Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro estudio de Génesis, el primer libro del Antiguo Testamento. En nuestro programa anterior, estábamos considerando la salida de Jacob de la casa de Labán, y dijimos que no le había avisado a Labán que se iba. Y nos detuvimos en el versículo 21 del capítulo 31, donde dice:
Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro estudio del capítulo 27 del libro de Génesis. Y en nuestro programa anterior, concluimos notando que Isaac había descubierto el complot, el engaño que habían hecho Rebeca y Jacob. Notamos también la amargura de Esaú, cuando se dio cuenta que había perdido la bendición de su padre. Hoy, comenzamos con el versículo 41 de este capítulo 27 de Génesis, donde dice:
Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro estudio en el libro de Génesis. Comenzamos hoy con los versículos 12 hasta el 14 de este capítulo 26 de Génesis, que dicen:
Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro estudio en el libro de Génesis. Nos encontramos ya al final del capítulo 19 de este primer libro del Antiguo Testamento. Y comentábamos en nuestro programa anterior, que Lot en realidad no había ganado mucho cuando se fue a vivir en la ciudad de Sodoma. Había perdido todo, menos su propia alma. Y dijimos que esto es una imagen de muchísimas personas hoy en día, que no quieren juzgar el pecado en su vida. Son salvos pero sólo así como por fuego. El Señor ha dicho de una manera muy definida, que cuando los hombres rehusan juzgar el pecado en sus vidas, Él lo juzgará. Y al parecer, ese es el caso de Lot. Bien, no queremos dejar este capítulo sin dar un vistazo a Abraham. Leamos los versículos 27 y 28 de este capítulo 19 de Génesis que estamos estudiando:
Nuestro autobús bíblico continúa hoy su recorrido por el libro de Génesis, y llegamos al capítulo 19. Tenemos aquí en este capítulo un marcado contraste en relación con el capítulo anterior. Encontramos aquí lo que podemos llamar una muestra de una vida cristiana arruinada. Encontramos también que los ángeles visitan a Lot y le amonestan a escaparse. Lot sale de Sodoma con su esposa y sus hijas, y luego las ciudades son destruidas. Luego, este capítulo nos cuenta del terrible pecado de Lot. Vamos leer hoy los versículos 1 al 3 del capítulo 19 de Génesis.
Continuamos hoy con nuestro estudio del libro de Génesis. Nos encontramos ya al final del capítulo 15 de este libro. Y en nuestro programa anterior, nos detuvimos en el versículo 15. Comenzamos hoy, entonces, con el versículo 16, que dice:
Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro estudio en el libro de Génesis. Nos encontramos hoy al final del capítulo 14, y en nuestro programa anterior, hablábamos sobre Melquisedec, y destacamos el hecho de que aunque el libro de Génesis es un libro de familias, no se nos dice nada de la familia o la genealogía de Melquisedec. La epístola a los Hebreos expresa con claridad que no se menciona la genealogía de Melquisedec, porque en lo que se refiere a su oficio de sacerdote, él fue un tipo de Cristo. Nuestro Señor es Rey, es hijo de Abram y es hijo de David. El evangelista Mateo nos dice esto y es importante que nosotros lo entendamos. Pero también Jesucristo es nuestro Sumo Sacerdote. Y es importante que entendamos que en lo que toca a la creación, Cristo no tuvo principio, ni fin de días. Es el eterno Dios. Juan nos dice en el primer capítulo de su evangelio, que: En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Y que dejó la gloria de los cielos y que fue hecho carne y vimos Su gloria. Por tanto, lo que vemos aquí en Melquisedec, es un tipo maravilloso del Señor Jesucristo. El versículo 18 nos dice: Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino. Esto nos recuerda las palabras del Señor Jesucristo cuando dijo: Todas las veces que comiereis este pan y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que Él venga. (1 Cor. 11:26). Esta es la razón por la cual Melquisedec sacó pan y vino; porque él estaba anunciando aquí la muerte de Cristo.
En nuestro recorrido bíblico llegamos hoy al capítulo 13 de Génesis.
En este capítulo vemos el regreso de Abram de la tierra de Egipto. Lot le acompaña a la tierra prometida. Luego Lot se separa de Abram y va a Sodoma. Dios se aparece a Abram por tercera vez. Mientras que Abram esté en la tierra de Egipto y mientras esté con Lot, Dios no se le aparece; pero al regresar a la tierra prometida, y cuando se separa de Lot, entonces, Dios sí se le aparece. En Génesis capítulo 13, versículos 1 al 4 leemos:
Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro estudio en el libro de Génesis. Nos encontramos ahora al otro lado del abismo que dijimos marcaba la gran división en el libro de Génesis. Comenzamos a considerar hoy el capítulo 12. A partir de este capítulo, el ambiente es completamente diferente. La Biblia va ahora a pasos más lentos y nosotros iremos también más despacio. El énfasis se quita de los cuatro eventos grandes que notamos en los primeros once capítulos y recae ahora sobre cuatro grandes personajes. Abram, está comprendido entre los capítulos 12 al 23; este es el hombre de fe. A Isaac lo encontramos en los capítulos 24 al 26; él es el hijo amado. A Jacob lo encontramos en los capítulos 27 hasta el 36; Jacob era el hijo escogido, pero también el hijo castigado. Y los capítulos 37 hasta el 50, nos presentan a José; el cual pasa por sufrimientos y llega hasta la gloria. Estos son los cuatro Patriarcas de suma importancia en el entendimiento de la Palabra de Dios y estamos tomando el relato de sus vidas en el resto del libro de Génesis. Amigo oyente, Dios se ha mostrado al hombre y confiamos que Él tiene para su satisfacción, no seguir luchando contra la raza humana, porque después de la caída del hombre tenemos el gran pecado de Caín. Y, ¿cuál fue ese pecado? Bueno, sin lugar a dudas fue el orgullo. Y podemos decir que Caín estaba enojado porque en el fondo de su corazón él se sentía satisfecho y hasta orgulloso por la ofrenda que presentó a Dios, pero que fue rechazada, trayendo como resultado el odio hacia su hermano Abel.
Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro estudio en Génesis, el primer libro del Antiguo Testamento. Comenzamos hoy, nuestro estudio del capítulo 11 de este libro de Génesis. Y llegamos ahora a lo que pudiéramos llamar, el movimiento de lenguas más grande del cual haya constancia, y ese fue la torre de Babel. Leamos el primer versículo que dice: