La espiritualidad contemplativa es un elemento vital de la Iglesia Emergente. De hecho, el viento es para un bote de vela, lo que la plegaria contemplativa es para la Iglesia Emergente. Sin ella, no hay impulso, está entrelazada en la propia estructura del ambiente de la Iglesia Emergente. A fin de entender por qué esto es tan importante, primero es necesario comprender las dinámicas de la espiritualidad contemplativa. Marilyn Norquist Gustin, una de las proponentes, la define así en la página 29 de su libro Una jornada interior: «Para ayudar a la mente a permanecer callada, podemos seguir nuestra respiración. O podemos repetir silenciosamente una oración escogida, frase o palabra».
Eso podría parecer beneficioso a primera vista, quedarnos silenciosos en medio de un mundo ocupado y ajetreado. ¿Cuál cristiano no desea encontrar paz y descanso? Pero examinemos mejor la infraestructura de este tipo de oración y el sistema de creencias que hay detrás de él. Jacquelyn Small una practicante, explica en la página 261 del libro Despertando en tiempo, que esos que aprenden a perfeccionar este tipo de meditación, de hecho pueden entrar en “un trance profundo” muy parecido a la condición hipnótica.
La mayoría de cristianos dirán que nunca realizarán una práctica espiritual que los lleve hasta un trance hipnótico profundo. Eso es sólo para los de la Nueva Era, ¿cierto? Pero tal vez le sorprenda a muchos saber que este estado meditativo (logrado, o por repetir una palabra o frase, o por concentrase en la respiración o en un objeto) se ha atrincherado entre las principales corrientes cristianas. Diciendo a menudo, que van a mantenerse en silencio o al lugar sagrado, los de la Nueva Era y los monjes católicos han enseñado la práctica desde hace tiempo. Thomas Keating, un monje católico, dice esto acerca de la plegaria contemplativa y el silencio: «La oración contemplativa no es tanto la ausencia de pensamientos, como una separación de ellos. Es la apertura de la mente y corazón, cuerpo y emociones (nuestro entero ser) hacia Dios, el Misterio Final, más allá de las palabras, pensamientos y emociones». Cuando Keating habla de “silencio interior”, está diferenciando entre soledad o silencio exterior (como por ejemplo, estar sentado junto a un riachuelo y apagar el teléfono, la radio, etc.) y una quietud interior al permanecer inmóvil con la mente en silencio. Ray Yungen, un crítico contemplativo dice en la página 15 del libro Un tiempo para partir, que permanecer inmóvil con la mente en silencio es como “ponerse en el equivalente a una pausa o neutral”. Mientras el silencio exterior es legítimo, el interior, el silencio de la mente no lo es. A fin de tener este “silencio interior”, la mente debe estar libre de pensamientos y distracciones, y esto sólo puede lograrse por medio de la práctica repetitiva que conlleva a un estado hipnótico.
Para poder comprender esto más plenamente, vamos a examinar la historia de la plegaria contemplativa. Los padres del desierto de los primeros siglos de la iglesia la practicaron inicialmente. Un ex miembro de la Nueva Era sugiere de dónde estos místicos del desierto adoptaron la práctica. Dice Brian Flynn en la página 137 de su libro Corriendo contra el viento: «Tal vez los Padres del Desierto o estuvieron en contacto con alguien del oriente que compartió estas prácticas con ellos, o quizás las descubrieron accidentalmente».
La práctica ha permanecido oscura por muchos siglos y nunca se convirtió en predominante hasta hace sólo unas pocas décadas, cuando un monje católico llamado Thomas Merton la llevó a los conventos y los monasterios y se la presentó a una audiencia más amplia. El sacerdote y místico católico Henri Nouwen expandió además este interés a los protestantes e incluso en los círculos evangélicos. Otros que han desempeñado un papel vital en la propagación de la plegaria mística fueron Mathew Fox, Basil Pennington y Thomas Keating. Sólo el libro de Pennington, La oración centrada, vendió más de un millón de copias.
El papa Juan Pablo II también mostró interés en su práctica y fomentó su uso. Dice Carol Zimmermann, citando al papa Juan Pablo II en un artículo publicado el 24 de octubre de 2002, por Catholics News Service, titulado «Los sacerdotes dicen que los nuevos misterios del rosario son una buena adición», «Que el papa Juan Pablo II ha urgido a las personas a que recen, especialmente un tipo de oración contemplativa».
El Concilio Vaticano Segundo validó la plegaria contemplativa tal como es evidente por la siguiente declaración tomada de una fuente católica titulada San Juan de la Cruz en contemplación: «(El Concilio Vaticano Segundo) le dio tanto a las personas religiosas como a los laicos, un nuevo sentido de libertad y un deseo por renovación espiritual... La oración centrada y los grupos de meditación que siguen las enseñanzas de John Main han ayudado a introducir a un gran número de cristianos a una vida más profunda de oración». Un movimiento místico de oración apoyado y de hecho iniciado por monjes católicos (y aceptado por el liderazgo católico), debería alarmar a cualquier cristiano con discernimiento. El poner en blanco la mente para llegar a un estado meditativo ha sido practicado por mucho tiempo como un medio para ponerse en contacto con el mundo de los espíritus. Mientras es común en la religión oriental, es ajeno a la Escritura; cualquier referencia en la Biblia a repetir un mantra o autoinducirse a estados alterados de la conciencia, es de condenación, tal como esta Escritura que dice: “Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos”(Mt. 6:7).
En el siguiente artículo, documentaré la unión que existe entre el misticismo y la Iglesia Emergente, pero por ahora procederemos a examinar la espiritualidad contemplativa, la cual creo tiene sus raíces en lo que la Biblia llama adivinación: “No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti”(Dt. 18:10-12).
Thomas Merton - Dios en todos
Thomas Merton fue un monje trapense reconocido mundialmente quien vivió en la Abadía de Getsemaní en Kentucky, desde 1941 hasta que murió en 1968. Dicen Rob Baker y Gray Henry en la página 69 de su libro Merton y el sufismo, que su interés en el misticismo lo condujo hacia una jornada que finalmente le hizo decir: «Estoy profundamente impresionado con el sufismo» y también lo siguiente en la página 41:«Asia, el zen, el islam, etc., todas estas cosas están juntas en mi vida. Sería una locura para mí intentar crear una vida monástica excluyendo todo esto. Sería menos que un monje».
Merton dijo estas cosas, porque llegó a apreciar el elemento místico que tenían estas religiones, en particular el budismo. En un punto de su vida, pensó que debía abandonar el cristianismo para convertirse en un místico verdadero. Dice Henri Nouwen, en la página 28 de su libroThomas Merton, Crítica contemplativa, que cuando Merton conoció a un maestro hindú llamado el doctor Bramachari, Bramachari “dejó una profunda influencia en Thomas Merton” y que tuvo “gran respeto y profunda reverencia” por él. Leemos en la página 29, que Bramachari le dijo a Merton que podía encontrar este mismo misticismo dentro de los confines de los místicos cristianos. William Shannon declara en la página 276 de su libro Lámpara silenciosa, que Merton descubrió que si “se abría al budismo, al hinduismo y esas grandiosas tradiciones místicas del Asia” podría incorporarlas en su propia tradición cristiana.
Debido a la influencia de Bramachari, Merton llegó a creer, que el reino que se lograba alcanzar durante la meditación es el mismo, no importa cuál sea su religión. Por lo tanto la pregunta es, ¿qué es exactamente lo que se logra? Si las personas de estas religiones diferentes están alcanzando a Dios durante la meditación, entonces el evangelio de Jesucristo no es necesario. Y si ese es el caso, entonces la Escritura no es verdad cuando dice: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo”(1 Ti. 2:5, 6).
La premisa subyacente de la espiritualidad contemplativa es la creencia de que Dios está en todas las cosas y en todas las personas, virtualmente en toda la creación. Esa es la creencia fundamental del panteísmo. Cuando se estudia a Thomas Merton, llega a ser aparente que él creía esto. Dice en las páginas 157 y 158 de su libro Conjeturas de un espectador culpable: «Es un destino glorioso ser un miembro de la raza humana... Si sólo las personas pudieran verse a sí mismas como realmente son... Supongo que el gran problema sería que se postrarían en adoración los unos por los otros... En el centro de nuestro ser está un punto de inexistencia completa el cual no es tocado por el pecado ni por las ilusiones, un punto de verdad pura... Este pequeño punto... es la gloria pura de Dios en nosotros. Está en todos».
De tal manera que como todas las cosas están conectadas con Dios, y como usted puede alcanzar a Dios (o a la divinidad) en estado de meditación, está conectado a todas las cosas. No se necesita ser un erudito bíblico para ver el error en la teología de Merton. A Merton se le ha acreditado con redescubrir la plegaria contemplativa. Si él deseaba convertirse en un buen budista, y no vio contradicción entre el budismo y el cristianismo, ¿acaso no debería ser una advertencia para esos que creen que la plegaria contemplativa es como una línea telefónica directa de oración con Dios?
La celebración de la disciplina
Uno de los más influyentes y reconocidos cristianos evangélicos que apoya la plegaria contemplativa es Richard Foster, autor del libro La celebración de la disciplina, el que se convirtió en un best-seller y fue altamente aclamado. Se publicó primeramente en 1978, pero todavía es muy popular hoy. De acuerdo con estadísticas llevadas a cabo por Barclay Press, ha vendido más de dos millones de copias, y la revistaChristianity Today de octubre de 2006, lo mencionó en el décimo primer lugar de “Los 50 libros más importantes que han moldeado a los evangélicos”. Muchos seminarios y universidades cristianas lo usan en sus clases, e incontables ministerios y organizaciones lo promueven. En La celebración de la disciplina, Foster expresa su apoyo por la plegaria contemplativa cuando dice en la página 13: «Todos deberíamos participar como aprendices sin avergonzarnos en la plegaria contemplativa». En la contraportada del libro, Foster recomienda a los lectores un libro de Tilden Edwards. Su recomendación es de hecho bien reveladora. Edwards, fundador del Instituto Shalem en Washington, DC, dice en la página 18 de su libro Amistad espiritual, que la plegaria contemplativa es lo que une las religiones orientales con el cristianismo. Edwards se refiere al misticismo cuando habla en la página 19 de este puente entre los dos: «El impacto más popular del oriente en el occidente a través de la meditación trascendental, hatha yoga, las artes marciales y por medio de muchos cursos disponibles sobre religiones orientales en las universidades, ha contribuido al redescubrimiento reciente de la tradición mística del cristianismo apofático». Como Edwards, Foster también adoptó este puente entre el oriente y el occidente. Tal vez la mayor evidencia de esto es que Foster se convirtió en seguidor de Thomas Merton. En Devotos clásicos, el libro de Foster y James Bryan Smith, están compilados los escritos de 52 personas, de los cuales la mitad son místicos. En la página 61, Foster defiende a Merton, diciendo que incluso en su intento de «tender un puente entre la espiritualidad de oriente y occidente, Merton nunca abandonó su creencia en la importancia de una relación con Dios por medio de Jesucristo». Lo que Foster no entiende o no dice, es que Merton fue convencido por Bramachari de que no tenía que abandonar una para tener la otra. Eso es, porque ellos creían que todos los senderos conducen a Dios. No obstante, la admiración de Foster por Merton es obvia. En la página 66 deDevotos clásicos, Foster dice de Merton: «Estoy constantemente complacido de cuán apropiados son los escritos de Merton para el mundo no monástico en el cual vivimos la mayoría de nosotros. La guía que proporciona en oración meditativa es práctica y ‘de tamaño pequeño’».
En la página 17 del libro Clásicos espirituales dicen Richard Foster y Emile Griffin, que la contribución de Merton a la espiritualidad del día moderno podría sobrepasar a la de cualquier otro y que incluso “los maestros de zen de Asia” lo vieron como una autoridad en oración meditativa. Foster reconoció la esperanza de Merton “de hacer el don de la contemplación más accesible a todos”.
¿Por qué alguien que asegura ser cristiano, como dice Foster, después de leer y entender la posición de Merton sobre la religión oriental, promueve sus ideas? Foster sabe que la clase de oración por la que Merton aboga, es diferente a la plegaria bíblica. Admite que la plegaria de Merton es igual a esas de los maestros de zen y los monjes budistas. Pese a todo, dijo en la página 61: «Merton continúa inspirando a un número incontable de hombres y mujeres».
El hecho que Foster le hace eco a la espiritualidad de los místicos puede también verse en su libro de compañía Clásicos espirituales, en donde una vez más ha compilado más de cincuenta escritores devotos. Sin embargo, al examinar a estos escritores, uno nota que están incluidos una lista de místicos como Merton, Henri Nouwen, Julián de Norwich, Richard Rolle e Ignacio de Loyola. Cuando Foster le declaró a los lectores enLa celebración de la disciplina, que la plegaria contemplativa era para todos, se estaba refiriendo a la plegaria de estos místicos. El investigador analista Ray Yungen dice en la página 74 de su libro Un tiempo para partir: «Foster abiertamente cita a Merton en las virtudes y beneficios de la plegaria contemplativa aplicando el punto de vista de que a través de ella, Dios ‘ofrece comprensión y luz, que son como nada que usted haya encontrado jamás en los libros o escuchado en sermones’. Sin embargo, cuando uno cava más profundo y descubre qué es exactamente esta ‘comprensión’, arroja una luz muy sospechosa sobre el juicio de Foster». Foster tiene una historia consistente de referirse favorablemente a los místicos como a esos a quienes debemos admirar. Dice Paul T. Harris enEnseñanza silenciosa: Que uno de ellos, John Main, un monje benedictino, fue conocido por “el camino del mantra”. En la página 155 deClásicos espirituales, Foster afirma que Main «comprendió bien el valor tanto del silencio, como de la soledad» y que “volvió a descubrir la meditación” del “lejano oriente”, creyendo que “el silencio es un sendero hacia la realidad del universo”. Sin embargo, esta realidad de que habla, es un estado alterado adquirido a través de la meditación. Clásicos espirituales dedica una sección a Main y ofrece una lista de otros libros que recomienda Main, ciertamente una buena dosis contemplativa para el lector que acepte el consejo de Foster.
Main explica así su “camino del mantra”: «Escuche al mantra mientras lo repite, con delicadeza, pero continuamente... Si llegan pensamientos o imágenes, éstas son distracciones en el tiempo de meditación, así que simplemente regrese diciendo su palabra. Sencillamente ignórelas y la forma de ignorarlas es repitiendo su mantra. Regrese con fidelidad a la meditación cada mañana y tarde, entre veinte y treinta minutos».
Cuando Foster dice que Main entiende el valor de la plegaria contemplativa, está hablando como uno que por sí mismo ve valor en ello, de otra forma no habría dicho eso. Es claro que Foster comparte una adherencia mutua al silencio interior buscado por los místicos. Pese a todo, muchos ven a Foster como un maestro digno de confianza de la doctrina cristiana evangélica para la formación espiritual.
