Así que Talebzadeh produjo su propio documental para enderezar la historia. En Jesus,the Spirit of God [Jesús, el Espíritu de Dios], es Judas el que en realidad resulta crucificado luego de que Dios rescata a Jesús en el último momento y lo lleva directamente al cielo. Y dado que Jesús nunca experimentó la muerte, nunca resucitó.
Los cristianos consideran la resurrección de Jesús como una doctrina crucial, dado que creen que confirma su identidad como el único Hijo de Dios. Pero los musulmanes como Talebzadeh, que consideran a Jesús un profeta mortal, están a la cabeza de los que han cuestionado la resurrección más recientemente. Basan sus creencias en el Corán, que dice que Jesús nunca murió en la cruz, y mucho menos resucitó de los muertos. (Ver sura 4:157-158)
Un destacado apologista musulman, Shabir Ally, dijo que se esperaba que el Mesías fuera un ser victorioso y, por lo tanto, «un Mesías crucificado resulta un contrasentido, como un círculo cuadrado».(«Who Is the True Jesus?») En una cinta de vídeo de 2006, Ayman al-Zawahri, el segundo líder de Al Qaeda, instó a todos los cristianos a convertirse al islam, que, según dijo, cree correctamente que Jesús nunca fue muerto, nunca resucitó de los muertos, y no era divino.(Hassan M. Fattah, artículo «In Qaeda Video, Zawahri Condemns Bush and Pope Benedict», New York Times, 30 de septiembre de 2006)
Los musulmanes no son los únicos. Un líder hindú de la India declaró en 2007 que Jesús nunca murió en la cruz. «Solo fue herido y luego de recibir un tratamiento regresó a la India donde realmente murió», afirmó K. S. Sudarshan. (Lemuel Lall, «Jesus Christ Lived in India, was buried in Kashmir: RSS Chief»)
Otra declaración en cuanto a que Jesús no murió crucificado apareció en el exitoso libro The Jesus Papers [Los documentos de Jesús], publicado en 2006 por el New York Times, en el que Michael Baigent dice que Poncio Pilato no quería matar a Jesús porque él instaba a la gente a pagar sus impuestos. (Michael Baigent, The Jesus Papers,Harpers San Francisco, San Francisco, 2006, p. 125) Fue entonces que Pilato tramó un plan, señaló Baigent. Ordenó que Jesús fuera crucificado para aplacar a las autoridades religiosas que lo querían muerto, pero luego conspiró junto con otros para asegurarse de que a Jesús secretamente se lo bajase de la cruz con vida. (Ver lbid., pp. 124-132)
Los críticos saben que desacreditar la resurrección significa nada menos que refutar la verdad del cristianismo. Dijo el apóstol Pablo: «Si Cristo no ha resucitado, nuestra predica ción no sirve para nada, como tampoco la fe de ustedes.» (1° Corintios 15:17) O la cruz desenmascaró a Jesús como un engañador, o de lo contrario abrió la puerta a una resurrección sobrenatural que ha confirmado irrevocablemente su divinidad.
¿Pero hacia dónde apunta la evidencia?
Invité a mi casa a un prominente experto en la resurrección, Michael Licona, para analizar estas cuestiones. Licona, en su tesis para obtener un doctorado en Nuevo Testamento en la Universidad de Pretoria, Sudáfrica, puso en práctica una metodología histórica para evaluar las evidencias acerca de que Jesús haya vuelto de la muerte.
Él ha debatido con numerosos escépticos, incluyendo musulmanes, acerca de la resurrección y ha escrito extensamente sobre este tema. En 2004 se unió con el erudito en resurrección Gary Habermas para escribir el libro The Case for the Resurrection of Jesus [El caso de la resurrección de Jesús]. Utilizando su impresionante conocimiento del islam, Licona luego escribió Paul Meets Muhammad: a Christian-Muslim Debate on the Resurrection [Pablo se encuentra con Mahoma: un debate cristiano-musulmán sobre la resurrección].
