrín, pudo buscar el apoyo de los religiosos que estaban en el poder, era cristiano, por lo tanto tendría el apoyo de toda la iglesia, pero nunca los vemos ni aún a los cristianos más carnales, considerar tan siquiera la posibilidad de obtener un lugar en el senado Romano.
Porque ellos estaban muy conscientes que nuestro reino no es de este mundo y que Dios está en pleno control de todo; ni un pajarillo cae, sin su consentimiento.
Querer formar un partido político evangélico es negar el poder de Dios y desconocer por completo el poder de la oración, es más, lo considero un insulto al Señor.
Estos politiqueros no tienen ningún derecho a atribuirse la representatividad ni a usar el nombre de evangélico, porque no lo son. El Señor nos dijo que por sus frutos los conoceréis.
Tampoco debemos dejarnos manipular por los hipócritas que abundan en las iglesias de hoy, que acusan de políticos a los que son de izquierda y ellos mismos son militantes de los partidos de la derecha. Ni lo uno ni lo otro es conforme a la voluntad de Dios.
Somos embajadores de Cristo, nuestra ciudadanía es la celestial, no nos enredemos en los negocios de esta vida. Dejemos que el Señor decida por nosotros, porque él siempre nos otorgará lo que más nos conviene.
Cristo viene pronto, que cuando él venga, nos encuentre ocupados en sus negocios y no en la política, que así sea.
"El don de lenguas"
En esta oportunidad trataremos el tema de las mal llamadas "lenguas" que practican los carismáticos.
Roma en un principio condenó y quemó por brujería a aquellos que ocasionalmente hablaban en "lenguas".
Hoy, debido al éxito masivo de las orgías emocionales del movimiento carismático, ellos también se han incorporado entusiastamente a esta práctica. Resulta curioso ver hoy a curas y católicos carismáticos hablando en "lenguas".
Me tocó ver una reunión carismática en Nueva Zelandia, donde participaron católicos, Testigo de Jehová, Sabatistas, Pentecostales, Bautistas, Metodistas, etc. Y todos ellos hablaban en esa jerigonza ininteligible.
¿Podríamos afirmar que personas que niegan la divinidad del Señor Jesucristo, puedan tener el Espíritu Santo? De allí deducimos fácilmente que ese balbuceo estático no es una manifestación del Espíritu Santo. Más aún, cuando esos mismos trances y jerigonza los escuchamos en los brujos de los países asiáticos, también lo hacen en África, el Caribe, en Brasil, etc.
Estos curanderos también prueban tener un tremendo poder no sólo para producir sanidades, sino para manipular e hipnotizar las multitudes.
Ellos también pueden dirigir a su público a un trance cataléptico donde muchos caen en un estado de emoción manipulada por el brujo y comienzan a balbucear los mismos sonidos que escuchamos en los carismáticos, también caen al suelo con convulsiones.
En estas ceremonias de brujería también el uso de la música rítmica se hace indispensable. Si nosotros nos dejamos impresionar por esta clase de señales, tendríamos que admitir que estos brujos que practican la magia negra también poseerían el Espíritu Santo, lo cual es un absurdo. Cualquier persona con un mínimo de cultura general sabe que lo que estoy afirmando es una realidad irrefutable.
Esta práctica de los brujos y hechiceros no es nueva, Dios la condenó ya en los tiempos del profeta Isaías, dice en el Cap. 8 :19 del libro de Isaías: "los encantadores y los adivinos que balbucean hablando".
Otras versiones traducen:"que parlotean hablando". Refiriéndose a esa jerigonza ininteligible que emplea los que hoy dicen hablar en lenguas y los que practican la magia negra.
Esto siempre fue característico de los brujos y adivinos, también era muy común en los templos de las diferentes divinidades de los Griegos y Romanos.
Entonces si lo que ocurrió en el día de Pentecostés, hubiese sido eso, no habría maravillado a nadie, porque ese "parloteo" era muy común también en esa época entre los paganos.
Pero en cambio leemos en Hch. Cap. 2 que estaban atónitos y maravillados escuchándoles hablar en sus propias lenguas, en la que habían nacido. Eso sí que fue sorprendente y maravilloso, ser testigo de un re:de lo que ocurrió en Babel, cuando Dios los castigó confundiendo sus lenguas.
Ahora, en el poder del Espíritu Santo, todos se entendían y escuchaban a los galileos, quienes en el poder de Dios comenzaron a hablar en los idiomas de los países de orígenes de los judíos que vivían en lejanas tierras y que para esa festividad judía habían venido a Jerusalén.
¿Qué fue lo que ocurrió el día de Pentecostés? Los judíos que vivían en la diáspora, muchos de ellos habían nacido en el extranjero; cuando se hallaron en Jerusalén, vino un viento recio con gran estruendo y el Espíritu Santo repartió la capacidad de hablar en los diferentes idiomas de todos los judíos que venían del extranjero.
Se mencionan al menos 16 diferentes idiomas. Algunos en forma muy arbitraria pretenden hacer una diferencia entre lenguas e idiomas. Pero eso se resuelve muy fácilmente cogiendo un diccionario de la "LENGUA" Castellana y veremos que lenguas e idiomas son una misma cosa, jamás ha significado algo diferente.
Y así se traduce en nuestras Biblias en 1Cor. 14:4 dice: "El que habla en lengua extraña" es decir, en lengua extranjera. :9 al 11 "Así también vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien comprensible, ¿cómo se entenderá lo que decís? Porque hablaréis al aire. Tantas clases de idiomas hay, seguramente, en el mundo, y ninguno de ellos carece de significado. Pero si yo ignoro el valor de las palabras, seré como extranjero para el que habla, y el que habla será como extranjero para mí".
La simple lectura de la Palabra de Dios nos demuestra que lenguas e idiomas significan lo mismo y así lo emplea el Espíritu Santo. Leamos lo que dice textualmente en Hch. 2.
Para abreviar, copiaré únicamente los versículos pertinentes al tema, pero le recomiendo a usted leer en su Biblia todo el Cap. 2 del libro de los Hechos y los capítulos 13 y 14 de 1Corintios. Dice en Hch. 2:5
"Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo"
versos 7 y 8 "Y estaban atónitos y maravillados, diciendo; Mirad; ¿no son galileos todos estos que hablan? ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido?" refiriéndose a su lengua materna. Y comienzan desde el versículo 9 al 11 a enumerar los distintos países que procedían, destacando que les oían hablar en los idiomas que se hablaba en esas regiones, dicen:
"Partos, medos, elamitas, etc.", y continua en el :11: "cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios".
Estos judíos habían nacido en el extranjero, la lengua en la que habían nacido eran las que se hablaban en esas regiones. Y ahora se sorprendían de escuchar las maravillas de Dios en sus propios idiomas maternos.
Por ejemplo, la lengua que se habla en Latinoamérica es el Castellano, la maravilla sería que si fuéramos a Jerusalén y los habitantes de allá, sin haber estudiado este idioma, en forma instantánea comenzaran a hablar en Castellano.
Pero además en 1Cor. 14 nos aclara que ese milagro fue solamente un testimonio para los judíos, dice refiriéndose a este milagro en el :21 "En la ley está escrito: En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo, y ni aun así me oirán, dice el Señor".
¿A cuál pueblo le dice en la ley? Al pueblo judío, y dice el Señor que ni aun así me oirán. Esto se ha cumplido porque hasta nuestros días, Israel sigue rechazando al Señor Jesús como el Cristo, el Mesías prometido.
Por tanto las lenguas fueron dadas como señal a los judíos, no a nosotros los gentiles. También dice en el :siguiente de 1Cor. 14, versículo 22 "Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos".
Dios nos dice aquí en 1Cor. 14 versos 21 y 22, que las lenguas fueron dadas por señal... "A LOS JUDÍOS", y no a los creyentes sino a los INCRÉDULOS. Pero ni aún así creyeron al Señor.
Además el milagro que verdaderamente ocurrió el día de Pentecostés, fue que hablaron en idiomas extranjeros, y ellos se maravillaron de oírles y entenderles en sus propias lenguas maternas en las que habían nacido.