Enamorado del misticismo
Henri Nouwen fue probablemente incluso más influyente que Richard Foster, en su papel por traer la espiritualidad contemplativa a la corriente principal del cristianismo. Nouwen estaba enamorado de ambos, de Merton y del misticismo. Sus libros, tanto En el nombre de Jesús, como El camino del corazón, los cuales demuestran claramente las simpatías de Nouwen por la contemplación, los usan en incontables seminarios y universidades cristianas, y reciben el apoyo o son citados frecuentemente por líderes evangélicos. Uno de estos es Rick Warren, quien dice que su esposa Kay, recomienda En el nombre de Jesús. A Kay Warren le encanta tanto el libro que dijo: «He subrayado casi todas las palabras». Warren comparte la admiración de su esposa por Nouwen, como puede verse en su página de internet, en la cual hay varias referencias positivas a él.
Nouwen dedica un capítulo entero en ese libro a la plegaria contemplativa, y dice en las páginas 31 y 32 que los líderes del futuro deben moverse de lo moral hacia lo místico. En la página 64 de, El camino del corazón declara: «La repetición silenciosa de una sola palabra puede ayudarnos a descender con la mente hacia el corazón». Cuando Nouwen se refiere a cosas, como moverse de lo moral a lo místico y de la mente hacia el corazón, suena muy parecido a esos en la reforma emergente que explican que debemos movernos de la teología y doctrina hacia la experiencia.
El día en que Nouwen conoció al místico Andrew Harvey en una conferencia, escribió que había encontrado en Harvey a “un alma amiga”. Nouwen declaró en la página 149 del libro Jornada Sabática que fueron las propensiones místicas de Harvey lo que lo atrajo a él.
Es muy común para esos que practican consistentemente la plegaria contemplativa adoptar finalmente las persuasiones espirituales de oriente. Esto fue evidente en la vida de Nouwen, cuando dijo en la página 51 de Jornada Sabática: «Hoy creo personalmente que mientras Jesús llegó para abrir la puerta en la casa de Dios, todos los seres humanos pueden caminar a través de esa puerta, así sea que sepan o no acerca de Jesús. Hoy lo veo como mi llamado para ayudar al reclamo de cada persona de encontrar su propio camino hacia Dios».
En la página 22 de su libro Aquí y ahora Henri Nouwen escribió: «El Dios que mora en nuestro santuario interior es también el Dios que mora en el santuario interior de cada ser humano».
La lista de esos que han pavimentado el camino para que la plegaria contemplativa entre en la iglesia evangélica es extensa: Merton, Nouwen, Keating y Foster, éstos son ciertamente algunos de los precursores, pero hay muchos otros que siguen sus enseñanzas y comenzaron a predicar esta espiritualidad mística, la cual se ha propagado hasta el punto, en que hoy los autores cristianos que tienen por lo menos algo del elemento contemplativo, son la norma en lugar de ser la excepción. Y eso sin mencionar el abrumador número de autores en el campo de la Iglesia Emergente, casi todos los cuales escriben y enseñan la plegaria universal de Merton.
En este capítulo de Fe destruida, no puedo presentar un discurso completo de cómo el misticismo ha entrado en la iglesia cristiana por medio de la espiritualidad contemplativa (es decir la formación espiritual.) Si no ha leído Un tiempo para partir o Corriendo contra el viento, le animo a que lo haga. Ambos libros muestran hasta qué grado ha entrado la plegaria contemplativa en la iglesia. Sin una buena comprensión de este sistema de creencias, usted no percibirá las señales de apostasía que han invadido súbitamente muchas de las principales denominaciones cristianas hoy.
Formación espiritual y transformación
Dice Richard Foster en una Carta Pastoral titulada “Formación espiritual” con fecha 18 de enero de 2004: «Cuando primero comencé a escribir sobre la materia a finales de la década de los 70 y comienzos de los 80, el término ‘Formación Espiritual’ era casi desconocido, excepto por referencias altamente especializadas con relación a las órdenes católicas. Hoy, es rara la persona que no ha escuchado esa palabra. Los cursos en seminarios sobre Formación Espiritual proliferan como los conejos. Cantidades de personas están buscando ser certificadas como Directores Espirituales para responder al clamor de miles que buscan dirección espiritual».
El alejamiento de la verdad de Dios hacia una forma mística de cristianismo, se ha infiltrado hasta cierto grado en casi todas las denominaciones evangélicas. Pocos maestros de la Biblia vieron la llegada de esta avalancha. Ahora que ya está en camino, la mayoría ni siquiera se ha dado cuenta de que incluso ha ocurrido.
La mejor forma para entender este proceso es recordar lo que ocurrió durante la edad del oscurantismo cuando la Biblia se convirtió en el libro prohibido. Las multitudes estuvieron en la oscuridad hasta que los reformadores tradujeron la Biblia en el lenguaje común de las personas. Cuando la luz de la Palabra de Dios estuvo disponible, el evangelio fue comprendido una vez más.
Creo que la historia está volviendo a repetirse. Conforme la Palabra de Dios llega a ser menos importante, el aumento en las experiencias místicas se intensifica, y se presentan estas experiencias para convencer a los confiados, de que el cristianismo es sentir, tocar, oler y ver a Dios. La predisposición posmoderna es el medio perfecto para fomentar la formación espiritual. Este término sugiere que hay varias formas y medios para acercarse íntimamente a Dios y para imitarlo. De esta manera, la idea es, que si usted realiza ciertas prácticas puede parecerse más a Jesús. Los proponentes de la formación espiritual erróneamente enseñan que cualquiera puede practicar los rituales místicos y encontrar a Dios en su interior. Que tener una relación con el Señor Jesucristo no es un prerrequisito. En un DVD titulado Sea la sal, el cual promueve la plegaria contemplativa, Richard Foster dice que la plegaria contemplativa era para cualquiera, y que por practicarla uno se convierte en un “santuario portátil” para “la presencia de Dios”.
En lugar de tener al Señor Jesucristo y al Espíritu Santo morando en el interior, la formación espiritual a través de las disciplinas espirituales supuestamente transforma a quien las busca, haciendo que entre en un estado alterado de la conciencia.
El movimiento de la formación espiritual es ampliamente promovido en universidades y seminarios como la última y grandiosa forma de convertirse en un líder espiritual. Enseña a las personas que así es como pueden tener intimidad con Dios y verdaderamente escuchar su voz. Incluso líderes cristianos con una reputación de enseñar por largo tiempo la Palabra de Dios parecen estar sucumbiendo. Al hacerlo, muchos líderes cristianos están jugando frívolamente con fuego, y el resultado será que miles, probablemente millones terminarán quemándose.
El quedarse en silencio no es lo que transforma la vida de una persona. Es cuando se acepta a Jesucristo como Señor y se le permite que nos cambie, así es como ocurre la transformación: “Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él; si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro”(Col. 1:21-23).
Somos reconciliados con Dios sólo por medio de su “muerte” (la expiación por el pecado,) y somos presentados “santos, sin mancha e irreprochables” cuando le pertenecemos a Él por medio del nuevo nacimiento. No tiene nada que ver con obras, rituales, o experiencias místicas. Es la vida de Cristo en el creyente convertido lo que lo transforma.
Un cristianismo de la Nueva Era
El tiempo tiene su forma de llevar a cabo el cambio. El adoctrinamiento gradual tiene lugar con el tiempo y finalmente lleva a cabo un cambio significativo. Desafortunadamente, le ha ocurrido también al cristianismo. Para esos de nosotros que hemos vivido en este planeta por medio siglo o más, los cambios que hemos experimentado son fenomenales. Por eso nos preguntamos cómo nuestro mundo pudo haber cambiado tanto sin que muchos lo noten.
Yo me convertí en cristiano a finales de la década de los 70. Y esto fue como una luz que alumbra una habitación a oscuras. Pude ver la realidad por primera vez. Como incrédulo había estado encerrado en un mundo de materialismo, evolución y secularismo. Cuando la gracia de Dios me atrajo hacia su Palabra, experimenté un despertar espiritual. Desde el momento de mi conversión, fui capaz de ver el plan de Dios para salvar a la humanidad, en contraste con el plan de Satanás para engañar al mundo.
A principios de la década de los 80, me advertí del cambio arrasador en la forma de pensar del mundo occidental. Las prácticas religiosas paganas del pasado, que en un tiempo relegaron al mundo a las tinieblas, estaban ahora siendo adoptadas como la forma y medios para introducirnos en una edad de iluminación, que en lugar de ser física, era metafísica. En lugar de creer en Dios, las personas estaban siguiendo a hombres que decían que somos dioses. En lugar de adorar al único Dios verdadero que creó todas las cosas, estaban adorando todo lo que el Creador había hecho. Todo era Dios, e incluso el hombre podía convertirse en Dios. Cada método y terapia inimaginable importada del hinduismo, budismo y cada forma de misticismo oriental de súbito se puso de moda. Se nos dijo que había llegado la edad de la iluminación. Por lo tanto ahora que nos encontramos en el tercer milenio, es interesante mirar retrospectivamente. ¿Qué ocurrió, por qué ocurrió, y qué nos depara el futuro? Esas son preguntas que la Escritura puede responder. Al leer el Antiguo Testamento, emerge un patrón. Que tan pronto los seres humanos se apartan de Dios, terminan por adorar cualquier cosa y todas las cosas como Dios, incluso a ellos mismos. Satanás tiene un plan maestro para apartar a los hombres de su Creador.
Hay muchos versículos que pueden ayudarnos a entender por qué el misticismo oriental está adquiriendo una fortaleza a todo lo ancho del mundo. Preste atención a la advertencia de Dios a Israel por medio del profeta Isaías: “Venid, oh casa de Jacob, y caminaremos a la luz de Jehová. Ciertamente tú has dejado tu pueblo, la casa de Jacob, porque están llenos de costumbres traídas del oriente, y de agoreros, como los filisteos; y pactan con hijos de extranjeros”(Is. 2:5, 6).
La Biblia explica cómo el pueblo escogido de Dios fue atraído hacia las tinieblas en el pasado, al abrazar doctrinas de demonios del “oriente”.
A comienzos de la década de los 80, llegó a ser aparente para mí que la religión oriental era ampliamente promovida en el occidente como algo nuevo. Mientras los del movimiento de la Nueva Era estaban abogando entusiásticamente por el yoga, la meditación, los cristales, los espíritus guías y por repetir mantras como las formas y medios para alcanzar la conciencia global y la iluminación, cristianos profesantes que conozco podían ver la estrategia de Satanás. ¡Ningún creyente bíblico cristiano habría sucumbido jamás a tal engaño!
Al menos así era hace veinticinco años. Hoy cada vez es más común escuchar de iglesias que promueven el yoga cristiano o a líderes cristianos sugiriendo que la mejor forma para realzar la vida de oración es poniéndose a tono con Dios por medio de la repetición de un mantra. Lo que en un tiempo fue descrito como Nueva Era y ocultismo es aceptable ahora en algunos círculos cristianos. ¿Qué ha ocurrido? ¿Ha cambiado Dios su Palabra, o se han apartado los cristianos de ella? ¿O será posible que Satanás ha embaucado a los cristianos y los ha arrullado para que duerman? Cualquiera que se preocupe por hacer la investigación, descubrirá que el yoga y su conexión con la religión oriental siguen siendo la misma. La meta todavía es unirse uno mismo con la energía universal. Un cristiano, si así lo desea puede creer que el yoga es para la salud y el bienestar físico, pero los hechos no han cambiado.
La cosa asombrosa para mí es cuán rápido ha cambiado el cristianismo en un período tan corto de tiempo. ¿Por qué ha ocurrido esto? ¿Tiene esto algo que ver con la destrucción insidiosa de la Palabra de Dios? Los cristianos parece que se han unido de manos con la Nueva Era, y ahora tenemos un cristianismo de la Nueva Era sobre el cual siempre nos ha advertido la Biblia.
El desviarse y apartarse del Dios de la Escritura para seguir a otros dioses es una abominación hacia Él, y será juzgado. No hay un solo versículo en la Biblia que apoye un cristianismo de la nueva era.
Yoga “cristiano”
Un artículo publicado en la revista Christianity Today de mayo de 2005, titulado «Sí al yoga: ¿Puede un cristiano respirar un aire que ha sido ofrecido a los ídolos?”, atrajo mi atención. La autora Agnieszka Tennant comienza diciendo: «Son las 7:45 p.m. en un día de trabajo y por primera vez hoy, conscientemente disminuí mi respiración. Envío el aire bien profundo en mi estómago, haciendo que suba y baje como una ola.
Adentro... afuera... Junto con un grupo de 30 personas... Uso la cadencia acompasada del aire llenando y saliendo de mis pulmones para sosegar mis músculos y coyunturas hacia posturas más atrevidas...
Finalmente, llega mi pose favorita al final de cada sesión de ejercicios, la de un cadáver, durante la cual permanezco acostada y relajo cada músculo». Ahora, tal vez usted se está haciendo la pregunta, ¿por qué Christianity Today publica un artículo promoviendo la religión oriental? Sin embargo, la autora del artículo asegura ser evangélica que ha experimentado el nuevo nacimiento. Ella dice que el yoga la acercó más a Jesús. Éstas son sus propias palabras: «El yoga nunca ha sido una influencia negativa para mí, y no desencadena ningún impulso religioso dañino. Justo la verdad es lo opuesto. Las tres horas por semana que paso haciendo yoga... me acercan más a Cristo».
La mujer ve el yoga como una forma de conectarse con el Espíritu Santo, y la repetición de las inhalaciones y exhalaciones, es esencial, ya que mientras las ejecuta repite «Espíritu Santo, entra. Nada que no sea de Dios, salga. Ven Espíritu Santo. Renueva mi mente. Entra. Salga».
Quienes practican el yoga cristiano a menudo aseguran que no pueden ser engañados, aunque saben qué es el yoga y de dónde proviene. La autora del artículo declara: «Ahora, mi entusiasmo por el yoga no significa que estoy negando sus raíces hindúes... Sé que los yogas acérrimos creen que el yoga es más que ejercicios o técnicas de relajamiento. Para ellos es un ritual religioso. Pero los dioses hindúes no tienen cabida en mi estera. Los puristas del yoga no dirigen clases en los principales gimnasios americanos».
En otras palabras, está bien practicar el yoga si sólo se hace a medias. Pero el problema es que usted no puede desobedecer a Dios sólo a medias, y los demonios lo saben. Por tanto, ¿qué diría Jesús? ¿Puede un cristiano incorporar las prácticas espirituales hindúes a fin de acercarse más al Jesús de la Biblia? Tengo la fuerte sospecha de que los “dioses hindúes” tienen la agenda de presentarle a los practicantes confiados del yoga, un Jesús diferente. El artículo más revelador sobre este tópico proviene de una fuente sorprendente, se titula “No hay yoga cristiano” y es escrito por Yogi Baba Prem, un yoga hindú, un Vedavisharada entrenado en el sistema tradicional de los gurúes. Esto es lo que dijo acerca del yoga cristiano, en un artículo publicado en la internet en octubre de 2006: «Me quedé completamente asombrado al ver en la hoja volante ‘¡Yoga cristiano! Este jueves por la noche...’ Podía sentir los engranajes girando en mi cerebro. ‘Yoga cristiano’» - pensaba. «Ahora, mientras los cristianos pueden practicar el yoga, yo no estoy al tanto de ninguna enseñanza cristiana acerca del yoga. ¡Yoga no es un término judeo cristiano!... Es una palabra hindú, o más correctamente una palabra sánscrita de la civilización védica. Por tanto, ¿de dónde sacamos el ‘yoga cristiano’?... El hinduismo debería reclamar su herencia completa y no permitir que otros grupos le pongan otro nombre a sus enseñanzas sagradas, bajo su estandarte, especialmente cuando ellos no tienen historia de esas enseñanzas dentro de su propio sistema. Si ellos desean ‘tomarlas prestadas’ y decir, esto proviene de nuestros hermanos y hermanas en el hinduismo, entonces ya eso es otra cosa... El hinduismo debe protegerse para que sus tradiciones sagradas no sean distorsionadas y quitadas».
Este yoga hindú resiente que los cristianos se hayan apropiado de prácticas espirituales hindúes y las llamen cristianas. Su resentimiento es comprensible. ¿Cómo no sentiríamos si de súbito apareciera una nueva moda que se llamara comunión hindú? Diríamos: «Comunión es acerca de Jesucristo, cómo es posible que se llame hindú». Cuán trágico es que un gurú hindú vea el problema, mientras los líderes cristianos no. En el 2006, el mismo año en que se publicó este artículo, Thomas Nelson, la mayor casa de publicaciones cristianas, publicó un libro titulado Yoga para cristianos. Y por increíble que parezca, ¡muchos ministerios y organizaciones cristianas están vendiendo el libro en sus librerías!
De la Nueva Era a Jesucristo
Brian Flynn, autor de Corriendo contra el viento, era un médium de la Nueva Era. Hoy viaja alrededor de Estados Unidos hablando sobre su experiencia y advirtiendo a los creyentes acerca de la Nueva Era. Yo conocí a Brian en una conferencia en el 2006 y encontré su historia fascinante y muy relevante. Brian, después de convertirse en cristiano, se alarmó mucho al descubrir que muchas de las prácticas que había hecho como médium estaban siendo utilizadas dentro del cristianismo, disfrazadas como prácticas bíblicas (a menudo referidas como formación espiritual). Cuando Brian trató de advertir acerca de lo que estaba ocurriendo, incluso en la mega iglesia a que asistía en ese tiempo, encontró oposición, lo cual lo alarmó al extremo. Brian explica cómo descubrió el movimiento de la plegaria contemplativa dentro del cristianismo, dice en la página 132 de su libro: «Un día recibí un correo electrónico de un publicador de la costa occidental preguntándome si estaría dispuesto a revisar un libro. Acepté la oferta y cuando recibí el libro, comencé a leer ‘Un tiempo para partir’ por Ray Yungen.
El libro describía un estilo de oración del cual nunca había oído antes llamado ‘plegaria contemplativa’. Conforme continué leyendo me sentí impactado por las similitudes entre el estilo de meditación oriental como la meditación trascendental y esta plegaria contemplativa. El autor escribió el libro porque creía que este estilo de oración se estaba infiltrando en la iglesia. Inicialmente encontré que esto era difícil de creer».
Como cristiano nacido de nuevo, encontró la advertencia de otro cristiano, de que las técnicas de la Nueva Era de las que se había apartado se estaban infiltrando en la iglesia. En principio, pensó que esto debía ser algún grupo marginal y no muy significativo. Más tarde descubrió que los cristianos estaban promoviendo la plegaria contemplativa, usando los mismos métodos de la Nueva Era de la que había escapado. Y continúa diciendo en las páginas 132 y 133: «Cuán impactante fue enterarme de cómo este estilo de oración (la plegaria contemplativa) se había convertido en una práctica normal en muchas iglesias a través de la nación. Pero es incluso más perturbador que los pastores líderes la hayan acogido con beneplácito. ¡Muchos de hecho la estaban defendiendo! Pronto comencé a darme cuenta que muchos pastores tienen poco conocimiento del pensamiento oriental o sus prácticas». Los comentarios de Flynn son exactos. La iglesia cristiana está adoptando las prácticas del estilo hindú. Sin embargo, cuando cristianos preocupados lo hacen notar, se convierten a menudo en motivo de burla, son ridiculizados y considerados divisivos. Este fue el caso con Flynn. Cuando él se dio cuenta que su propia iglesia, la cual por coincidencia era la mega iglesia Wooddale en Minneapolis (la antigua iglesia de Doug Paggit), estaba promoviendo la contemplación, trató de advertir a los líderes. Por varios años, Brian había estado presentando un seminario en Wooddale a los miembros interesados. Pero cuando comenzó a incorporar la advertencia contra la plegaria contemplativa en el seminario, se le dijo que debía hacerle un alto. Y continúa diciendo en las páginas 195 y 196: «Los pastores insistían de que si iba a continuar con mi seminario allí, se me prohibía mencionar nombres, y de hecho, no querían incluso que hiciera alusión a la práctica de la plegaria contemplativa... Me enteré que el libro de Ray Yungen, el cual había sido comprado por la librería de nuestra iglesia, de súbito había sido prohibido de la tienda...
Al cabo de unas pocas semanas, fui llamado a una reunión especial. Esos presentes estaban furiosos conmigo, me explicaron que la política de la iglesia era nunca mencionar nombres... Con todo respeto les dije que me vi obligado a compartir la verdad, que no era capaz de obedecer sus deseos. Fue así, como ese día quedó claro para todos en la habitación que ya no tenía más un lugar en esa iglesia...