La evidencia afirmativa
Nos sentamos en mi sala, y Licona expuso fehacientemente su caso en cuanto a que Jesús había sido ejecutado por los romanos.
-Aun un liberal extremo como [John Dominic] Crossan dice: «El hecho de que fue crucificado es tan seguro como cualquier otra cuestión histórica lo puede ser». (John Dominic Crossan, Jesus: A Revolutionary Biography, HarperCollins, San Francisco, 1991, p. 145) El escéptico James Tabor dice: «Dado que Jesús fue ejecutado a través de una crucifixión romana, creo que no tenemos que dudar de que estuvo verdaderamente muerto» (James D. Tabor, The Jesus Dynasty, Simon & Schuster, Nueva York, 2006, p. 230 (el énfasis se encuentra en el original). Tanto Gerd Lüdemann, crítico ateo del Nuevo Testamento, como Bart Ehrman, agnóstico, señalan que la crucifixión es un hecho indiscutible.
-¿Por qué? En primer lugar, porque los cuatro Evangelios informan acerca de ello. También contamos con una cantidad de fuentes no cristianas que corroboran la crucifixión. Por ejemplo, el historiador Tácito dice que Jesús «fue sometido a la penalidad máxima durante el reinado de Tiberio». El historiador judío Josefo informa que Pilato «lo condenó a ser crucificado». Luciano de Samosata, que era un escritor satírico griego, menciona la crucifixión, y Mara Bar Serapion, un pagano, confirma que Jesús fue ejecutado. Aun el Talmud judío informa que «Yeshu fue colgado».
-¿Yeshu? ¿Colgado?
-Sí. Yeshu es Josué en hebreo; y se traduce al griego con su equivalente, Jesús. En el mundo antiguo decir que alguien había sido colgado en un árbol muchas veces hacía refrencia a una crucifixión. Gálatas 3:13, por ejemplo, conecta la crucifixión de Jesús con el Pentateuco, que dice: «Maldito todo el que es colgado de un madero» (Ver Deuteronomio 21:23).
-¿Qué posibilidades hay de sobrevivir a una crucifixión?
-Extremadamente pocas. Usted vio La pasión de Cristo, ¿verdad? Aunque no toda la película muestra exactitud histórica, sí describe la extrema brutalidad de los azotes y la crucifixión romana. Los testigos del mundo antiguo señalaban que algunas víctimas eran golpeadas tan severamente con el látigo que sus intestinos y venas quedaban al descubierto.
-¿Alguna vez alguien sobrevivió?
-Josefo menciona a tres amigos que fueron crucificados. No dice cuánto tiempo estuvieron en la cruz, pero él intervino, hablando con el comandante romano, que ordenó que los tres fueran quitados de allí inmediatamente y les proporcionó la mejor atención médica que Roma podía ofrecer. Sin embargo, dos murieron. Así que aun bajo las mejores condiciones, era muy improbable que una víctima sobreviviera a una crucifixión. No hay ninguna evidencia de que Jesús fuera quitado prematuramente de la cruz o de que se le proveyera ningún tipo de atención.
-Estamos hablando de una cultura muy primitiva -observé-. ¿Era esa gente lo bastante competente como para poder asegurar que Jesús estaba muerto?
-Tengo confianza en que lo eran. Resultaba que los soldados romanos llevaran a cabo ejecuciones todo el tiempo. Eran muy buenos en ello. Además, la muerte por crucifixión se trataba básicamente de un fallecimiento lento por asfixia, debido a la dificultad para respirar que creaba la posición de la víctima en la cruz. Y eso es algo que no se puede falsificar.
-Vea, Lee, Jesús fue crucificado y murió como consecuencia de ello. El consenso de los eruditos, repito, aun entre los que se muestran escépticos en cuanto la resurrección, es absolutamente abrumador. Negarlo sería asumir una posición marginal que lo convertiría a uno en el hazmerreír del mundo académico.