“El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él”.
— Juan 3:36
Las horas de mayor soledad que alguien jamás pudo experimentar sobre la tierra, fueron las horas que pasó el Señor Jesús en el Calvario. Aparte de ser Hijo de Dios, también era un hombre cuando murió en la Cruz. Pero... ¿Por qué fueron las horas en el Calvario el tiempo de mayor soledad? Esta pregunta parece fácil de responder, especialmente cuando la gran mayoría de las personas saben mucho sobre el Calvario y la muerte del Cordero de Dios. Sin embargo, nunca podremos responder plenamente, porque somos incapaces de entender lo que el Señor Jesucristo realmente experimentó allí.
En nuestro mundo se oye hablar mucho de la Virgen María. Hay ciertos desacuerdos en cuanto a quién es ella y cómo debemos estimarla.
La base de nuestra creencia tiene que ser la Biblia. Por eso este escrito va a mostrar de la Biblia quién es María, dónde está, y cómo debemos pensar de ella.
El Apóstol Pablo dice: “E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria” (1 Ti. 3:16). ¡Qué misterio tan maravilloso el de la encarnación! Cuán asombroso, pero al mismo tiempo esencial para nuestra salvación, que Dios, tal como anticiparon los profetas del Antiguo Testamento, pudiera hacerse hombre:
Conclusión. El verdadero Jesús: Encontrado
No hace mucho tiempo, Craig A Evans decidió que ya había sido suficiente. Con santa indignación, se determino a poner en evidencia a toda esa erudición que con falta de prolijidad ha confundido al público, dibujan do cuadros distorsionados de Jesús en años recientes.
"Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí..." (Ga. 2:20). Existe en el mundo secular personas que están en contra del Cristianismo y quienes estarían felices si pudieran eliminar todas las exhibiciones públicas de la cruz. Sin embargo todavía se ve en la cima de decenas de miles de templos y en las procesiones religiosas, muy a menudo hechas de oro y hasta llenas de piedras preciosas. Más frecuentemente, sin embargo, la cruz se muestra como joyería popular colgando alrededor del cuello o colgando de las orejas. Uno se pregunta ¿por qué extraño fenómeno esta cruz manchada de sangre, la cual es un áspero símbolo de tormento en la cual Cristo sufrió y murió por nuestros pecados se haya convertido en un objeto tan casual, tan informal y tan incidental?
TERCER HECHO: LA CONVERSIÓN DE PABLO, EL PERSEGUIDOR DE LA IGLESIA
-Sabemos por diversas fuentes que Pablo (entonces conocido como Saulo de Tarso) era un enemigo de la iglesia y que se había entregado a perseguir a los fieles -continuó diciendo Licona-. Pero Pablo mismo dice que él se convirtió en un seguidor de Jesús debido a que se encontró personalmente con el Jesús resucitado (Ver 1° Corintios 9:1 y 15:8; Hechos 9:22 y 26). Así que la resurrección de Jesús es atestiguada por alguien que fue tanto un amigo como un enemigo, lo que resulta muy significativo.
PRIMER HECHO: JESÚS FUE MUERTO A TRAVÉS DE UNA CRUCIFIXIÓN
Ya describí la evidencia presentada por Licona para apoyar este primer hecho en el capítulo anterior, la que incluye múltiples fuentes del Nuevo Testamento y cinco fuentes no cristianas.
-Observe, Lee, que este primer hecho resulta tan sólido como cualquier otro de la historia antigua -me dijo Licona-. El consenso de los eruditos es absolutamente abrumador, aun entre aquellos que son escépticos con respecto a la resurrección».
¿Las historias de su resurrección han sido fabricadas?
Se trataba de una rara oportunidad: allí estaba yo, sentado frente al fundador de Play boy, Hugh Hefner, en su opulenta mansión de Los Ángeles, analizando cuestiones espirituales para un programa de televisión que yo conducía. Hefner, vestido con uno de sus pijamas clásicos y una bata de seda, profesaba tener mínimas creencias en Dios, con palabras como
«el comienzo de todas las cosa» y «el gran desconocido». Pero del Dios del cristianismo, dijo: «es algo demasiado infantil para mí».
Tomé mi copia del Corán.
-Usted dice que Jesús murió crucificado, pero los musulmanes creen que Jesús en realidad nunca murió en la cruz -le dije a Licona. Busqué el cuarto sura, y leí en voz alta los versículos 157-158: