Todas las órdenes ejecutivas de Trump se revertirán de la noche a la mañana.
Se volverá a promover y aún con mayor intensidad el aborto. Se ampliará la legislación para que nadie se atreva a hablar en contra de los homosexuales y las perversiones sexuales. Abandonarán a Israel. Se impondrán más restricciones a los cristianos y la Corte Suprema protegerá aún más al paganismo y secularismo.
La advertencia en la Epístola a los Romanos
El pastor David Reagan está convencido que el capítulo 1 de la epístola a los Romanos, expone bien claro que el destino de esta nación está sellado, y en realidad eso mismo es lo que declara la Escritura: “Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios” (Romanos 1:18–22).
Así es, ese es exactamente el punto en que se encuentra la historia de esta nación. Practicaron la impiedad cuando expulsaron a Dios de sus escuelas, y de todos los aspectos de la vida pública. La injusticia con el asesinato diario de bebés.
Suprimieron la verdad del origen del universo y de la vida. Están adorando la creación en lugar del Creador.
La epístola a los Romanos declara que Dios responde a este tipo de rebelión contra Él y su Palabra retrocediendo y bajando el cerco de protección que pone alrededor de las naciones, permitiendo que el mal se multiplique. Y los resultados han sido
1 - Una revolución sexual - que se desató en la nación en la década de 1960. “Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén” (Romanos 1:24–25).
2. La plaga de la homosexualidad - que siguió en los años 80 y 90. “Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío” (Romanos 1:26–27).
¿Qué mayor depravación de mente se podía esperar de una nación que legalizó por decreto de la Corte Suprema, los matrimonios entre personas del mismo sexo? ¡Dios debió haberse lamentado en ese momento! ¡Especialmente cuando el señor Obama tuvo la audacia de iluminar la Casa Blanca con las luces que representan el movimiento que apoya todas las perversiones sexuales. ¡Qué espectáculo más depravado y sórdido!
El doctor Reagan declara: “No me cabe duda que el 26 de junio del 2015 firmamos nuestra sentencia de muerte, cuando nuestra Corte Suprema de Justicia expidió esta despreciable e impía decisión”.
Pero Estados Unidos no está solo, permítannos mencionarle a continuación los países en los cuales se realiza por decreto de sus gobiernos, el matrimonio entre personas del mismo sexo: Argentina, Australia, Austria, Bélgica, Brasil, Canadá, Colombia, Costa Rica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Islandia, Irlanda, Luxemburgo, Malta, México: en 12 estados, Netherlands, Nueva Zelanda, Noruega, Portugal, Sur África, España, Suecia, Taiwán, Reino Unido, y Uruguay. Es reconocido en Israel, en 5 estados de México y Bermuda.
Europa ha rechazado el cristianismo, y los cristianos son perseguidos y asesinados alrededor del mundo. El planeta entero es como una bomba de tiempo cuyo reloj continúa con su acompasado tic-tac hacia la destrucción. Y lo más triste es que la mayoría personas continúan sus vidas normalmente, como si nada estuviera pasando, sin tener en cuenta el hecho, de que la ira de Dios se cierne sobre todos nosotros y que en cualquier momento puede desatarse.
Pero, entonces... ¿Hay esperanza para Estados Unidos? Según el consenso de los mejores expositores cristianos evangélicos de esa nación, no hay mucha. Sin embargo, eso no debe causar desesperación entre el pueblo cristiano por varias razones.
Primero, todo lo que estamos experimentando es el cumplimiento de las profecías finales. Los profetas bíblicos, incluyendo al propio Señor Jesucristo, todos profetizaron que en los últimos días la sociedad se desintegraría en violencia e inmoralidad - que el tiempo sería tan malo, como lo fueran en los días de Noé, y que las personas estarían haciendo negocios y viviendo una vida normal.
Eso es exactamente lo que estamos viendo hoy, lo cual además indica, que los mismos proclaman el pronto retorno del Señor Jesucristo. Fue por esta razón que el gran pastor Adrián Rogers, dijo en una ocasión: “El mundo se está tornando gloriosamente oscuro”. O, como le gusta decir a la hermana Jan Markell, anfitriona del programa radial Entendiendo los Tiempos: “El mundo no se está haciendo añicos, sino que más bien todas las piezas se están colocando en su lugar”.
La segunda razón por la que no debemos desesperarnos es porque hay una esperanza individual, para todos aquellos de nosotros que somos creyentes en Dios, quien nos ha prometido que nunca nos abandonará.
Una tercera razón por la que no debemos desesperarnos es por lo que Dios está haciendo en el Cielo en este momento. La Biblia dice en el Salmo 2 que mientras todos los líderes políticos del mundo conspiran contra Él, Su Palabra y Su Hijo, nuestro Creador está sentado en su trono y ríe, pero no lo hace porque no le importe ¡No! ¡No se equivoque! Se ríe porque sólo Él posee la sabiduría y el poder para revertir todo lo malo de la humanidad y de Satanás, y hacer que triunfe su voluntad en la historia.
Y no olvidemos, tenemos una cuarta razón para tener confianza: La increíble esperanza del Rapto. Hay esperanza para todos los creyentes, porque conforme las tinieblas aumentan, la luz de Jesús brillará más radiante, como un diamante sobre un paño negro, y más y más personas se acercarán a Él y serán salvas.
Mientras tanto, conforme la oscuridad se acrecenta, esos de nosotros que somos creyentes, sirvamos como la sal y la luz de este mundo, permaneciendo fieles a Dios y a su Palabra, y rehusando ceder a las demandas de una sociedad pagana y corrupta, a pesar del costo que tengamos que pagar.
Debemos ser faros de luz, señalándole a las personas al Dios de Esperanza, mientras los urgimos a que depositen toda su confianza en Jesús - el Hijo de Dios, Rey de reyes y Señor de señores, quien retornará pronto.
“Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo” (Romanos 8:22–23).