Obviamente no se trataba de sonidos y sílabas incoherentes como las que escuchamos en los carismáticos y en los brujos del día de hoy.
Ese milagro fue acompañado de un gran estruendo de un viento recio y se les apareció el don de hablar en idiomas diferentes, "como de fuego". Hoy no vemos ni el viento, ni el fuego, y menos escuchamos las maravillas de Dios en idiomas extranjeros para testimonio de los judíos inconversos, como debería ser según el relato de Hch. 2 y 1Cor. 13 y 14.
En una oportunidad me di el trabajo de grabar los sonidos que emiten los carismáticos cuando dicen caer en esos trances. Estudios académicos han determinado que una persona promedio, usa aproximadamente 10 mil a 15 mil palabras en su vocabulario diario; una persona con estudios básicos (los seis años de la escuela primaria) utiliza como 5 mil palabras, y los profesionales con estudios universitarios, entre 30 mil a 50 mil.
Para mi sorpresa, cuando analicé los sonidos que producen los carismáticos en sus llamadas "lenguas", pude comprobar que cada uno de ellos no emite más de 5 a 7 sonidos,(Que pobre y limitado es ese lenguaje "angelical" que dicen hablar) y siempre con uno central que lo van repitiendo con diferentes variantes, por ejemplo: RAMA.
Grande fue mi asombro al comprobar con la ayuda de un buen diccionario, que varios de esos sonidos correspondían a nombres de diferentes divinidades paganas: "Rama"y otros nombres: Rama-Hua, Rama-yana, Rama-Navami, son divinidades paganas que adoran en India y otros países asiáticos.
Lo que significa que cuando dicen caer en esos trances auto inducidos o provocados por la presión social del medio ambiente, fruto de la orgía emocional que los envuelve y los lleva a un estado enajenador, ellos están llamando a viva voz a demonios que son venerados en el paganismo.
Con razón necesitan practicar sus "liberaciones" (exorcismos) con tanta frecuencia en sus reuniones. Para cubrir todo esto, dicen que ellos están hablando en un lenguaje angelical como lo hizo Pablo.
Otros llegan a la insensatez de decir que lo hacen así, para que Satanás no los entienda; seguramente ignoran que Satanás fue el querubín más grande de toda la creación angelical, por lo cual a ninguna persona sensata le cabe la menor duda que Satanás comprende el lenguaje angelical.
En 1Cor. 13 versos 1 y 2 Pablo no dice que él hablara lenguas angélicas. Está resaltando la preeminencia del amor y coloca el ejemplo; el supuesto que "si él" hablase lenguas angélicas y no tiene amor, nada es.
También dice en el :2 el supuesto si entendiese todos los misterios y toda la ciencia, y no tiene amor, tampoco de nada sirve. O que entregara su cuerpo para ser quemado.
Pablo nunca ha dicho que él hablara lenguas angélicas, ni que entendiese todos los misterios, ni que conociera toda la ciencia, o que iba a entregar su cuerpo para ser quemado, sólo los cita como ejemplos hipotéticos.
Es lo mismo cuando escuchamos alguien decir: "Si me gano la lotería, me compraré un yate". Obviamente que entendemos que NO se ha ganado la lotería, y mucho menos que tiene un yate.
Algunos se confunden con el :2 del Cap. 14 de 1Cor. que dice: "Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios".
Primeramente hemos de establecer que si hemos admitido que en Hch. 2 lo que se habló fue idiomas, que fueron entendibles para los judíos presentes en Jerusalén, no podríamos pensar que el Espíritu Santo en la iglesia de Corinto estaba actuando de una forma diferente. No tenemos antecedentes, ni motivos para pensar que el Espíritu Santo actúo de una forma distinta en la iglesia de Corinto.
Pablo escribió esta epístola para corregir muchos errores y manifestaciones de carnalidad que había allí. Y ¿cuál era el problema al que se refiere en 1Cor. Capítulos 13 y 14?
Había cristianos que poseían el don de lenguas y hablaban a la iglesia de Corinto, cuyo idioma era el griego, en un idioma diferente sólo para exhibición del don que poseían.
En 1Cor. 14 versos 21 y 22 les aclara además que ese don fue dado por señal para el pueblo judío, y que fuesen inconversos, es decir, sin existir la necesidad les hablaban a la iglesia que únicamente entendía griego, en otro idioma extranjero.
Como consecuencia, no estaban hablando a los hombres, porque la congregación no conocía esos idiomas extranjeros como dice en 1Cor. 14:2 pero lógicamente, Dios les entendía, pero eso no edificaba a la iglesia y por lo tanto se les exhorta a terminar con esa práctica inútil.
Por este motivo les dice en los versos 18 y 19 "Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros (porque Dios lo había usado para llevar el evangelio a muchos países); pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida".
Todos los dones fueron dados para edificación de la iglesia, como dice en 1Cor. 14 :12 "para que la iglesia reciba edificación" y en el : 26 "Todo se haga para la edificación".
Pero ningún don fue dado para comunicarse con Dios. Entonces, el problema que Pablo estaba corrigiendo en esa iglesia carnal, era que siendo la iglesia una congregación que hablaba griego, se levantaban algunos por lucimiento personal, a hablar en árabe u otros idiomas, y como consecuencia lógica, nadie los entendía, únicamente Dios, y la iglesia no era edificada.
El tal hablaba misterios que nadie comprendía. Por este motivo aquí en el Cap. de 1Cor. 14 donde Pablo está refiriéndose al uso indebido del don de lenguas, les dice en el :10 "Tantas clases de idiomas hay, seguramente, en el mundo, y ninguno de ellos carece de significado" ¿Por qué les dice ahora idiomas y no lenguas? Porque todos sabemos que las dos palabras significan lo mismo.
Es ese pecado de exhibicionismo y vanagloria de hablar en un idioma extranjero, que no edificaba a la iglesia, porque nadie los entendía, era lo que Pablo estaba corrigiendo.
En el :9 les dice: "Así también vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien comprensible, ¿cómo se entenderá lo que decís? Porque hablaréis al aire".
Si estos corintios, que legítimamente hablaban en lenguas, en idiomas extranjeros, estaban hablando al aire, porque nadie les entendía ¿Cuanto más lo estarán haciendo los que en el día de hoy, repiten sonidos y sílabas ininteligibles que ni ellos mismos comprenden, y muchos corresponden a nombres de demonios?
En el :11 dice "Si yo ignoro el valor de las palabras, seré como extranjero para el que habla, y el que habla será como extranjero para mí".
La falsedad de la jerigonza que pronuncian los carismáticos en el día de hoy queda claramente de manifiesto, sobre todo en aquellas iglesias que he sabido, donde "la pastora" les da clases a los nuevos para que aprendan hablar en "lenguas". Otras dictan seminarios para "hablar en lenguas".
Existe tal presión sicológica sobre las personas que llegan a esas iglesias, que todas deben repetir e imitar ese trance, sino son acusadas de falta de espiritualidad, de hermanos carnales. Aunque Pablo dice muy claramente en 1Cor. 12 :30 que "no todos hablan lenguas" y lo aclara en el :4 "Porque hay diversidad de dones".
Es el Espíritu Santo quien hace todo esto, repartiendo como él quiere. Pero hoy debe ser como el pastor o "la pastora" les ordena, entonces la congregación se esfuerza desesperadamente para obedecer al hombre y repetir esas palabras sin sentido.
Otros han sido víctimas de esta enorme presión sicológica, que hasta sin darse cuenta ellos mismos, han logrado estos trances de auto hipnosis que también es muy común entre los carismáticos.
El :23 de 1Cor.14 es contundente para declarar inadmisible que dentro de la iglesia, todos hablen lenguas: "Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos ¿no dirán que estáis locos?"
Otro punto digno de considerar es que en este mismo capítulo de 1Cor.14 donde está corrigiendo el problema de las lenguas, dice en los versículos 33 y 34 "Dios no es Dios de confusión, sino de paz. COMO EN TODAS LAS IGLESIAS DE LOS SANTOS, VUESTRAS MUJERES CALLEN EN LAS CONGREGACIONES".
Naturalmente que si creemos en la Palabra de Dios, estaremos forzados a admitir que si una mujer pretende hablar en lenguas en la congregación, esto no puede provenir de Dios. Porque Dios no es Dios de confusión, él no va a prohibir a las mujeres hablar en las congregaciones y al mismo tiempo hacerlas hablar en lenguas.
Dios jamás se contradice. Por lo tanto, toda mujer que pretende hablar en "lenguas" en la congregación, lo hace en un poder que NO ES DE DIOS. Por este motivo digo que en el día de hoy existen muchas "iglesias" ESPIRITISTAS.
Con justa razón en esa clase de iglesias se ven forzados a estar continuamente haciendo lo que ellos llaman "liberaciones", que es la expulsión de "espíritus malos", es decir de demonios.
Lo que estaría ratificando lo que estoy afirmando, que en esos sitios no está el Espíritu Santo. ¿No le resulta curioso que la mayoría de las personas que asisten a esos lugares, requieren cada semana que se les practique una "liberación?"
Si alguien hubiera tenido verdadera necesidad de comunicarse con Dios en un idioma celestial, ese era el Señor Jesucristo. Pero a él jamás lo vemos realizar esas cosas de lo que hoy llaman "hablar en lenguas", danzas, ni nada de ese desorden que escandaliza, porque Dios es Dios de orden, él no es Dios de confusión.
Si el Señor, el Santo, el más espiritual de todos NUNCA habló en lenguas, ¿Por qué se preocupa usted hermano, usted hermana, si no lo hace? No tenga temor de comunicarse con Dios en Castellano, él le va a entender perfectamente. Aléjese de todo eso que no proviene del Señor, porque Dios no es Dios de confusión ni de desorden.
"Catedrales y Capillas"
Ambos nombres: "Catedrales y Capillas" son de origen católico. Correspondiéndoles a los edificios más suntuosos el nombre de Catedrales y a los más pequeños, dependientes de una iglesia central, el de Capillas.
Dios siempre ha manifestado su intención de morar en medio de los suyos. En el jardín del Edén, cuando el pecado aún no había tendido una barrera entre él el Santo y sus criaturas, Dios se paseaba en medio del huerto, pero cuando estos pecaron tuvo que expulsarlos de su presencia.
Toda la tierra se corrompió a consecuencia del pecado, pero esto no impidió que Dios siguiera mostrando su infinita misericordia y gran amor. Fue así como escogió de entre todas las naciones a un pueblo, el más insignificante que él formó de la descendencia de Abraham para que fuera lumbrera entre todas las naciones.
Posteriormente puso su nombre en medio de ellos, manifestándose en el Tabernáculo que les ordenó construir. Luego su presencia estuvo en el templo. Ese fue su trato directo con Israel, su pueblo terrenal.
Desde Abraham hasta Juan el Bautista, Dios les entrego leyes y ordenanzas que ellos debían cumplir en complejas ceremonias. Estas ordenanzas comenzaron con Abraham el padre de la nación de Israel.
Le ordenó a éste dos principios básicos que luego confirmó en el Sinaí en lo que comúnmente llamamos la ley de Moisés. Me refiero al diezmo y la circuncisión, por esta razón dice en Heb. 7 versos 5 y 9
"Ciertamente los que de entre los hijos de Leví recibieron el sacerdocio, (ellos), tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos según la ley, es decir, de sus hermanos, aunque éstos, los levitas también hayan salido de los lomos de Abraham".
:9 "y por decirlo así, en Abraham pagó el diezmo también Leví". Se ve claramente que la entrega de la ley a su pueblo terrenal, Israel, comenzó con el Padre de esa nación, Abraham.
A él le entregó esta distinción que habría de caracterizar a todos los Israelitas, el diezmo y la circuncisión.
Curiosamente los judaizantes de nuestros días, siempre están forzando las Escrituras para insertar en la iglesia, que está bajo la Gracia y no bajo la ley, las ordenanzas que fueron entregadas a Abraham y a su descendencia, es decir, a Israel, el pueblo terrenal de Dios.
