En los últimos años, en realidad, fue que la pornografía se extendió a los cuatro puntos del mundo. Hay un verdadero furor erótico llenando libros, revistas, películas, novelas, programas radiales y televisados, internet, teatro, gestos y la música también.
La Revista Forbes, especializada en el mundo de los negocios y las Finanzas, ha publicado una lista de los hombre más ricos del mundo.
¿Quién es este personaje, que dice la Biblia de él? Al definir sus evidentes cualidades encontramos la razón por la que Jesucristo lo llamó "príncipe de este mundo".
El Vaticano afirmó en Naciones Unidas que no existe excusa posible para los casos de explotación y violencia contra niños, al tiempo que enfatizó que existen responsables de abusos "en todas las profesiones, incluso entre miembros del clero y personal de la Iglesia".
Este es sin duda uno de los vídeos más populares en el Internet que detalla los hechos históricos y comentarios bíblicos sobre la Navidad y la Pascua.
Un sacerdote católico portugués, ex vice rector del seminario de Fundao, fue condenado a diez años de prisión firme por haber cometido actos de pedofilia con seis menores de entre 13 y 15 años en el momento de los hechos, informó la prensa lusa.
Los Testigos de Jehová son una secta religiosa fundada por Charles Taze Russell en la década de 1870. Al formular sus creencias, Russell se basó en las enseñanzas de los Adventistas del Séptimo Día y en las de los Cristadelfianos, a las que sumó sus propias interpretaciones de la Biblia.
Las creencias de la gente sobre Satanás van de lo simplón a lo abstracto: de un hombrecito rojo con cuernos que se sienta en tu hombro impulsándote a pecar; a una expresión usada para describir la personificación del mal.
Las «Siete palabras» pronunciadas por Jesús desde la cruz, llamadas a veces «las siete últimas palabras», constituyen el tema de predicación más general en toda la Cristiandad.
La Iglesia Católica abolió definitivamente el limbo, ese "no lugar" o zona gris ubicada entre el Paraíso y el Infierno, adonde según una tradición teológica difundida durante muchos siglos iban a parar las almas de los niños fallecidos sin bautizar y también de aquellas personas (incluso las de vida virtuosa, como los profetas bíblicos) que habían muerto antes de la resurrección de Cristo.