Mi reacción inicial a ‘Un tiempo para partir’ fue tibia, ya que no creía que fuera posible que esta práctica tuviera la posibilidad de convertirse en una epidemia. En ese tiempo, ignoraba que no sólo iba a ser promovida en mi propio pueblo natal, sino que se propagaría a través de todas las iglesias americanas».
¡Cuán cierto es esto! La espiritualidad contemplativa literalmente ha tomado a la iglesia por asalto! No obstante, estamos viviendo en un tiempo cuando muchos creen que los cristianos no pueden ser engañados. Y en realidad el tópico del engaño espiritual raras veces se escucha en la mayoría de los púlpitos.
¿Plegaria contemplativa o terror?
Los proponentes de la plegaria contemplativa dicen que el propósito de esta oración es ponerse a tono con Dios y escuchar su voz. Sin embargo, Richard Foster asegura que quienes la practican deben tener cuidado. Admite en la página 13 de su libro Celebración de la disciplina, que en la plegaria contemplativa «debemos entrar profundamente en el reino espiritual» y que algunas veces no es el reino de Dios, aunque es “sobrenatural”. Acepta que hay seres espirituales y que debe decirse de antemano una oración de protección, algo así como que... “Todos los espíritus tenebrosos y perversos deben salir ahora”. Pero... ¿En qué parte de la Escritura encontramos una oración así? ¿Será en la hechicería?
Yo me pregunto si acaso todos estos cristianos que ahora practican la plegaria contemplativa están siguiendo el consejo de Foster. Así lo sigan o no, se han colocado a sí mismos en un camino espiritual dañino. En ningún lugar de la Escritura se nos requiere que expresemos una oración de protección antes de orar. El hecho de que Foster reconozca que la plegaria contemplativa es peligrosa y que le abre la puerta al mundo de los espíritus caídos es muy revelador. ¿Que significa esto, orar al Dios de la Biblia pero en lugar de eso ponerse en contacto con demonios? Tal vez a la plegaria contemplativa debería llamársele mejor terror contemplativo.
Mientras Foster ha dicho en forma repetida que la plegaria contemplativa es para todos, se contradice a sí mismo cuando declara en la página 156 que es sólo para un grupo selecto y no para los “novatos”. Asegura que no todos están listos y equipados para escuchar la voz de Dios a través “del silencio que lo envuelve todo”.
Esto es asombroso. Foster admite que la plegaria contemplativa es peligrosa y que posiblemente lleve al participante hasta los reinos demoníacos, pero deja claro que no todos están listos para practicarla. Mi pregunta es: ¿quién está listo, y cómo saben ellos que está listo? ¿Y qué con respecto a las personas jóvenes en el movimiento de la Iglesia Emergente? ¿Están ellos listos? ¿O van a entrar en un estado alterado de la conciencia completamente ignorantes? Dada la admisión de Foster del peligro, está haciendo un gran daño cuando afirma en la página 13 de Celebración de la disciplina, que «Todos sin avergonzarnos, deberíamos inscribirnos en la escuela de plegaria contemplativa».
La implicación de Foster de que algunas plegarias contemplativas son seguras, es terriblemente errónea. Ninguna plegaria contemplativa es bíblica o segura, incluso hasta los más maduros de los líderes místicos cristianos demostraron ser susceptibles a su influencia demoníaca. Thomas Merton expresó al final de su vida, que deseaba ser el mejor budista que pudiera ser. Henri Nouwen a la conclusión de su vida declaró, que todos los senderos conducen a Dios. Éste fue el fruto espiritual de sus vidas después de años de practicar la oración mística. Al concluir esta parte sobre el misticismo y la espiritualidad contemplativa; la pregunta real es, si el reino del silencio es de Dios o de Satanás, luz o tinieblas. La Biblia nos dice que Satanás es muy mentiroso, y lo que a menudo luce como bueno, no es bueno para nada: “Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras”(2 Co. 11:14, 15).
La palabra ocultismo significa oculto o secreto. Hay dos connotaciones para esto. El primer nivel involucra el empleo de estas mismas prácticas. A lo largo de la historia humana, las técnicas místicas fueron usadas por sólo un pequeño número de personas. Los términos esotérico y arcano se expresan a menudo para significar el hecho, que estas prácticas han estado tradicionalmente encubiertas. Los métodos ocultistas casi siempre emplean el uso de estados alterados de la conciencia, inducidos por la concentración prolongada y la repetición, una práctica que en su mayoría era desconocida para muchos... ¡hasta ahora!
Un segundo, y quizá más importante concepto está de acuerdo, en que detrás del mundo físico yace una realidad oculta, y que podemos interactuar y tener una relación con este reino espiritual oculto. Los practicantes de ocultismo en cada edad y cada país coinciden en que toda la creación está conectada en su totalidad y que Dios está en toda la creación. En otras palabras, todo es Dios. Estas dos definiciones resumen brevemente el ocultismo. El movimiento de la plegaria contemplativa conforma estos dos aspectos del ocultismo al pie de la letra.
Es por esta misma razón que he dedicado un entero capítulo de Fe Destruida a la espiritualidad contemplativa. Las prácticas místicas (la sabiduría arcana), han entrado a la iglesia a través de estos místicos cristianos de la antigüedad y se ha convertido en la fuerza que impulsa a la Iglesia Emergente.