Desde que el director de Radio América, Pastor José Holowaty iniciara el ministerio de Profecías Bíblicas a través de la Southwest Radio Church en 1978, la pregunta número uno en las conferencias proféticas siempre era: “¿En qué libro de la Biblia se menciona a Estados Unidos en la profecía bíblica?”. Los terribles acontecimientos ocurridos el 11 de septiembre de 2001, intensificaron la importancia y frecuencia de esta pregunta, y eso es ciertamente comprensible, porque la Biblia está colmada de profecías acerca de las naciones.
Por ejemplo, Isaías profetizó sobre los destinos de Asiria, Babilonia, Moab, Siria, Etiopía, Edom, Arabia, Tiro y Egipto. Jeremías cubrió las mismas naciones, añadiendo Filistea, Cedar, Hazor, Elam y Amón.
Casi todos los profetas hebreos hablaron sobre Israel y Judá, o ambos, y muchas de sus profecías se referían al destino de Jerusalén. Daniel se centró en los imperios mundiales, y en el proceso escribió la historia mucho antes que la mayoría de los historiadores registraran estos hechos aún después de ocurridos.
Daniel y muchos de los otros profetas también hablaron sobre la configuración de las naciones que existirían en el fin de los tiempos, justo antes del regreso del Mesías. Ellos predijeron:
- El resurgimiento del Imperio Romano en Europa.
- El restablecimiento del estado de Israel.
- Israel asediado por las naciones árabes vecinas.
- Israel amenazado por Rusia y sus aliados.
- Y las naciones en el Lejano Oriente capaces de reclutar un ejército de 200 millones y enviarlo contra el Medio Oriente.
Pero... ¿En qué libro de la Biblia se menciona a Estados Unidos en la profecía bíblica? ¿Cómo pudieron los profetas pasar por alto a esta gran nación? Lo que hace que esta pregunta sea aún más desconcertante, es que las señales de los tiempos indican que estamos en el umbral de la Tribulación, ¡y que Estados Unidos es la superpotencia dominante del mundo! Entonces... ¿cómo puede la Biblia dejar de mencionarlos?
La búsqueda de Estados Unidos por los eruditos en profecía ha sido extensa e intensiva. También muy imaginativa. En el siglo XIX, uno de los textos favoritos propugnados por los expertos en profecía, era este de Isaías en donde el profeta dice: “En aquel tiempo será traída ofrenda a Jehová de los ejércitos, del pueblo de elevada estatura y tez brillante, del pueblo temible desde su principio y después, gente fuerte y conquistadora, cuya tierra es surcada por ríos, al lugar del nombre de Jehová de los ejércitos, al monte de Sion” (Isaías 18:7).
Ellos supusieron que este pueblo de elevada estatura y tez brillante eran los norteamericanos, y el río, el Misisipi, pero el problema radica en que el capítulo comienza identificando específicamente a la nación de la que está hablando, y se trata de Cus, el moderno Sudán, y el río al que se refiere es obviamente el Nilo. Además el entero escenario del capítulo tiene lugar durante el reinado milenial del Mesías.
A mediados del siglo veinte, el lugar más popular para encontrar esta nación en la profecía, cambió a los capítulos 38 y 39 de Ezequiel en donde se describen la batalla de Gog y Magog. Esta es una invasión masiva a Israel comandada por Rusia y sus aliados, todos los cuales son países modernos musulmanes.
Ezequiel 38:13 declara que cuando tenga lugar la invasión de Rusia a Israel en los últimos días, “Sabá y Dedán, y los mercaderes de Tarsis y todos sus príncipes, te dirán: ¿Has venido a arrebatar despojos? ¿Has reunido tu multitud para tomar botín, para quitar plata y oro, para tomar ganados y posesiones, para tomar grandes despojos?”.
Los eruditos en profecía en ese tiempo conjeturaron, que Sabá y Dedán podían ser Arabia Saudita y Kuwait, los mercaderes de Tarsis fueron identificados como Gran Bretaña, y sus príncipes como las colonias de Inglaterra en donde se habla inglés, incluyendo Estados Unidos.
Más tarde, a finales del siglo veinte, la identificación de Tarsis cambió a España. Para compensar esto, los defensores de esta teoría simplemente señalaron que Cristóbal Colón zarpó desde España y que por lo tanto como él descubrió América, esto convertía a Estados Unidos en uno de los príncipes de España. Nosotros pensamos, que todas estas especulaciones e intentos fallidos, se debieron a la desesperación de los estudiosos de las profecías con el paso de los años, por tratar de descubrir la identidad de Estados Unidos en la profecía bíblica.
Una de las últimas hipótesis que ha comenzado a circular en nuestros días, basada en supuestas pruebas científicas, antropológicas, y metalúrgicas, es que la evidencia señala a la isla italiana de Cerdeña como el lugar de los mercaderes de Tarsis. Cerdeña es la segunda isla más grande en el Mediterráneo, después de Sicilia. ¡Pero nos cuesta creer que alguien sea tan osado para afirmar que Estados Unidos es uno de los príncipes de Cerdeña!
Eso nos lleva a lo que nosotros consideramos como otra de las identificaciones fantasiosas y absurdas de esta nación, en la profecía bíblica. Se encuentra en Apocalipsis 12:14 y dice: “Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo”. Esta profecía establece que cuando el Anticristo intente aniquilar a los judíos en la segunda mitad de la tribulación, los judíos en Israel huirán sobre “las dos alas de la gran águila”.
Algunos estudiosos han concebido la idea, de que Estados Unidos, cuyo símbolo nacional es el águila, proveerá en esos últimos días transportación área para salvar el remanente judío.
Pero tengamos bien presente que la Biblia es su propio intérprete y cuando examinamos la frase “las dos alas de la gran águila”, descubrimos que fue la misma que se usó en Éxodo 19:4 para describir cómo Dios Jehová sacó a los israelitas de Egipto: “Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí”.
Es la misma imagen que encontramos en Deuteronomio 32:11 en donde se habla de la forma cómo protegió Dios a Israel en el desierto. “Como el águila que excita su nidada, revolotea sobre sus pollos, extiende sus alas, los toma, los lleva sobre sus plumas”.
Cuando en la Biblia se menciona al águila en el capítulo 12 de Apocalipsis, no se está refiriendo a Estados Unidos, sino a Dios. Lo que dice el pasaje es que Él mismo, en forma sobrenatural va a proteger al pueblo judío cuando ellos estén huyendo de la furia del Anticristo en medio de la tribulación