Y más sorprendente resulta aún, que sólo insisten en aquello que significa beneficios materiales para sus líderes.
Por ejemplo, si hablan que hay que pagar también el diezmo en el período de la iglesia, ¿Por qué no dicen que también deben circuncidarse? Porque Abraham pagó el diezmo y se circuncidó. Y muy claramente se ve en Gn. 17 que el énfasis está principalmente en la circuncisión y no en el diezmo.
Si hablan que hay que celebrar la fiesta de las primicias en la iglesia ¿Por qué omiten las otras 6 festividades? Porque en Lv. 23 habla muy claramente que son 7 las fiestas solemnes.
También en el mismo capítulo dice que deben guardar el día Sábado, lo cual aclara que todo eso fue ordenado para la nación de Israel. Porque dice en Ex. Cap. 31 versos 13/14 y 17 dice que el Sábado fue dado "como señal entre Dios e Israel".
Algunos tratan de justificar el diezmo para la iglesia diciendo que el diezmo no corresponde a la ley, sino que fue entregada esta ordenanza a Abraham. Pero ya vimos que Abraham es el padre de la nación de Israel y que los Israelitas salieron de los lomos de Abraham, y en él , en sus lomos, pagó también el diezmo sus descendientes, los Israelitas.
Siguiendo con ese argumento tan acomodaticio de los judaizantes de hoy, tendríamos que admitir que es ilegítimo celebrar la fiesta de las primicias en la iglesia, porque esa, "como ellos mismo lo reconocen", corresponde a la ley. Si la iglesia no está bajo la ley, entonces ¿Por qué la celebran?
Decíamos que Dios se manifestó con Israel de un modo diferente que con su pueblo espiritual, la iglesia. El aspecto moral de Dios no ha cambiado, pero sí sus ordenanzas y trato con su iglesia, que es la esposa de Cristo, es muy especial y difiere de como lo hizo con Israel.
El más grande de los nacidos de mujer fue Juan el Bautista, dijo el Señor, pero el más pequeño de la iglesia ha recibido mayores bendiciones que él ¿Por qué? Porque ahora Dios no habita en templos hechos por manos de hombre, sino en nosotros.
1Cor. 3:16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Cuando Pablo estuvo en Atenas y vio el paganismo y los diversos templos que habían levantado a sus divinidades, les dijo: Hch. 17:22 "Varones atenienses, en todo observo que sois muy religiosos".
Y en el :24 "El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo".
En Hch 7:49 dice Dios: "El cielo es mi trono, y la tierra el estrado de mis pies... ¿Qué casa me edificaréis? Dice el Señor, ¿O cuál es el lugar de mi reposo? ¿No hizo mi mano todas estas cosas?".
El gran contraste que estremeció a Pablo y que repudió, fue que esos paganos pretendían agradar a sus divinidades con grandes templos, especialmente recordando que los cristianos que adoraban y servían al Dios verdadero se congregaban en las casas.
El corazón idolátrico de los paganos les impulsaba construir enormes templos, buscando lo majestuoso, lo imponente, con lo cual esperaban complacer a sus falsas divinidades.
Pablo sabía muy bien que el Señor Jesucristo, siendo Rey de reyes y Señor de señores, cuya gloria ni aún los cielos pueden contener; no escogió el palacio de un rey para venir a nacer, sino el modesto hogar de un carpintero.
No escogió una cuna de oro, sino un humilde pesebre, durante su ministerio terrenal no tuvo donde recostar su cabeza, murió en una cruz, y su cuerpo fue depositado en una tumba prestada.
Hoy en día, aquellos que impulsados por un corazón idólatra, igual que el de los atenienses, pretenden agradar a Dios con sus suntuosos templos y rodearse de grandes riquezas.
Uno de estos exponentes del evangelio de la prosperidad que apela a la codicia del hombre, razón por la cual resulta tan atrayente para muchos decía: "¿Para qué quiero yo el oro allá en el cielo?, es ahora que lo necesito".
Esta clase de personajes son los que han impulsado la construcción de grandes templos para satisfacer su ego, su vanidad se ve elevada a las nubes cuando el templo que ellos poseen es el más grande y lujoso de todos.
Esta manifestación de carnalidad es la que ha desatado una verdadera competencia entre ellos por llegar a poseer el templo más suntuoso. Pero ¿Es esto lo que agrada a Dios? ¿Es esto conforme al deseo y la voluntad del Señor, de aquél que nació en un pesebre y habitó en el hogar de un carpintero?
El dijo que ahora él no habita en templos hechos por manos de hombres, sino en nuestros corazones. Nosotros somos el verdadero templo de Dios aquí en la tierra, los creyentes redimidos en la sangre preciosa de Cristo, somos el templo de Dios y el Espíritu Santo mora en nosotros.
Entonces, ¿De dónde surgió la idea que los cristianos debemos reunirnos en suntuosos edificios para alabar a Dios? Más aún, considerando que los primeros cristianos estuvieron durante tres siglos reuniéndose únicamente en sus casas.
Sin ningún lugar a dudas, esa ha sido la mejor iglesia que registra la historia. No fue sino hasta el siglo IV cuando el emperador Constantino por un decreto real transformó todo su imperio en "cristiano" y luego, llamó a unirse a él a todos los líderes de su época.
No faltaron los vasallos que se le unieron y constituyeron toda una jerarquía eclesiástica, paralela a la de la Roma imperial, a quienes el emperador les entregó a su tuición grandes templos que originalmente estaban destinados a las diversas divinidades del imperio.
Transformándose el "cristianismo" en una religión más del imperio, tuvieron los que se comprometieron con él, todo el derecho de hacer uso de esos templos; aunque el emperador siguió siendo una divinidad más que todos sus súbditos debían continuar adorándole.
Esta prosperidad terrenal fue el inicio de la corrupción de la iglesia, aunque muchos cristianos fieles huyeron al desierto para radicarse allí aislándose para no ser influenciados por esta poderosa corriente apóstata. Es decir, junto con la apostasía y corrupción, nacieron por primera vez los grandes templos en el cristianismo, recién en el siglo IV.
Los términos "Catedrales y Capillas" siempre fueron de exclusividad de los católicos. Son vocablos acuñados por los romanistas, que interpretan muy bien su sistema jerárquico que los identifica, pero jamás pertenecieron a la iglesia evangélica, porque ésta no estaba constituida por una jerarquía eclesiástica como lamentablemente vemos ahora en todos aquellos que están siendo absorbidos por el ecumenismo que les presenta Roma, para atraerlos a su redil y al dominio del Papa.
La verdadera iglesia cristiana evangélica está fundamentada sobre la Roca que es Cristo, y acepta como única cabeza de la iglesia al Señor Jesucristo. El único vicario de él aquí en la tierra, es decir, el único que está en lugar del Señor, es el Espíritu Santo.
En la Biblia jamás se emplean términos como la iglesia "madre", tampoco se ve que una iglesia dependiera de otra. Cada una dependía directamente del Señor y de la dirección del Espíritu Santo. No existían iglesias que fueran más importantes que otras; todas son igualmente preciosas a los ojos de Dios, porque todas están constituidas por aquellos que Cristo compró con su preciosa sangre.
Dios ha puesto sobre cada iglesia local, ángeles para que la guarden, esa es su promesa. Donde "dos o tres estén congregados en mí nombre, allí estoy Yo en medio de ellos", promesa del Señor.
Cuando Pedro predicó en el día de Pentecostés se convirtieron como 3 mil personas y juntos perseveraban en el estudio de la Palabra, en la comunión unos con otros, en la cena del Señor y en las oraciones. Todo esto lo hacían sin tener los enormes templos que hoy vemos, sino que con sencillez de corazón, se reunían en las casas, y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.
Que el Señor ponga en nuestros corazones el deseo de volver a esa sencillez y amor verdadero de la iglesia primitiva, nos aleje del lujo y la pompa de la construcción de los grandes templos, especialmente si creemos sinceramente que Cristo viene pronto.
"La única iglesia verdadera"
Roma siempre ha insistido en que ella es la única iglesia verdadera, y fuera del catolicismo no hay salvación. Esto es lo que muy recientemente han confirmado una vez más en el Concilio del Vaticano II, pero al más simple observador, toda esta afirmación que ellos tan presuntuosamente hacen, le tiene que resultar una incoherencia mayor.
Porque por un lado sostienen que sólo ellos pueden ser salvos, y cuando consultamos con cualquier católico a dónde irán después de su muerte, ninguno cree que irá al cielo, porque aunque cumplan con todos los ritos y ordenanzas de su iglesia, esto no les da la seguridad de su salvación.
Muchos son los que esperan irse al purgatorio, lugar que según el Señor Jesucristo y toda la enseñanza de las Sagradas Escrituras no existe. Otros muchos creen en la reencarnación, y la gran mayoría sostiene que cuando uno se muere, se acaba todo.
Pero igualmente insostenible a la luz de la Palabra de Dios resulta la posición de los pseudo evangélicos, quienes están siendo cada día más absorbidos por el sistema romanista, e imitándole en muchas prácticas y creencias.
También ellos están enseñando a sus congregaciones, que únicamente los de su iglesia se irán con el Señor cuando él venga. Resulta muy evidente que esta enseñanza es una estrategia más, para controlar y dominar su gente.
Porque lo que pretenden con esta enseñanza anti bíblica, es atemorizarlos, para que nadie se retire de sus iglesias, aunque vean la corrupción y apostasía más increíble, para ello les dicen: "No se preocupe usted hermano, el Señor es el que se encargará de juzgarlos" y así frenan todo descontento y no permiten que se les someta bajo la poderosa luz de la Santa Palabra de Dios.
Esa no fue la actitud de la iglesia primitiva, ni de los fieles cristianos. Los hermanos de Berea comparaban con las Escrituras, para ver si esas cosas debían ser así. Aún el apóstol Pedro debió someterse a una reprensión pública cuando actúo mal.
No existe la iglesia única y verdadera en términos denominacionales. Cuando Cristo venga, no vendrá para llevarse la iglesia "de los Bautistas" o de "los Presbiterianos", etc.
Sino que él vendrá a buscar lo que el Señor denominó "Mí iglesia", y la iglesia del Señor no es ninguna de las denominaciones actuales, sino el conjunto de los redimidos y perdonados en su sangre preciosa, los creyentes que le recibieron como su único Salvador personal.
Todos aquellos que han nacido de nuevo y han pasado de muerte a vida por el poder de Dios. Estos están diseminados por todo el mundo en diferentes denominaciones, y muchos otros inclusive no pertenecen a ninguna de ellas.
El Señor vendrá a buscar los frutos de la Cruz del Calvario, es decir a todos los salvados por su Gracia y Misericordia. Esa es la iglesia verdadera, la iglesia Universal de Cristo.
Pero en toda iglesia local y mayormente en las denominaciones en términos cuantitativos, existen falsos cristianos y muchos ingredientes humanos. Esto es lo que el Señor nos dice a través de la parábola de las 10 vírgenes, las que no tenían el aceite, el cual es símbolo del Espíritu Santo, no se irán con él.
La consideración de estos 24 puntos que hemos analizado, tuvieron como objetivo despertar las conciencias de aquellos que sin haber nacido de nuevo, abrigan la falsa esperanza de irse con el Señor por el sólo hecho de pertenecer a una iglesia local y en aquel día clamaran al Señor:
"Señor, Señor ábrenos, ¿no profetizamos en tu nombre, y en el nombre de Jesús echamos fuera demonios, y en el nombre de Jesús hicimos muchos milagros? Y el Señor les dirá : Nunca os conocí, apartaos de mí, hacedores de maldad".
Pero estimado amigo, aún la puerta de la Salvación no se ha cerrado, también usted puede recibir al Señor en su corazón, clame a él, pídale el perdón por sus pecados y el Señor le otorgará el perdón eterno de todos sus pecados, le dará la seguridad de su salvación y pasará a formar parte de la iglesia universal que el Señor muy pronto vendrá a buscar. Esa es la verdadera iglesia, la esposa de Cristo.